* Inseguridad, tema insalvable en campañas
* El Mexiquense cumple hoy sus quince años
* Trato cordial de Sergio Díaz al magisterio
Por I. León Montesinos
LOS QUINCE AÑOS DE EL MEXIQUENSE.- Hoy, El Mexiquense cumple sus Quince Años, y aunque ya no es necesario presentarlo ante la sociedad, es menester enviar mis más sinceras felicitaciones y un abrazo fraternal a mi amigo Juan Manuel Padrón Lara y a su equipo de colaboradores a quienes luego de tantos años de bregar en el mismo sentido, considero más que mis compañeros de oficio, mis amigos.
Como un pequeño homenaje a mis colegas de Mexiquense, y a todo el gremio periodístico, citó parte del discurso de Francisco Zarco ante el Congreso Constituyente, el 25 de julio de 1856:
“Después de descender a pormenores reglamentarios y que tocan a las leyes orgánicas o secundarias, establece como límites de la libertad de imprenta el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública. A primera vista esto parece justo y racional; pero artículos semejantes hemos tenido en casi todas nuestras constituciones, de ellos se ha abusado escandalosamente, no ha habido libertad y los jueces y los funcionarios todos se han convertido en perseguidores.
"¡La vida privada! Todos deben respetar este santuario; pero, cuando el escritor acusa a un ministro de haberse robado un millón de pesos al celebrar un contrato, cuando denuncia a un presidente de derrochar los fondos públicos, los fiscales y los jueces sostienen que cuando se trata de robo se ataca la vida privada y el escritor sucumbe a la arbitrariedad.
"¡La moral ! ¡Quién no respeta la moral! ¡Qué hombre no la lleva escrita en el fondo del corazón! La calificación de actos o escritos inmorales la hace conciencia sin errar jamás; pero, cuando hay un gobierno perseguidor, cuando hay jueces corrompidos y cuando el odio de partido quiere no sólo callar sino ultrajar a un escritor independiente, una máxima política, una alusión festiva, un pasaje jocoso de los que se llaman colorados, una burla inocente, una chanza sin consecuencia, se califican de escritos inmorales para echar sobre un hombre la mancha del libertino.
"¡La paz pública! Esto es lo mismo que el orden público. El orden público, señores, es una frase que inspira horror; el orden público, señores, reinaba en este país cuando lo oprimían Santa Anna y los conservadores, cuando el orden consistía en destierros y en proscripciones! ¡El orden público se restablecía en México cuando el ministerio Alamán empapaba sus manos en la sangre del ilustre y esforzado Guerrero! El orden público, como hace poco recordaba el señor Díaz González, reinaba en Varsovia cuando la Polonia generosa y heroica sucumbía maniatada, desangrada, exánime, al bárbaro yugo de la opresión de la Rusia! El orden público, señores, es a menudo la muerte y la degradación de los pueblos, es el reinado tranquilo de todas las tiranías! ¡El orden público de Varsovia es el principio conservador en que se funda la perniciosa teoría de la autoridad ilimitada!”
No hay un sólo candidato de Ecatepec, del Estado de México y del país que no escuche como persistente reclamo la falta de seguridad que padecen los millones de potenciales electorales que este siete de junio definirán el rostro legislativo para la segunda mitad del sexenio.
Estados como Tamaulipas, Jalisco y Guerrero siguen a fuego cruzado de las bandas delincuenciales que amenazan con abortar los comicios federales en regiones donde siguen imponiendo su ley; hace apenas unos días 30 habitantes de Chilapa de Álvarez, Guerrero, fueron desaparecidos por un comando de 300 hombres armados que dijeron ser miembros de las “guardias comunitarias”, y en Tlacotepec, murieron 10 personas más y 20 resultaron lesionadas a consecuencia de enfrentamientos entre grupos de sicarios, según manejaron las versiones oficiales.
No son pocos los candidatos y precandidatos de todos los partidos, que han sido asesinados por el crimen organizado en los cuatro puntos cardinales del país, lo que habla del grado extremo de violencia que se vive en México y la desesperación social por saberse a merced de estas poderosas mafias que siguen retando al Estado.
Indudable que más allá de quiénes sean los ganadores en las elecciones intermedias de junio próximo, deberá existir un inexcusable trabajo en común para hacer frente a una desatada delincuencia. Para la clase política en su conjunto, enfrentar a los desenfrenados cárteles es cuestión de su propia supervivencia.
No hay un solo partido que pueda adjudicarse el derecho a lanzar piedras al vecino en este escabroso asunto: ninguno está libre de pecado y por dónde se le mire, un sinfín de políticos -- de todas las siglas conocidas--, siguen debiendo el financiamiento de sus carreras y campañas políticas a estas mafias. El problema es que ahora los excesos han llegado al límite de obstruir la más mínima convivencia social, colocando a la barbarie por encima de las propias instituciones de gobierno.
Esperemos pues que aquí en Ecatepec, como en el resto del país, quienes obtengan el triunfo en las urnas, apliquen un verdadero golpe de timón en materia de seguridad pública porque la sociedad ya está cansada de ser agredida, esquilmada y amenazada por estos grupos delincuenciales a los que los cuerpos de seguridad no les han hecho mella alguna.
Por cierto que hablando de asuntos electorales, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, vino a reafirmar lo que este columnista señaló hace un par de semanas en torno a la mentalidad de nuestros altos funcionarios, cuando abordé los excesos del ex Director de la Conagua. Transcribo dos párrafos de lo señalado tras su renuncia:
“El amigo del presidente Peña Nieto y ex Director de Conagua, David Korenfeld Federman, abandonó el cargo dejando tras de sí una estruendosa carambola de tres bandas, cuyos puntos se suman…pero en contra de la actual administración federal.
Por un lado, mostró la mentalidad empresarial que priva en buena parte de los integrantes del primer círculo del poder, que se sienten dueños y señores del país, casi como si les hicieran un favor, con estar en sus cargos, a los 120 millones de apabullados mexicanos que deben aguantarles, y pagarles con sus impuestos, sus desplantes y grotescas soberbias”.
Y en efecto, esa mentalidad empresarial acrecentada en el caso de Córdova con el síndrome de la intolerancia es , para desgracia nacional, la que permea a muchos altos funcionarios que como nuestros legisladores federales, han perdido el piso de la realidad social que impera en México.
Más allá de la probable confabulación en su contra, sacada a la luz pública por la filtración de sus conversaciones privadas, lo grave de todo esto es que el contenido de las mismas nos habla del torcido perfil de quién tiene en sus manos nada menos que el arbitraje de los comicios en México; es decir, el responsable de cuidar la democracia nacional.
¿Quién puede negar que detrás de la aparente imagen de un Lorenzo Córdova institucional y conciliador se oculta un personaje con tendencias racistas y discriminadoras?
Me recuerda un comentario vertido en su cuenta de Facebook por un jovenzuelo de baja estofa, Carlos Gorocica, integrante del PAN en Baja California Norte, que se pitorreó de la inhumana explotación de los jornaleros de San Quintín: “Que estudien si quieren ganar más, de que sirve matarte estudiando si un jornalero quiere ganar 300 pesos” , escribió el ignorante mozalbete.
Al mofarse de un líder indígena, calificando de “Gran Jefe Chichimeca, Toro Sentado”, Córdova demuestra no ser la gente idónea para desempeñar un cargo de tal importancia. Su insulto a millones de indígenas que pelean su legítimo derecho a ser escuchados y a tener una representación en el Congreso, no se enmienda con disculparse. Eso no cambia en nada su mentalidad.
Y si bien es cierto que detrás del golpeteo pueden estar intereses fácticos que buscan que el desbocado Partido Verde no sea sancionado como marca la ley, el presidente del INE ha perdido además de credibilidad todo peso moral para ser el árbitro de la democracia en México. Su descubierta forma de pensar es otro botón de muestra del verdadero rostro de quienes nos gobiernan.
RECONOCE SERGIO DÍAZ LABOR DEL MAGISTERIO.- Como parte de la celebración del Día del Maestro, el alcalde Sergio Díaz Hernández, rindió un homenaje a los profesores de los subsistemas federal y estatal, razón por la que los pasados días 13 y 14 de mayo, el Centro Cívico de Ecatepec recibió a más de seis mil mentores desde el nivel básico hasta el superior, en dos sendos festejos donde el gremio magisterial departió el pan y la sal con autoridades educativas y sindicales , entre las que se contó al titular de Educación, Cultura y Deporte del Ayuntamiento, Jorge Luis Zúñiga Jiménez, lo mismo que al profesor Mario Alberto Cervantes Palomino, quien acudió en representación del Secretario General de la Sección 36 del SNTE, Héctor C. Ánimas Vargas; de igual forma, asistieron la maestra María Julia Castañeda Santana, Subdirectora de Educación Primaria en la Región Ecatepec; y la profesora María de Lourdes Sánchez Luna, Subdirectora Regional de Educación Básica en el municipio.
Los eventos fueron amenizados con grupos musicales y se rifó en cada uno de ellos: 15 laptops; 15 tablets; 15 minicomponentes; 7 pantallas y un automóvil.
Nuestro correo: garrasleo6@yahoo.com.mx
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