La crisis del
coronavirus (COVID-19) ha impactado de lleno, y a escala global, en nuestras
vidas, haciéndonos cuestionar nuestro presente y abriendo serias dudas sobre la
manera de abordar lo que viene y nuestro posicionamiento y actitud ante ello.
En estos momentos, echando un vistazo a diferentes países y
diferentes líderes, hay diversas maneras de afrontar la crisis del coronavirus,
tanto en acciones como en comunicaciones. Cada gobierno ha decidido la suya,
que puede ser mejor o peor según cada opinión, pero que, en esta situación de
crisis excepcional para la que no existen protocolos –como sí los hay para
atentados o catástrofes naturales– es la que ellos han creído conveniente.
La pandemia de Covid-19 provocará el cierre de 2.7 millones
de empresas en América Latina y el Caribe, y la pérdida de unos 8.5 millones de
puestos de trabajo, advirtió la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.
La pandemia magnificó los problemas estructurales que
arrastraba la región y “se comió” siete años de avances en materia de
desarrollo social, alertó al abrir la participación de organismos internacionales
en el primer día de trabajos del Foro de Davos.
“La inequidad ha definido a la región. El 54% de los
trabajadores en América Latina y el Caribe no cuentan con una protección social,
ni tienen acceso a los servicios de salud pública. Y de esta proporción, 57%
son mujeres que solían trabajar como microemprendedoras”, dijo.
En la sesión dedicada al tema “Desbloquear el emprendimiento
social para la recuperación”, donde compartió la mesa virtual con Corinne
Bazina, vicepresidenta de la Fundación de Comunidades de Danone; y Cheryl L
Dorsey, presidenta de Echoing Green, consideró que los gobiernos deben tomar en
cuenta este nuevo panorama y favorecer la creación de un ecosistema que permita
a las microempresas renacer, operar y crecer.
Dijo que las microempresas han detectado el giro que dio la
población regional en las prioridades. La gente está buscando viviendas en
zonas rurales, pero como tienen que conectarse al trabajo y recibir educación a
distancia, ahora hay emprendedores que están otorgando, por ejemplo, servicios
básicos de intercomunicación; repetidores.
Hay otras empresas que están garantizando el abasto de
alimentos, el cuidado de salud a distancia, y el gobierno haría bien en
convertirse en facilitador del desarrollo de estos negocios y la lectura del
giro que están haciendo al reconocer el cambio de la sociedad.
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