La secretaria de Energía, Rocío Nahle, explicó que la Auditoría dijo que no se hicieron trabajos de ingeniería; “eso es absurdo, ya que no se podrían diseñar equipos”
Para la secretaria de Energía, Rocío Nahle, la Auditoría Superior de la Federación
(ASF) cometió “grandes errores” en el análisis de la refinería Dos Bocas,
ya sea por “mala fe” o por “ignorancia”.
Explicó que la Auditoría dijo que no se hicieron trabajos de ingeniería, “eso
es absurdo, ya que no se podrían diseñar equipos”.
Al iniciar la obra de construcción “se hizo procura
temprana de equipos críticos”, hubo ingeniería básica y en ningún momento se
duplicaron trabajos.
En un hilo de tuits, Nahle expuso que el costo de los
trabajos en la preparación del sitio fue menores a lo contratado e incluso hubo
ahorros, añadió que la Auditoría observa una variante en el volumen de los
más de 12 millones de metros cúbicos, pero fue por los estudios de medición de
suelo y se les dio la bitácora de obra de salida de cada camión.
Comentó que los pagos de los estudios de mecánica de suelos
se realizaron en dos fases: al inicio del desmonte y despalme, cuatro meses
después de la excavación y medición.
Mala fe o ignorancia
“No puedo decir que haya dolo…parece que hay mala fe o
parece que hay ignorancia”, dijo Nahle en una entrevista de radio que dio al
programa de Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez.
Dijo que pedirán a la Auditoría una revisión porque pueden
ser contadores, pero no ingenieros, por lo que deben ir al sitio donde está la
refinería “para que con papeles en mano…haga una puntual auditoría”.
Hace unos días la Auditoría Superior de la Federación
presentó su informe de 2019 en el que detectó "pagos hechos fuera de
norma" por 75 millones 591 mil 93 pesos en la Refinería de Dos Bocas,
entre ellos se advirtió de duplicidad, diferencias de pagos por uso y cobro de
maquinaria diferente a la ofertada y contratada.
Por otra parte, Nahle dijo que las declaraciones de los
empresarios del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) contra la
reforma eléctrica “son falsas” y en realidad pretenden proteger a las empresas
que iniciaron con autoabasto pero que se convirtieron en suministradoras y
comercializadoras de energía eléctrica. Añadió que ellos son libres de decir lo
que quieran.
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