La base teórica en el mundo académico es que los IEPS son impuestos indirectos que intentan inhibir y disminuir el consumo de productos no deseables para la sociedad, o buscar una recaudación adicional que le permita al estado y sus instituciones enfrentar y combatir los efectos nocivos que se producen al consumirlos, pongo algunos ejemplos; el consumo de tabaco, alcohol, alimentos chatarra o gasolinas, ya que es evidente que el tabaco trae con su consumo enfermedades como enfisema pulmonar y cancer, los alimentos chatarra traen diabetes, hipertensión, obesidad, o la gasolina tiene como consecuencia la contaminación del medio ambiente, daño a la naturaleza etc, por eso es preciso buscar una política pública que disminuya su consumo, o como había dicho antes, obtener recursos para que las instituciones puedan enfrentar y corregir sus efectos nocivos.
El estado mexicano gasto en sus instituciones de salud más de 80,000 millones en 2014 para atender los problemas ligados a la hipertensión, diabetes y obesidad, y así sucede en cada caso aquí mencionado, si esos productos causan problemas sociales, o se disminuye su consumo o pagan impuestos adicionalmente para corregir lo que ellos provocan.
El consumo de gasolina es uno de ellos, y es correcto que la sociedad impulse la adopción de energías limpias y renovables, que eviten la contaminación, conservemos recursos no renovables y mejoremos el medio ambiente.
Por otro lado, en materia fiscal, el IEPS en gasolinas en México fue un gasto fiscal, no servía para recaudar sino para subsidiar el precio de las gasolinas, ya que en nuestro país, debido a una errónea y deliberada política energética, no nos preocupamos por aumentar nuestra infraestructura y tecnología ni como agregar valor a nuestro petróleo, entre otras cosas no desarrollamos la planta productiva para transformar nuestro crudo en gasolinas, plantas refinadoras, por lo cual la mayor parte de la gasolina que consumimos la importamos de distintos lugares del mundo, mucha de Estados Unidos, aunque no toda, incluso alguna viene de la India, por lo que el precio tiende a subir, casi toda entra por la frontera norte pegado al Atlántico ya qué ahí se encuentran nuestros oleoductos y gasoductos que hemos construido, por cierto nos faltan aún muchos, puesto que en distintos lugares, sobre todo el norte y el Pacífico lo llevamos en pipas, privadas, propiedad de viejos caciques y beneficiarios del régimen, como los Figueroa, los Hank González, los Loret de Mola, o los Sansores Pérez que cobran 15 veces más Caro su trasporte que si fuese por ductos, todo esto impacta en los precios y en la diversidad de los IEPS regionales para beneficio de unos cuantos. En resumen, producimos petróleo, pero pagamos por qué nos lo trasformen y nos vendan sus derivados mucho más caros.
También influyó durante muchos años que el precio del petróleo estuvo muy elevado, y si la materia prima es cara el producto final también, si sube el tomate, el puré de tomate también, estando el barril de petróleo a 100 o más dólares la gasolina no podía ser barata, más si no la refinamos nosotros y pagamos altos fletes por su traslado.
Esa era la causa por la cual los impuestos en gasolina no fueron recaudatorios en muchos años, sino al revés, fueron un subsidio, la gasolina la compraba nuestro país en el extranjero más cara y aquí se vendía más barata, en 2011, 2012 y 2013 el subsidio llego a ser de alrededor de 200 mil millones de pesos anuales en promedio, que pudieron ser cubiertos por qué los precio del petróleo eran muy altos y teníamos una plataforma de producción también alta, no como ahora, que al mismo tiempo que baja el precio, baja nuestra producción.
Ante esta situación el gobierno impulso una política para cerrar la brecha entre lo que nos costaba comprar y transportar gasolina y diésel afuera, y venderla adentro, e inició un "deslizamiento" a la alza del precio. En ese trayecto la tendencia fue que mes con mes se subía ligera pero consistentemente su precio; al mismo tiempo ocurrió el fenómeno de que los países árabes, sobre todo Arabia Saudita, aumento su producción ante la política irresponsable de Estados Unidos de utilizar métodos deprecatorios de extracción de petróleo y gas que aumentaban su producción y por lo tanto aumentaron su oferta y bajaron el precio del crudo de más de 100 dólares a menos de 50, con la diferencia de que ellos que tienen su petróleo a sus pies les cuesta sacarlo a cuatro dólares el barril y acá es mucho más costoso, en aguas profundas llega a valer 40 dólares extraerlo.
Esto afecto severamente nuestros ingresos por venta de petróleo crudo, que impuso la necesidad del gobierno de recortar su gasto.
contradictoriamente paso otro fenómeno, si baja el petróleo, baja internacionalmente el precio de la gasolina, pero en México no fue así, al contrario, se continuó subiendo todos estos meses su precio como se planeó antes de que cayera el precio del crudo, y por esa razón lo que hace años fue un gasto fiscal, o subsidio, ahora el gobierno mexicano lo convierte en una de sus principales fuentes recaudatorias, hace pocos años subsidiábamos hasta en 200 mil millones, y hoy se pretende recaudar una cifra similar por su aplicación.
Estamos en una disyuntiva que debemos de analizar con cuidado, la izquierda no pretende en ningún lugar del mundo que el estado este débil, que no recaude, al contrario, para combatir la desigualdad social y la enorme concentración de la riqueza el gobierno debe ser un factor de redistribución del producto nacional, recaudar de quien más tiene y ayudar a quien es más débil socialmente; construir las
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