La Suprema Corte de Justicia validó el 18 de febrero, por mayoría de votos, con uno solo en contra, la decisión del Congreso Mexiquense de disminuir el número de regidores y síndicos de mayoría y de representación proporcional.
La iniciativa que presenté en el mes de agosto, como Senador
de la República del Estado de México, planteó la necesidad de reducir el número
de integrantes de los ayuntamientos del Estado de México.
La resolución de la Suprema Corte se dio en respuesta a un
recurso de inconstitucionalidad del PAN encabezado por su dirigente nacional y
sus dirigentes mexiquenses apoyados por su nuevo llaverito, el PRD.
La molestia, inconformidad y la acción de
inconstitucionalidad que presentaron los panistas no fue en sí por lo que
aprobaron los legisladores mexiquenses. Se debió fundamentalmente a la
iniciativa que presenté y que ellos en su mezquina y partidista posición, no
podían aceptar que el senador de Morena saliera adelante y quedara como el
artífice de esta gran reforma.
Perdieron nuevamente los panistas en el Estado de México.
Quedó en evidencia que, aunque su propósito era que no prosperará la propuesta
de Higinio Martínez, en el fondo ellos se opusieron a la misma porque no les
gusta trabajar con austeridad. Para ellos es preferible tener plazas para
amigas, amigos, familiares y militantes de su partido, en lugar de destinar ese
dinero a beneficio de la comunidad.
Cálculos serios nos hablan de que de lo que ganan los
regidores y síndicos, sus asesores, sus oficinas, todos los implementos y
equipos de trabajo que se les dotan, y algo que no es comprobable, pero que
todo mundo lo sabe, los millones de pesos al año que corren por la mayoría de
ediles, obvio sin comprobación, en lo que popularmente se conoce como pago por
evento.
Nombramientos, autorizaciones, presupuestos son en la
mayoría de los casos un suplicio para los alcaldes, ya que por cada votación en
este tipo de asuntos muchos ediles se dejan pedir grandes sumas de dinero para
ayudar al alcalde.
Esos cálculos nos llevan a un ahorro de entre mil 500
y mil 800 millones de pesos anuales. Eso es lo que hoy se ahorrará en el
Estado de México por haber reducido 407 cargos de regidores y síndicos. Es
decir, para la elección de junio se eliminó ese importante número de puestos de
elección popular.
Es necesario puntualizar que no todos los regidores o
todos los alcaldes se prestan a este juego corrupto de “voto, pero a ver qué me
das”. Desafortunadamente en la gran mayoría de los casos así es, pero aun
cuando no hubiera este efecto corruptor de unos y otros, con la sola nómina y
prestaciones que son de dominio público se justifica porque el ahorro es
de más de mil millones de pesos.
Ahora queda a todas y todos legisladores federales y locales
trabajar este tipo de iniciativas para que, en este solo rubro del presupuesto
de los ayuntamientos, se destine este dinero a las obras y servicios públicos o
a la cultura y el deporte, en lugar de irse a unas cuantas manos de regidores y
síndicos, que no hacen falta en los ayuntamientos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario