“Un vicealmirante nos dijo en ese entonces: no duden, yo cumplo mi palabra, nunca miento y nunca engaño. A un año de ese ofrecimiento, pues estamos viendo que nuestras dudas eran fundadas, porque nos mintió”, acusan
Campesinos juchitecos que pertenecen a la comunidad
zapoteca de Chicapa de Castro denunciaron que la rehabilitación de
la Línea K del Tren Transístmico, que forma parte del megaproyecto del Corredor
Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) está destruyendo todos los
caminos cosecheros de la zona.
“Los caminos están intransitables, no sirven ni para
motocicletas de dos llantas. Cuando llueve, los baches se llenan de agua y sólo
queda lodo. Ya no podemos ir a los terrenos de siembra”, denunció enfadado el
campesino Luis Álvarez.
En agosto del año pasado, recordó, llegaron a la comunidad
representantes de una empresa constructora, acompañados de mandos de la Secretaría
de Marina (Semar), a cargo de las obras del CIIT y prometieron que no
habría daños en los caminos.
“Un vicealmirante nos dijo en ese entonces: no duden, yo
cumplo mi palabra, nunca miento y nunca engaño. A un año de ese ofrecimiento,
pues estamos viendo que nuestras dudas eran fundadas, porque nos mintió”,
acusan.
Los afectados explican que cuando acudieron con la autoridad
municipal de Juchitán, quienes hablaron con los marinos, los mandos
respondieron que no podían responsabilizarse de las afectaciones a los caminos
porque ya no los estaban usando para las obras.
El campesino Luis Álvarez admitió que hace unos días los
trabajadores dejaron de usar ese camino, porque abrieron otro debido a que ni
sus camiones que transportan cementante y piedras (balasto), pueden pasar por
ese tramo destruido.
Ante ello los campesinos de Chicapa de Castro, tomaron la
decisión de bloquear el paso de todos esos camiones que llevan el cementante y
el balasto a las obras de la Línea K del Tren Transístmico, adelantó Luis
Álvarez.
Originalmente, la Línea K del Tren Transístmico, que
conectará Ciudad Ixtepec, Oaxaca, con la frontera guatemalteca y Ciudad
Hidalgo, Chiapas, en una ruta casi 500 kilómetros, debería estar lista en
agosto de este año. Su conclusión se postergó para dentro de un año.
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