Naucalpan, Méx.- El secretario general de la Corte Internacional del Medio Ambiente, Ramón Ojeda Mestre consideró inviable y absurdo la intención de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), de instalar un basurero toxico en el Estado de México en donde se han acumulado más 4 mil millones de toneladas de residuos peligrosos en la última década.
Precisó que en el país se requieren políticas públicas destinadas a confinar los desechos tóxico-peligrosos, pero “no sucio, absurdo e inviable” como pretende la dependencia federal que en el sexenio sólo mostró incapacidad para que se respetan las normas nacionales e internacionales en materia de desperdicios.
Se debe impulsar que se instalen en el estado empresas limpias y seguras que no afecten la salud de sus habitantes, dijo.
Ejemplificó que cifras no actualizadas del sector salud, hasta 2010 mostraban un incremento en casos de personas que han muerto por los niveles de contaminación a los que se han expuesto.
Dudó de la eficiencia y capacidad de la dependencia federal para confinar de manera adecuada los residuos peligrosos, generados, por hospitales, empresas en la mayoría de los casos.
Existen en la entidad empresas que generan y desechan sin control algunos metales peligrosos como cobre, cadmio, zinc y ácidos, que contaminaron las zonas donde se ubican, así como el agua subterránea de los acuíferos sin que hasta el momento autoridades federales responsables, controlen esta situación.
Consideró que se debe legislar para que quienes desechen material industrial tóxico-peligroso se haga responsable de lo que produce y pague por lo que contamine, pues a la fecha ninguna autoridad ha podido controlar los desperdicios y el lugar donde los tiran.
“No hay un control desde hace más de dos décadas. Se incumple con la normatividad nacional e internacional”.
El estado es uno de los principales generadores de desechos industriales en el país, seguido de Monterrey y Veracruz, pero esto no significa que es “terreno fértil para instalar un basurero para desechos tóxicos, por el contrario, hay que limpiar el territorio”.
Es necesaria la intervención de autoridades federales para que suspendan de manera definitiva la apertura de ese tipo de empresas pues en la entidad se han acumulado más de 4 mil millones de toneladas sin que se sepa, su destino final, reclamó.
La sola intención de abrir un basurero tóxico ocasionaría serios conflictos sociales, pues nadie quiere un basurero en su casa, advirtió.
Protesta anticipada
La sola intención de abrir un basurero tóxico ocasionaría serios conflictos sociales, pues nadie quiere uno en su casa, advirtió Ramón Ojeda.
Existen en la entidad empresas que generan y desechan sin control algunos metales peligrosos como cobre, cadmio, zinc y ácidos, que contaminaron las zonas donde se ubican así como el agua subterránea.
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