Reforma Luterana

Al principio, la Iglesia no le dio demasiada importancia a las idead de Lutero, ni a sus ataques contra la doctrina de salvación a base de obras, pero muy pronto tuvo que reaccionar ante las noticias que se llegaban de Alemania, de que gran parte de la gente estaba desafiando el dominio de la Roma Papal.
Mediante escritos que la imprenta difundía en toda Alemania, Martín Lutero continúo atacando la venta de indulgencias y a la doctrina que sustentaba esta práctica. Lutero hacia un llamamiento a la nobleza Alemana para que le negaran obediencia al Papa y apoyaran una reforma de la Iglesia Católica alemana: afirmaba también, de acuerdo a su interpretación de la Biblia, que todos los cristianos eran sacerdotes sin necesidad de alguna ordenación especial y negaba la autoridad del Papa sobre toda la cristiandad. Lutero criticaba al igual, los numerosos sacramentos de la Iglesia Católica, reduciéndolos a solo dos, que él pensaba eran bíblicamente fundamentados y afirmaba también que los poderes civiles debían tener autoridad política sobre la Iglesia Católica. Todo esto iba más allá de la doctrina de la salvación por la fe y se tomo como una autentica amenaza para la Roma Papal. Finalmente. El Papa declaro a Lutero un hereje y lo excomulgo, es decir, lo separo de la comunidad de la Iglesia Católica.
En el año 1521, el recién elegido emperador Carlos V convoco una Dieta en la ciudad de Worms e invitó a Lutero a asistir a la Dieta para que así pudiera explicar su postura. Muchos advirtieron a Lutero que se podía tratar de una trampa, pero Lutero estaba decidido a asistir pese a todos los peligros. La Dieta se celebro y Lutero expuso su doctrina ante el mismo Carlos V, pero este no quedo convencido por Lutero y, en cambio, hizo una declaración de lealtad y fidelidad a los principios de la Iglesia Católica. A partir de ese momento, la dinastía de los Habsburgo se convertiría en la primera defensora de la Iglesia Católica contra los protestantes. Como los Habsburgo eran también reyes de España, la defensa del catolicismo se convirtió en una de las bases de la identidad española, durante siglos.
Varios seguidores de Lutero comenzaron a decir que se debían destruir las pinturas, estatuas e imágenes religiosas, que los sacerdotes debían de tener el deber de casarse, y no solo afirmaban que la Iglesia cristiana no debía tener propiedades sino, según sus interpretaciones de la Biblia, que todos los cristianos debían de tener las mismas propiedades y bienes y que, por lo tanto, se debía de abolir la propiedad privada y repartir todos los bienes entre los integrantes de la comunidad cristiana. La alta nobleza creo un gran ejército el cual derroto brutalmente a estos protestantes sublevados en una sola batalla. La represión fue durísima y miles de protestantes fueron ejecutados con extrema crueldad; entre ellos se encontraba el dirigente más importante de esta reforma radical, Thomas Müntzer.
Lutero apoyó desde el inicio a la nobleza, ya que pensaba que su autoridad era legítima y que su apoyo era indispensable para el triunfo de la reforma de la Iglesia cristiana. Durante estos años, Carlos V no podía intervenir en Alemania, pues seguía en guerra con Francia y sus compañías contra los turcos, pero en el año 1529 consiguió un periodo de paz con Francia lo que le permitió ocuparse de la situación en Alemania. Ese mismo año, Carlos V convoca a una Dieta en la ciudad de Spira y en ella intenta convencer a los nobles que ya se habían convertido al luteranismo, para que se sometan a la autoridad del Papa, pero los príncipes y señores luteranos se niegan y protestan en la convocatoria de la Dieta, y a causa de esta protesta los católicos los comienzan a llamar con el nombre de Protestantes.
En el año 1530, Carlos V convocó otra Dieta en la ciudad de Augsburgo en la que intentó que los luteranos y los católicos se pusieran de acuerdo en aceptar una doctrina cristiana común que superara la división religiosa. Lutero fue invitado de nuevo a asistir, pero se negó y envió en su lugar a su discípulo Philipp Melanchthon. Los esfuerzos de Carlos V en la Dieta fueron inútiles, Melanchthon se negó a cualquier acuerdo y en su lugar los protestantes reclamaron la llamada Confesión de Augsburgo, en la cual exponían sistemáticamente todos los principios de su doctrina. Los partidarios del Papa, sin quedarse atrás, redactaron también su compendio doctrinal, de modo que la cristiandad occidental se había dividido irremediablemente.
Lutero muere en el año 1546 mientras Carlos V preparaba en Alemania una campaña contra la liga de Esmalcalda, defensora del protestantismo. Carlos V presento su campaña no como una guerra en contra de los protestantes, sino como un castigo a los nobles que se habían rebelado contra su emperador. El ejercito de Carlos V derroto a la liga de Esmalcalda en el año 1547 en la gran batalla de Mühlberg. Parecía que el triunfo de Carlos V era total ya que toda Sajonia fue ocupada por las tropas del emperador germánico.
Carlos V se proponía ahora a encontrar una solución a la división religiosa de Alemania, pero su triunfo había asustado a todos los nobles de Alemania tanto a los católicos como a los protestantes, quienes temían que el emperador se volviera demasiado poderoso. Todos estos nobles posteriorment



e, forman en secreto una alianza en contra de Carlos V anulando las ventajas conseguidas en la victoria de Mühlberg.
En un momento en que Carlos V se encontraba en Alemania sin tropas españolas, los nobles alemanes aprovechan y se rebelan contra el, por lo que Carlos V tuvo que escapar hacia Italia, mientras su poder se derrumbaba en Alemania.
Carlos V se vio obligado a aceptar las condiciones de los nobles rebeldes y en el año 1555 firmo la paz de Augsburgo. Según esa paz, cada príncipe alemán podía profesar la religión que eligiera sin que el emperador lo pudiese impedir, sin embargo, todos los vasallos de un noble tenían que tener esa misma religión. Finalizaba así el sueño de Carlos V de mantener la unidad religiosa en su territorio.