Al escribir estas líneas hay dolor en mi corazón, es algo que mis ojos jamás olvidaran.
POR: PROFESOR HECTOR CRUZ
¿Qué orgullo de maestra?
Como enseña a sus niños, es una
fuente de inspiración, mirar sus caritas llenas de sonrisa y cariño.
En su despedida de diciembre les
dice; no se olviden de su maestra; que los quiere de corazón, quiero que mi
voz, resurja por siempre en sus oídos.
No les digo dios, sino hasta
siempre.
Adiós querida montaña de la
región amuzga de Guerrero, con una mirada a mi escuela Francisco Sarabia de
Cozoyoapan, dónde aprendí a ser maestra, portando el lema “PROGRESO Y CULTURA”
del Centro Regional de Educación Normal de Iguala, dónde adquirí sus sabios
conocimientos y sus principios, adiós secundaría técnica de Xochistlahuaca,
mirando hacia el cerrito de las flores; encuentro de los enamorados, adiós
escuela primaria Benito Juárez y secundaria Rubén Mora Gutiérrez de las Vigas
de la linda Costa Chica, que de eso nada tiene, porque es tan grande el amor
con que le canto, de donde retomo los versos de la poesía canto criollo de
Guerrero.
Feria de luz y alegría
Morena feria de amor,
Morena por tu color
Morena porque eres mía,
De tu boca de sandía
Voy a beberme el sabor,
Que me matan de calor
Tus ojos del medio día.
Adiós al gran Valle de México en
la región de Ecatepec, escuelas primarias; General Guadalupe Victoria, Niños
Héroes, y la siempre grandiosa, Victoriano Granados Basurto, dónde llegue para
quedarme, entre cariño, sonrisas, baile y canto de niños y padres de familia.
Maestra: Tu legado se quedó en
las aulas y en cada rincón de la escuela, pero lo más importante en el corazón
de los niños.
Una mirada retrospectiva a la
tierra que la vio nacer, Paso de Arena del corazón de la tierra Caliente
Guerrerense, tierra dónde dio sus primeros pasos, región que conoció allá en su
infancia, entre los parpados del Balsas, que ahora sus ojos dormidos ya no
volverán a ver, cruzar el rio Balsas en barcas de madera, donde al pasar por
Coyuca me detuve en el puente el paisaje a contemplar, me dijo adiós al irse el
pañuelo de una garza que sobre el rio Balsas se alzó para volar, ahora sí,
adiós Paso de Arena, después vendré a tu feria de música y placer. (Palabras del
corrido de Zirandaro).
En su recorrido por la vida,
conoció un lindo rinconcito de la costa chica de Guerrero, llamado San Juan de
las Palmas, donde el 27 de diciembre de 2020, de frente al cerro de Cotzalzin,
cerro sus ojitos para siempre, que ya dormidos, no volverán a mirar, para
quedar sepultados entre los parpados del rio y el mar.
DESCANSE EN PAZ.
Maestra Silvia Avilez
Yáñez
La tierra cubrirá tu cuerpo, pero
no así, tu memoria.
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