Se estima que cerca de 50 millones de personas en la Región de las Américas viven con depresión, casi un 17% más que en 2005
Ginebra/Washington, 30 de marzo de 2017 (OMS/OPS)- La depresión
es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo.
Según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del
18% entre 2005 y 2015. La falta de apoyo a las personas con trastornos
mentales, junto con el miedo al estigma, impiden que muchos accedan al
tratamiento que necesitan para vivir vidas saludables y productivas.
Las nuevas estimaciones se han publicado como anticipo
previo al Día Mundial de la Salud el 7 de abril, el punto más alto de la
campaña anual de la OMS "Depresión: hablemos". El objetivo general de
la campaña es que cada vez más personas con depresión, en todo el mundo,
busquen y obtengan ayuda.
La doctora Margaret Chan, directora general de la OMS, dijo:
"Estas nuevas cifras son un llamado de atención a todos los países para
que reconsideren sus enfoques sobre la salud mental y la traten con la urgencia
que merece".
En las Américas, cerca de 50 millones de personas vivían con
depresión en 2015, alrededor del 5% de la población. "La depresión nos
afecta a todos. No discrimina por edad, raza o historia personal. Puede
dañar las relaciones, interferir con la capacidad de las personas para ganarse
la vida, y reducir su sentido de la autoestima", señaló la Directora de la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne. Sin embargo,
dijo, "incluso la depresión más grave se puede superar con un tratamiento
adecuado".
Una de las barreras para buscar tratamiento son los
prejuicios y la discriminación. "El continuo estigma asociado con la
enfermedad mental fue la razón por la que decidimos nombrar nuestra campaña
Depresión: hablemos", sostuvo el director del Departamento de Salud Mental
y Abuso de Sustancias de la OMS, Shekhar Saxena.
Necesidad urgente de mayores inversiones
Un aumento en la inversión también es necesario. En muchos
países, no hay, o hay muy poco, apoyo disponible para las personas con
trastornos de salud mental. Incluso en los países de ingresos altos, casi el
50% de las personas con depresión no reciben tratamiento. En promedio, sólo el
3% de los presupuestos de salud de los países se invierte en salud mental,
variando de menos del 1% en los países de bajos ingresos al 5% en los países de
altos ingresos.
La inversión en salud mental beneficia el desarrollo económico.
Cada dólar invertido en la ampliación del tratamiento para la depresión y la
ansiedad conduce a un retorno de 4 dólares en mejor salud y habilidad para
trabajar. El tratamiento por lo general implica una psicoterapia o medicación
antidepresiva o una combinación de los dos. Ambos enfoques pueden ser
proporcionados por trabajadores de salud no especializados, siguiendo un curso
corto de capacitación y utilizando la Guía de Intervención de mhGAP de la OMS.
Más de 90 países -23 de ellos de las Américas-, de todos los niveles de
ingresos, han introducido o ampliado programas que proporcionan tratamiento
para la depresión y otros trastornos mentales usando esta guía.
La falta de acción es costosa. Según un estudio dirigido por
la OMS, que calculó los costos de tratamiento y los resultados de salud en 36
países de ingresos bajos, medios y altos durante los 15 años que van de 2016 a
2030, bajos niveles de reconocimiento y acceso a la atención de la depresión y
otros trastornos mentales comunes, como la ansiedad, resultan en una pérdida
económica global de un billón de dólares cada año. Las pérdidas son incurridas
por los hogares, los empleadores y los gobiernos. Los hogares pierden
financieramente cuando la gente no puede trabajar. Los empleadores sufren cuando
los empleados se vuelven menos productivos y son incapaces de trabajar. Los
gobiernos tienen que pagar mayores gastos de salud y bienestar.
En las Américas, casi 7 de cada 10 personas con depresión no
reciben el tratamiento que necesitan. "Debemos actuar ahora para cerrar la
brecha que separa a las personas con trastornos mentales de los servicios de
salud que necesitan", abogó la jefa de la Unidad de Salud Mental y Abuso
de Sustancias de la OPS/OMS, Dévora Kestel.
Riesgos para la salud
La OMS ha identificado fuertes vínculos entre la depresión y
otros trastornos y enfermedades no transmisibles. La depresión aumenta el
riesgo de trastornos por uso de sustancias y enfermedades como la diabetes y
las enfermedades del corazón; lo contrario también es cierto, lo que significa
que las personas con estas otras condiciones tienen un mayor riesgo de
depresión.
La depresión también es un factor de riesgo importante para
el suicidio, que reclama cientos de miles de vidas cada año.
El doctor Saxena señaló: "una mejor comprensión de la
depresión y cómo se puede tratar, aunque esencial, es sólo el comienzo. Lo que
tiene que seguir a continuación es la ampliación sostenida de los servicios de
salud mental accesibles a todos, incluso a las poblaciones más remotas del
mundo".
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se
caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés
en actividades que las personas normalmente disfrutan, acompañada de una
incapacidad para llevar a cabo las actividades diarias, durante 14 días o más.
Además, las personas con depresión normalmente padecen
varios de los siguientes: pérdida de energía; cambio en el apetito; dormir más
o menos; ansiedad; concentración reducida; indecisión; inquietud; sentimientos
de inutilidad, culpa o desesperanza; y pensamientos de automutilación o
suicidio.
Panel de expertos analizará retos y oportunidades frente a
la depresión
Para marcar el Día Mundial de la Salud de este año, la OPS
realizará el 6 de abril, de 9 a 10.30 am (hora de Washington, DC), un panel de
expertos que analizará los retos y oportunidades que tiene la región de las
Américas para hacer frente a la depresión. Además, expondrán las mejores
estrategias para mejorar el acceso a la atención, con calidad, para tratar la
depresión y otros trastornos mentales.
Entre los expositores, figuran la Directora de la OPS,
Carissa F. Etienne; la ministra de Salud Pública y Asistencia Social de la
República Dominicana, Altagracia Guzmán; la directora de la Oficina de Investigación
sobre las Disparidades y la Salud Mental Mundial del Instituto Nacional de
Salud Mental de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos,
Pamela Collins; además de Daniel Vigo, del Grupo de Sistemas de Salud Global de
la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, y Patricio Márquez,
especialista principal en salud pública del Banco Mundial.
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