Por: Juan Manuel Padrón Lara.
Ecatepec en su historial como municipio libre muchos son los
personajes que aquí nacieron o algunos tal vez se avecindaron, pero que dejaron
un gran legado por sus obras y acciones, por eso hoy con mucho respeto y
admiración me voy a referir a mi amigo Don Félix Recillas, cuyo nombre completo
es José Manuel Félix Recillas Rodríguez.
Orgullosamente nativo del pueblo de San Cristóbal, que es la sede del poder
ejecutivo municipal de Ecatepec, con 73 años de edad y felizmente casado desde
hace más de 50 años con la señora Flora De la Cruz Arias.
Es muy difícil poder definir o describir a Don Félix en las
distintas etapas de su vida, porque su historial está ligado a ser un hombre
inquieto, pero noble, gran ser humano que siempre se le vio promoviendo
disímbolas actividades deportivas y sociales en beneficio de sus coterráneos.
Alguna vez de manera coloquial, sus vecinos y amigos le antepusieron el sobre
nombre de diablo, pero aclara que no fue esto por ser travieso, sino que lo
heredó de su padre Don Trinidad Recillas quien laboraba en la empresa Sosa
Texcoco y caminaba de San Cristóbal a las instalaciones de la empresa por lo
que se hacía acompañar de una varilla, para defenderse de algún atacante
imprevisto que bien pudiera ser este ser maléfico.
Don Félix lamentablemente, hoy como consecuencia de la diabetes se encuentra
limitado de su capacidad visual, sin embargo la chispa y el entusiasmo que
caracterizaron su forma de ser, no se ha perdido y continúa imbuida en su ser,
en su espíritu, en su festiva personalidad.
Estuvo en las instalaciones de MEXIQUENSE, acompañado de sus hijos Israel,
actual presidente del Consejo de Participación Ciudadana de San Cristóbal y
Marco Antonio que es un próspero empresario en la venta de equipos deportivos,
con la tienda que es símbolo de San Cristóbal Ecatepec, “Maxi Diablo”, ausente
su hija Xochitl, que ha sido campeona nacional en carreras de fondo y de campo
atraviesa, sus dos hijos varones fueron testigos de la charla que sostuvo con
nuestro director Juan Manuel Padrón Lara.
Muchas son las anécdotas, todas de gran enseñanza que Don Félix nos ha legado,
pero iniciamos con el poema a Ecatepec donde inspirado y tal vez muy agradecido
de la tierra que lo vio nacer hace una pormenorizada descripción y lo hace
desde su sentir por la tierra que lleva el nombre del cerro del viento, versión
poética que este día también se puede ver a través de nuestro blog y redes
sociales en su propia voz.
Don Félix es un ser humano que no solo ha luchado, por el bienestar de los habitantes
de este municipio, decimos esto porque ha peleado con poderosos para evitar la
injusticia.
Pocos saben que encabezó el movimiento social para rescatar los terrenos de las
laderas del cerro del Ehécatl donde hoy además del Centro Interactivo, los ecatepenses
disfrutamos de un zoológico y un lago.
Esos terrenos eran propiedad privada de un coronel del ejército mexicano que
pretendía venderlos para construir una unidad habitacional para los
trabajadores de extinta compañía de Luz y Fuerza del Centro también se
pretendió instalar en esa área un reclusorio, pero Don Félix Recillas luchó y
logró que el entonces presidente municipal de Ecatepec Mario Vázquez Hernández
adquiriera los terrenos que hoy es el principal pulmón de estas metrópoli.
Su ímpetu le llevó también a enfrentarse con los voraces ejidatarios que ya
estaban fraccionado el predio para convertirlos en lotes, fue una lucha férrea
pero evito el ecocidio
En los alrededores del Ehécatl símbolo indiscutible de Ecatepec, el
personalmente se encargó de construir una pista para trotar, inclusive
construyó una pileta para almacenar agua y de ahí regar los árboles con la que
pretendió reforestar el célebre cerro.
Lo recuerdo como organizador de innumerables carreras atléticas donde su
principal objetivo eran los niños, tal vez de ahí le surgió la idea de pedir a
las autoridades estatales la creación del Instituto del Deporte.
A Don Félix como le llamamos sus amigos y conocidos le reconocemos su audacia y
sagacidad porque también fue militante del PRI y en alguna ocasión hasta se
reveló contra los dirigentes de este instituto político y se declaró en huelga
de hambre en protesta por la imposición de candidatos a cargos de elección
popular sin identidad, formación y trabajo político.
En sus últimas épocas en pleno centro de San Cristóbal instaló una academia
donde se daban cursos de inglés, pero creo que en un acto de solidaridad con
sus contemporáneos, conformó un grupo de personas de edad mayor a quienes llamo
“Club jóvenes de ayer…de 65 y más”.
La vida o las circunstancias, lo llevaron a que se le agudizara su problemas de salud al grado de estar actualmente limitado en su capacidad visual y eso tal vez lo ha sacado de actividades filantrópicas, sociales que seguramente en este momento estuviera promoviendo,.
Pero Don Félix Recillas Rodríguez a sus 73 años tiene vigencia y su presencia
será para siempre.
Mi afecto para un gran ser humano Don José Manuel Recillas Rodríguez.
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