Qué 50% de tortillerías en Ecatepec son “clandestinas”

Por Beda Peñaloza

De las aproximadamente 1,500 mil tortillerías que existen en el municipio de Ecatepec, 700 operan clandestinamente, sin pagar impuestos ni el consumo de energía eléctrica, entre otros, debido a la falta de un reglamento cuya aprobación “ha sido detenida de manera tramposa por síndicos y regidores de todas las administraciones”, aseguró Gerardo Mayoral Moctezuma, presidente de la Federación de Industriales de la Masa y la Tortilla.

El dirigente de ese sector, que aglutina a unos 700 establecimientos, destacó que desde hace 15 años la industria en esta demarcación ha venido operando sin control “por culpa de servidores públicos tramposos, que entre ellos hacen sus amarres e intercambian favores, incluidos representantes del PRD en el cabildo”.

“Alcaldes, síndicos, regidores, todos son unos pinches tramposos que no quieren sacar un nuevo reglamento porque pierden, tienen muchos intereses; y aquí los únicos afectados somos el comercio formal y los ciudadanos”, expuso.

Dijo que “si hay 500 o 600 establecimientos que están en orden, son muchos, porque el resto no paga luz, se la roban; otros no cubren impuestos ni a golpes y todo se va arreglando con dádivas a inspectores, que a veces son más altas que si estuvieran al corriente, pero todo esto por falta de un reglamento que ha sido detenido en el Cabildo”.

“Tenemos desde hace 15 años con esta situación de clandestinaje; es una aberración y todo por culpa de síndicos y regidores, junto con alcaldes, que al principio de cada trienio se favorecen entre sí, y ahora tenemos que se instalan casi 470 tortillerías nuevas porque el pueblo está muy jodido y hay que salir al paso, afectando a todo el gremio”, refirió Mayoral Moctezuma.

Mencionó que además de la ausencia de nuevas normas que permitan hacer frente a la situación, las autoridades locales y de sanidad han dejado de hacer su trabajo.

“Las dependencias de verificación y de protección civil, así como las de salud, por ejemplo, sólo piden relaciones de los locales, pero jamás se paran en ellos para otra cosa que no sea para extorsionar, jamás para ver que se cumplan las condiciones de riesgos ni de sanidad, a pesar de que son focos de infección”, afirmó.

“Su labor de campo, ahí donde están los problemas, deja mucho que desear; son servidores públicos muy perezosos; ha habido mucha apatía en esto y se ha creado un círculo vicioso que requiere romperse para poner fin a años de indolencia y de clandestinaje amparado por los propios síndicos, regidores y presidentes municipales”, expresó.

“¿Hasta cuándo va a durar esto? No lo sabemos, pero ya es hora de que se pongan la pilas, de que se revise y apruebe un nuevo reglamento y no se siga jugando más con esto, que no se hagan patolines”, remarcó, y advirtió que están preparando movilizaciones para forzar a dar certeza legal a la operación de estos establecimientos.