CIUDAD DE MÉXICO.
El 2 de mayo una joven cantante, Ana Lucía Salazar, denunció en sus redes sociales que en 1992 había sufrido abuso sexual por parte del Padre Fernando Martínez, director del Instituto Cumbres de Cancún, la escuela donde cursaba la primaria, tenía 8 años.
Dos días después, los Legionarios de Cristo, anunciaron que harían una investigación y la encargaron a la empresa estadounidense PRAESIDIUM, especializada en prevención de abuso sexual a niños y adultos vulnerables.
Hoy, 6 meses después publicaron el informe final de la investigación, presentan el historial de denuncias contra el Padre Martínez, que inician en 1969 y narran cómo el fundador y entonces Superior de los Legionarios, Marcial Maciel, las conoció y cómo las encubrió, cambiando al Padre Martínez a escuelas en Saltillo y Cancún.
El informe detalla que las víctimas de este padre eran niñas de entre 6 y 11 años y da cuenta de una investigación realizada por la propia congregación, de la que nunca se informó a autoridades civiles ni religiosas.
Pero esta vez no fue así, el informe de PRAESIDIUM se entregó al Vaticano y los Legionarios de Cristo se disculparon públicamente con las víctimas del Padre Fernando Martínez. El documento revela también que el propio Fernando Martínez fue víctima de abuso sexual por parte del Padre Maciel a los 15 años en los seminarios de Roma y Ontaneda en 1954. Los Legionarios hacen públicas las sanciones impuestas al Padre Martínez, hablan de reconciliación e incluso dan a conocer un correo y un teléfono donde pueden presentarse denuncias contra miembros de la congregación.
22 años después de las primeras denuncias públicas contra el Padre Maciel, durante tanto tiempo negadas y perseguidas, hoy parecen otros tiempos en la Legión de Cristo, pero en estos casos ninguna víctima ha denunciado ante las autoridades civiles, este tipo de delitos tienen prescripción entre 10 y 15 años, es decir, legalmente es complicado obtener justicia.
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