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martes, 4 de mayo de 2021

Tragedia en la línea 12 impactará a Marcelo Ebrard y al líder de morena, Mario Delgado

 

 

*  En solo una noche, la tragedia ocurrida en la estación Olivos de la Línea 12 del Metro de la CDMX, vino a cambiar las aspiraciones presidenciales que ya guardaba el canciller, Marcelo Ebrard, quien siendo Jefe de Gobierno proyectó y autorizó la pésima obra que desde hace años mostraba evidentes fallas; el hoy dirigente de Morena, Mario Delegado, debe compartir responsabilidades con Ebrard pues durante su administración fue el Secretario de Finanzas del Gobierno capitalino y consintió que el costo del proyecto se elevara de 17 mil 500 millones de pesos a 24 mil millones






El desplome de una estructura ocurrido ayer por la noche en la estación Olivos de la Línea 12 del Metro, justo al momento en que circulaba un convoy con pasajeros que se disponían a ir a sus hogares, y que ya entrada la madrugada arrojaba un saldo de 20 muertos y 70 heridos, provocará otro siniestro en el ámbito político: el inevitable reacomodo de las aspiraciones presidenciales del actual canciller, Marcelo Ebrard Casaubón, Jefe de Gobierno al momento de la construcción de la obra chatarra y de su entonces Secretario de Finanzas y actual líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo.

Desde ayer, ambos personajes comenzaron a ser enjuiciados por la ciudadanía capitalina en las redes sociales como directos responsables de una obra multimillonaria cuyos costos iniciales se elevaron de manera inusitada, al pasar de 17 mil 500 millones de pesos a 24 mil millones, para decantar al paso de los años, en una obra inservible a la que Ebrard apostó en el 2012 sus aspiraciones presidenciales y que ahora, como cruel paradoja del destino, amenaza en convertirse en su tumba política, convirtiendo de paso en una cadáver viviente, a Mario Delgado, su operador que mediante imposiciones en decenas de candidaturas, movió las piezas del ajedrez del canciller, para acomodarlas con miras a la que parecía su enfilada candidatura presidencial.

Pero en solo unos minutos, todo cambió rumbo al 2024.

INEVITABLE DESGRACIA

Ante cualquier hipotética investigación o deslinde de responsabilidades, la tragedia de la estación Olivos, tiene un origen y punto inobjetable: fue producto de una acumulada ineptitud y corrupción prohijada en el gobierno de Ebrard Causabón que tarde que temprano reventaría a la administración de Claudia Sheinbaum, como en su momento le estalló a Miguel Ángel Mancera, que debió parar por casi un año el funcionamiento de un tramo importante de la Línea Chatarra, para realizar correcciones y trabajo de renivelación en las vías.

En 2020, vecinos alertaron de la peligrosa falla

En lo inmediato, la Jefa de Gobierno no tendrá otra opción que remover a la titular del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Florencia Serranía, y no porque haya tenido que ver con los pésimos antecedentes de la obra, sino por las constantes fallas que se han registrado desde hace meses en el sistema en general y la irresponsabilidad con que su equipo realizó en el 2020, valoraciones precisamente en las estructuras que se vinieron abajo en la estación Olivos y de las que dieron cuenta desde el terremoto de septiembre del 2017 los propios vecinos. Hace apenas unos días, circuló un video que se hizo viral donde un vagón del Metro circulaba con las puertas abiertas y otro más, daba cuenta de un incendió en las vías de la línea que corre de Santa Anita a Martín Carrera, a consecuencia de un corto circuito.

Hubo daño en las estructuras, tras el sismo del 2017

En octubre de 2012, Marcelo Ebrard inauguró al lado del entonces presidente del PAN, Felipe Calderón, la llamada Línea Dorada. Sonrientes, ambos políticos se pasearon incluso por las estaciones a bordo de uno de los vagones. Buscando aparecer en la foto asomaba Mario Delgado, el Secretario de Finanzas que autorizó los contratos con las empresas que hicieron un pésimo trabajo a un altísimo costo, convertido ya en Secretario de Educación del gobierno capitalino y que habría perdido la candidatura para suceder a su jefe a manos del entonces procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera.

EL AUTOEXILIÓ DE MARCELO…A FRANCIA

En 2014, al nuevo Jefe de Gobierno no le quedó de otra que arrojar la papa caliente de la Línea 12 a su antecesor, por las notorias irregularidades que fueron apareciendo tales como los 4 mil 800 durmientes con graves fisuras e infinidad de obras inconclusas como la terminación de escaleras mecánicas.  Ante las evidencias del megafraude que ayer enluto a decenas de hogares, Ebrard se autoexilió a Francia.

Con el triunfo de AMLO en el 2018, Marcel Ebrard llegó sin temor alguno de responder por los desperfectos y costos inflados de la Línea Chatarra y con un promisorio futuro por delante; a él también le cayó como anillo al dedo la pandemia, pues en su calidad de canciller fue comisionado para negociar con diversos países el abasto de las vacunas del Covid-19, con lo que sus bonos se fueron al alza.

Tal fue su fuerza que logró colocar como dirigente nacional de Morena a su ex Secretario de Finanzas, Mario Delgado para que desde ese sitio estratégico fuera labrando alianzas y tejiendo acuerdos con el objetivo de fortalecer un equipo leal al canciller tanto en las gubernaturas como en el Congreso.

No importó en lo absoluto que Delgado fuera un perfecto desconocido tanto para los dirigentes morenistas como para las bases. Aliado con el líder del Senado, Ricardo Monreal, se dio a la tarea de aplastar con infinidad de imposiciones a los dirigentes sociales de Morena, negándoles el acceso a cargos de elección a través de encuestas que nunca han sido mostradas a la militancia y menos a la opinión pública.

Todo iba viento en popa pues a pesar del generalizado descontento, las encuestas seguían manteniendo cifras alentadoras para una victoria aplastante, gracias a la popularidad del presidente, no así de los candidatos de filiación panista, priísta o verde ecologista, impuestos por Delgado en acatamiento a las órdenes de su jefe Marcelo.

Su más importante contrapeso, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum había tenido que echar mano de personajes de antaño como René Bejarano, para resistir los embates de Marcelo y su aliado, Ricardo Monreal, pero pese a cerrarles el paso en la CDMX, todo parecía indicar que la balanza se inclinaría a favor del proyecto presidencial del canciller y su aliado, Ricardo Monreal.

Pero lo que son las cosas. El terrible accidente de la Estación Olivos, cambió en una sola noche la correlación de fuerzas, poniendo en el peor lado de la balanza al desbocado canciller y a su impositivo subordinado. Ambos, responsables directos de la autorización de una obra de pésima calidad que ya empezó a cobrar vidas inocentes.

Y peor todavía: serán ellos los responsables del daño político que puedan ocasionar a su partido en las urnas, ante una enfurecida sociedad que ha viajado todos estos años, jugándose prácticamente la vida en la mortal Línea Chatarra.

Ahora es la Jefa de Gobierno la que tiene la sartén por el mango pues en sus manos está el determinar la investigación y el deslinde que clama a gritos la ciudadanía. Con cortarle la cabeza a Serranía, Claudia Sheinbaum recuperará autoridad política y fuerza moral, pero ni con mil disculpas, ni mensajes de tuiter abriéndose a cualquier investigación, Marcelo y Mario podrán evadir su responsabilidad ante esta tragedia que costó la vida a gente inocente y miles de millones al erario nacional.

 

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