El inconformismo en el interior del partido oficialista es evidente. El hecho de que una colectividad con tanta historia no cuente a estas alturas del debate político con un candidato que tenga identificación con la militancia, a la Presidencia y sobre todo con los ciudadanos. Quienes hubiesen sido fichas claves en la carrera por Los Pinos —Enrique Ochoa Reza y Aurelio Nuño—, son una terrible loza con la que carga José Antonio Meade, en su camino por quitarse el lastre priista y del presidente de México, Enrique Peña Nieto. Hoy, ambos hacen parte, junto a Eruviel Ávila, en su figura de vicecoordinador buscar que salga de un maltratado tercer sitio, y lejos en las encuestas y del sentir ciudadano que no ven viable al candidato de Peña Nieto, de competirle de tú a tú, a un inquebrantable Ricardo Anaya, que a pesar de ser objeto de señalamientos, ha despegado; en cambio, Andrés Manuel López Obrador, parece que el gas se le está acabando ya que ha llegado a su tope y eso es peligroso, donde el candidato “Por México al Frente”, podría ser una “sorpresa” inesperada para la huestes morenistas, el próximo 01 de julio, donde se medirán en las urnas en busca de llegar al poder.
Sin embargo, también hay conciencia de que tener un candidato presidencial no es tan sencillo como soplar y hacer botellas, y que para eso se debe comenzar a construir una propuesta viable y seria para el país desde hace mucho tiempo. En medio de la resignación por lo difícil de esa posibilidad, pero con una actitud pragmática frente a la actual coyuntura electoral, surgen otras voces que plantean encontrar una amplia convergencia ante lo que consideran una oportunidad de la derecha de llegar al poder.
“No me ayudes compadre”, pareciera decir Meade cuando se enteró que “aquí está reunido el priismo real y profesional de siempre en Tabasco. En cambio, hay algunos que se van huyendo a Morena, son los prietos y a esos prietos les vamos a demostrar que son prietos pero ya no aprietan”, dijo el presidente del PRI. El momento fue captado en video y fue tuiteado en la cuenta oficial de Ochoa con el mensaje: “A los prietos de #Morena les vamos a demostrar que son prietos pero ya no aprietan”.
El tema fue como un balde de agua fría a la campaña de los tricolores, quienes con el hashtag #YoMero, creían que volverían a despertar, pero la irresponsabilidad de Ochoa Reza, deja a la candidatura oficialista en un “sin regreso” electoral.
Cuando hubo la candidatura de José Antonio Meade, muchos no estuvieron de acuerdo y el partido se dividió. Ahí pueden perder una opción importante para llegar a la Presidencia.
No obstante, lo que dicen varios de los congresistas es que el partido los ha dejado en una especie de “libertad” para apoyar a quien deseen en la coalición. Por ejemplo, podrían decidir entre “Por México al Frente” o por “Juntos haremos historia”.
La actual situación del partido rojo es de una colectividad profundamente dividida y cada uno de sus miembros concentra sus fuerzas en obtener los votos necesarios para ganar una curul en el congreso federal, local, alcaldías y gubernaturas. Como están las cosas, el priismo dividirá sus votos ante la desventaja de no ser una opción real de triunfo.
Pues ni modo, ni güeros, prietos, morenos, blancos creen en Meade; sus ideales y preferencias se dividiría entre los dos con opciones de ganar: Ricardo Anaya y López Obrador.
Así es como cada semana estaré compartiendo con todos ustedes mi columna.
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