Samuel García ganó las elecciones en Nuevo León en junio de 2021 por la arrogancia del PAN. El mismo escenario se presentaría ahora en el Estado de México.
Al líder del PAN, Marko Cortés, le faltaron los
arrestos para meter en cintura a una dirigencia panista local que le hizo el
trabajo a un joven inexperto que ahora arrastra al estado a una de sus peores
crisis.
El mismo escenario se presentaría ahora en el Estado de
México si el PAN insiste en mantener vigente las aspiraciones del actual
diputado y exalcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas, quien quiere liderar
la alianza.
Fue precisamente la necedad del panismo regio el que se
empecinó en que Fernando Larrazábal no declinara en favor del
priista Adrián de la Garza, la que generó el rompimiento y allanó el
camino a Samuel.
Año y medio después el escenario se repite para uno de los
últimos bastiones priistas y cuna del poderoso Grupo Atlacomulco: Vargas quiere
arrebatarle al PRI lo que le pertenece y solo le abre el camino a Morena.
En marzo de 2021, Marko fue presionado por Larrazábal, un
personaje que nunca logró subir en las preferencias electorales, pero que jamás
quiso aceptarlo y ofrecer su capital electoral a De la Garza.
Larrazábal, junto a Zeferino Salgado, alcalde de San
Nicolás de los Garza; el diputado local, Víctor Pérez; y Raúl Gracia,
exdiputado y jefe de esa camarilla, dinamitaron la alianza con el PRI y el PRD.
Empresarios locales, políticos de distintas generaciones e
incluso el expresidente Felipe Calderón, pidieron en público y en privado
a Larrazábal pensar en el futuro de su estado y declinar en favor del priista.
La estrategia del priismo neoleonés era bastante obvia:
bajar a como diera lugar a la candidata de Morena, Clara Luz Flores,
actualmente titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública.
Y lo hizo de mala manera: a través de una serie de
filtraciones en marzo de 2021 que evidenciaron la admiración y cercanía de la
ya candidata morenista con el líder de la secta Nxivm, Keith Raniere.
Logrado lo anterior Adrián de la Garza no fue capaz de
atraer los votos del morenismo local y tampoco pudo convencer al panismo de
unirse a su causa.
El traslado de los votos de Morena a MC tuvo un doble
impacto: la consolidación de Samuel y el aumento de popularidad de Luis
Donaldo Colosio Riojas, quien terminó ganando la alcaldía de Monterrey.
Ahora para el Edomex, PAN, PRI y PRD no pueden darse el lujo
de ceder ante los caprichos de ningún aspirante y poner en peligro las alianzas
en las elecciones que están en puerta.
Cortés no se va a equivocar otra vez y está convencido de
jugar con el PRD y sobre todo con el priismo local, que encabeza el gobernador Alfredo
del Mazo Maza para abanderar una candidatura de unidad.
Todo parece indicar que Dante Delgado y su MC
volverán a jugarle al solitario y con su candidato, Juan Zepeda,
terminarán en los últimos lugares de la elección.
Pero en conclusión, el Edomex debe verse en el espejo de
Nuevo León.
AHORA QUE EL presidente de México se encuentra de
visita en Washington, mañana será el encuentro con empresarios de Estados
Unidos que forman parte del CEO Dialogue Roundtable. Seguramente estarán
presentes los de Vulcan Materials, a los que Andrés Manuel López
Obrador amenazó con denunciarlos ante la Comisión de Valores de ese país
por sus supuestas faltas y que ya merecieron una denuncia por violación a los
derechos humanos ante la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet.
Desde antes de que el tabasqueño asumiera la presidencia Vulcan, que
preside Thomas Hill, y el Estado mexicano iniciaron un arbitraje que cobró
nuevos bríos con la llegada de la 4T al poder. López Obrador encomendó al
embajador Esteban Moctezuma llegar a un acuerdo político que pusiera
fin a los diferendos. El exsecretario de Educación hizo su chamba y logró
acuerdos que muy pocos conocieron. Pero el error del inquilino de Palacio
Nacional fue meter en la interlocución al secretario de Gobernación, Adán
Augusto López, y anunciar en una mañanera un arreglo que nunca avaló Vulcan y
que equivalía a una expropiación indirecta de sus activos e intereses. El
arbitraje sigue y nadie duda que México lo perderá y será condenado en laudo al
pago de daños.
EL OTRO CASO que ya también perdió México, y que será
el primero que le tocará pagar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador,
es el de Lion Equity Fund. El arbitraje contra esta otra empresa estadounidense
ya terminó y el panel que presidió el español Juan Fernández Armesto condenó
a nuestro país al pago de daños por 50 millones de dólares, cifra que podría
irse hasta los 60 millones si se consideran gastos, costas e intereses. La
Secretaría de Economía, a cargo ahora de Tatiana Clouthier, pidió su
anulación y se sigue litigando en Washington, aunque ya se ve cuesta arriba
desvirtuar el laudo. Este año debe resolverse en definitiva. Los mexicanos
terminarán pagando una deuda que originó el empresario Héctor Cárdenas
Curiel, que fue acusado de fraude por Lion en un fallido desarrollo
inmobiliario en la Riviera Nayarita.
NO SON POCOS los empresarios que frente a la cerrazón
del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la 4T, han decidido
poner pies en polvorosa y mejor alejarse del país. No solo se trata de hombres
o mujeres con un alto perfil mediático, como fue el caso de María Asunción
Aramburuzabala, sino de otros que si bien son grandes, mantienen mucha
discreción en su vida privada. Tal es el caso de la familia de Mario
Dávila y María Cristina Lobo, dueños de Cotemar, sencillamente el
proveedor más importante de la empresa productiva del gobierno, Pemex, que
dirige Octavio Romero Oropeza.
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