El mismo día en que firma el histórico plan de estímulos para afrontar el coronavirus, el presidente de EE UU recurre a la ley de Producción de Defensa porque el grupo automovilístico “estaba perdiendo tiempo”
El presidente de EE UU, Donald Trump, ha invocado la ley de Producción de Defensa, una norma que se remonta a la guerra de Corea, para obligar a General Motors (GM) a fabricar respiradores para asistir a los pacientes con Covid-19. Así lo ha anunciado en un comunicado el viernes por la tarde, después de acusar en Twitter al gigante de los automóviles de no hacer suficiente para cooperar en la producción del material médico necesario para combatir la pandemia. Poco después, Trump firmó el mayor paquete de estímulo económico de la historia del país, de más de dos billones de dólares, aprobado en el Senado y la Cámara de Representantes con el apoyo de ambos partidos.
La medida sobre General Motors ha sido el resultado de un tira y afloja con la compañía. “Acabo de firmar un memorando presidencial ordenando al secretario de Sanidad y Servicios Humanos que utilice cualquier autoridad disponible bajo la Ley De Producción de Defensa para requerir a General Motors que acepte, realice y priorice contratos federales para respiradores", dice el comunicado. "Nuestras negociaciones con GM sobre su capacidad de proporcionar ventiladores han sido productivas, pero nuestra pelea contra el virus es demasiado urgente como para permitir que continúe por su curso normal el toma y daca del proceso de contratación. GM estaba perdiendo tiempo”.
De su actividad en Twitter se deducía que el presidente podía acabar optando por esta medida de emergencia que finalmente tomó el viernes por la tarde, poco antes de firmar el paquete de rescate a la economía aprobado en el Congreso. “Como es habitual con ‘este’ General Motors, las cosas sencillamente parecen no funcionar nunca”, escribía el presidente en la red social. “Decían que nos iban a dar 40.000 de los tan necesitados respiradores muy rápidamente. Ahora dicen que solo serán 6.000, a finales de abril, y quieren un precio alto”. "Siempre es una chapuza con Mary B”, añadía, en referencia a Mary Barra, la consejera delegada de la compañía de automóviles.
No terminaban ahí las advertencias. “Invocar la P”, decía en otro tuit misterioso, para aclarar en el siguiente: “Invocar la P significa la ley de Producción de Defensa”. “¡General Motors debe abrir inmediatamente su estúpidamente abandonada planta de Lordstown en Ohio, u otra fábrica, y empezar a fabricar respiradores ya!”, insistía, aludiendo a una enorme planta que la compañía ha cerrado en el Estado del Medio Oeste del país. Pero, como le ha recordado el senador demócrata por Ohio Sherrod Brown, GM ha vendido la planta de Lordstown a una compañía de camiones eléctricos, algo que “el presidente debería saber si le importaran los trabajadores”.
El desabastecimiento de respiradores, necesarios para atender las afecciones pulmonares más graves producidas por el coronavirus, ha disparado la tensión entre el presidente y los gobernadores de los Estados más afectados por la crisis sanitaria. Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, Estado que concentra la mitad de los casos confirmados en el país y se ha convertido en uno de los epicentros mundiales de la pandemia, ha dicho públicamente que necesita 30.000 respiradores para atender el previsible flujo de pacientes que llegará a los hospitales en las próximas semanas.
Trump se venía resistiendo a invocar la ley de Producción de Defensa. “No somos un país que nacionaliza sus empresas”, dijo el domingo. “Llamen a alguien en Venezuela y pregúntenle cómo ha funcionado la nacionalización de sus empresas”. Pero la presión sobre Trump para que invocara la ley, que no implica en realidad necesariamente nacionalizar las compañías, crecía cada día. Son muchos los demócratas, incluidos Cuomo y la propia Nancy Pelosi, líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, que reprochaban a Trump no haber utilizado la legislación de manera más agresiva.
General Motors es la compañía que más ha avanzado en el esfuerzo por reaccionar a la repentina demanda de la maquinaria médica. Lleva a cabo el proyecto con Ventec, una pequeña empresa fabricante de respiradores de Seattle. La idea es acondicionar una planta de GM en Indiana para hacer crecer enormemente la producción de Ventec. Este mismo viernes han asegurado que podrán fabricar 10.000 respiradores al mes empezando en abril. Después de saber que Trump ha invocado la ley de Producción de Defensa, GM ha dicho en un comunicado que lleva más de una semana trabajando sin descanso con Ventec para producir, y que su compromiso “nunca ha flaqueado”.
Es Ventec la que negocia con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias el volumen de producción y el precio, según Associated Press, pero la agencia aún no ha proporcionado cifras y eso puede ralentizar la operación. “Quizá no necesitemos la activación completa [de la ley], ya veremos”, ha dicho Trump el viernes por la tarde en el Despacho Oval.
La ley de Producción de Defensa fue aprobada en 1950, al inicio de la guerra de Corea. Entre otras cosas, autoriza al presidente a obligar a las empresas a aceptar y priorizar contratos necesarios para la defensa nacional, así como requisar propiedades y forzar a la industria a expandir la producción y la oferta de recursos básicos e imponer controles de salarios y precios.
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