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miércoles, 9 de septiembre de 2015

Ayotzinapa, versiones contrapuestas

POR PABLO HIRIART






La postura políticamente correcta es decir que el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la “verdad histórica” que en su momento dio a conocer la PGR se complementan. Sin embargo, no es así. O es una o es otra.

¿Guerreros Unidos quemó a los 43 normalistas después de haberlos asesinado en los basureros de Cocula, como informó la PGR encabezada por Jesús Murillo Karam, o eso es falso como sostiene el GIEI?

Alguien miente. O se equivoca.

Las actuales autoridades de la PGR han dicho que el informe del GIEI viene a complementar la investigación que en su momento hicieran los peritos y fiscales de esa institución. No es así. La nueva narración de los hechos es opuesta a la que hasta el domingo era la versión oficial.

El centro del problema es eminentemente científico: ¿se pueden incinerar cuerpos y reducirlos a escombros en menos de un día, para tirarlos al río?

Dice el experto en incendios contratado por el GIEI (financiado por el gobierno mexicano) que no. Que se hubieran necesitado 30 toneladas de madera y 13 toneladas de neumáticos, además de muchos miles de litros de diésel.

Los especialistas que en su momento asistieron a la PGR dijeron que sí, y su opinión fortalecía lo confesado por los asesinos materiales de los normalistas que narraron con lujo de detalles cómo se deshicieron de los cuerpos.

El único “nuevo peritaje” que cabe es que otras autoridades científicas digan cuál de las dos versiones es la correcta. No hay nada de complementario en decir que los 43 fueron incinerados y otra conclusión que diga que eso es materialmente imposible.

Si el gobierno acepta –como lo hace– la versión del GIEI, toda su investigación previa está en duda.

¿Por qué están 110 personas presas por el secuestro y asesinato de 43 normalistas, si los hechos no son como lo informó la PGR?

Están presos porque Guerreros Unidos los recibió de manos de agentes policiacos de Iguala y de Cocula, y procedieron a torturarlos, a matarlos, a incinerarlos y a esparcir sus restos en el río.

¿Eso no es cierto, como afirma el GIEI? Entonces, ¿bajó qué argumento están presos?

Los huesos que en los laboratorios de la Universidad de Innsbruk afirmaron, luego de pruebas de ADN, que correspondían al normalista Alexander Mora, ¿qué papel juegan en todo esto?

Si no fueron quemados y arrojados al río los restos de los normalistas, ¿de quién son esos huesos que las pruebas de ADN dicen que pertenecían a Alexander Mora?

El quinto autobús que habría sido secuestrado por los normalistas el 26 de septiembre, ¿estaba o no estaba en el expediente de la PGR?

De acuerdo con el GIEI no había registro de su existencia en las indagatorias oficiales. ¿Por qué lo ocultó la PGR? Y si estaba, ¿por qué la actual PGR responde de manera ambigua, ni sí ni no?

Son dos versiones contrapuestas que nada tienen de complementarias, y los padres de esos muchachos, y el país, necesitan la verdad.

Twitter: @PabloHiriart



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