Reforma laboral, retroceso histórico
Ecatepec y sus tétricas sirenas de alerta
Ecatepec, Méx.- De espaldas a millones de trabajadores, diputados del PAN, PRI, la rémora llamada Partido Verde, e “ilustres” miembros del PANAL como el junior Fernando Bibriesca, hijo de Martha Sahagún, aprobaron la Reforma Laboral de Felipe Calderón marcando un franco retroceso histórico a las conquistas plasmadas a favor de la clase obrera en el artículo 123 constitucional.
En una sesión donde los priístas terminaron por dar pena ajena, y alegaron como Manlio Fabio Beltrones, “violencia legislativa”, la derecha se alzó con una ignominiosa victoria a favor de la clase empresarial y del proyecto de la economía neoliberal que ya ha causado estragos en países como Grecia y España.
Tras el recuento de la calamitosa aprobación, cabe preguntarse de quién recibieron los legisladores del PRI la línea para acuchillar de forma ruin, cobarde y a mansalva, el futuro de millones de familias de escasos recursos.
Lamentable y vergonzoso que los supuestos “representantes populares” del Revolucionario Institucional hayan terminado por hacerle el trabajo sucio a Felipe Calderón, el abortado “Presidente de Empleo”, que se dedicó a golpear a los sindicatos y a los trabajadores en todo su gobierno, que llevó al extremo de la ruina total al nivel de vida de los mexicanos y que sumó en su gobierno 12 millones más de habitantes en pobreza extrema. Gracias a Calderón, ahora ya no son 40 sino 52 los millones de mexicanos apenas y medio comen una sola vez al día, aunque algunos como los rarámuris de la Sierra Tarahumara, hayan estado a punto de morirse de hambre.
En el constituyente de 1917, hubo legisladores que desde la tribuna lucharon porque el millón de vidas que se perdió en el movimiento armado de 1910, no fuera un sacrificio en vano; sólo los ignorantes que no se han asomado siquiera a la historia de este país, pueden desconocer los orígenes que dieron paso a artículos como el 27 o el 123.
De un junior sátrapa de la ínfima ideología y calidad moral de Fernando Bibriesca, que llegó a ocupar ilegítimamente una curul en San Lázaro, puede aceptarse una posición tan inconsciente y antipatriótica, pero de legisladores como Manlio Fabio Beltrones, que quiso ser el candidato presidencial de su partido, o de gente como Jesús Murillo Karam, sencillamente no puede concebirse semejante salvajismo parlamentario en contra de los que menos tienen.
Manlio Fabio, adujó “violencia” de algunas legisladoras de la izquierda, pero habrá que preguntarle: ¿y no es una violencia más vil atentar contra el ya de sí fragmentado nivel de vida de millones de familias? ¿No es una cobardía y un acto de totalitarismo, casi fascista, imponer cambios a la ley laboral sin tomar en cuenta a los directamente afectados?
Bajo tal óptica estaríamos hablando de que el modelo económico del próximo gobierno no variará y por el contrario tenderá a reafirmar el modelo neoliberal que en todo el mundo está haciendo agua, al llevar a niveles de pobreza extrema a millones de personas. Por el ángulo que se le vea, son los priístas los directamente responsables de la felonía parlamentaria; los panistas salen ganando de todas todas pues sin la colaboración del tricolor su iniciativa preferente no hubiera salido adelante. Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata. Estamos seguros que quienes depositaron su voto a favor del PRI, no esperaban una acción de esta naturaleza.
Y seguramente ése monumental engaño del PRI hacia los mexicanos tendrá sus consecuencias políticas al mediano plazo, pues el supuesto nuevo priísmo ha terminado por dejar intactos en el asunto de la Reforma Laboral, los privilegios de sus caducos sindicatos corporativos como la CTM, la CROC y la FSTSE, al anular la democratización de los sindicatos y la transparencia de sus recursos a favor de sus eternizados líderes, muchos de ellos instalados cómodamente como diputados y senadores.
Pero en su lado más oscuro, ha terminado por traicionar no sólo a los que menos tienen sino a sus propias raíces históricas que le dieron vida como un partido de vanguardia que encabezó muchas de las conquistas sociales del siglo pasado. Ahora sucede que el PRI del nuevo milenio que retornará a Los Pinos en diciembre próximo es un partido que olvidó a los mártires de Cananea y Río Blanco, y aquellos miles de trabajadores que a principios del siglo pasado, pagaron con su sacrificio y su sangre, el costo para que la clase trabajadora de nuestro país tuviera derecho a un salario justo, una jornada de trabajo de ocho horas, una estabilidad laboral, y una seguridad social que le garantizara el bienestar de su familia y una jubilación digna. De ese PRI ya no queda nada. Y menos de la sensibilidad social que mostraron muchos de sus miembros antes de la llegada al poder de la tecnocracia, bajo la persona del gris y anodino, Miguel de la Madrid.
Fundamentalismos, como ahora los califica, cínicamente y a la ligera, Manlio Fabio Beltrones, que sin embargo hoy cobran mayor vigencia ante la avalancha de injusticias laborales cometidas en contra de las nuevas generaciones de trabajadores como lo han sido las permitidas “outsorcings” –subcontrataciones--, tan conocidas por nuestros jóvenes a los que se les contrata por temporada, sin derecho a ninguna prestación social, y la violación sistemática a los derechos de los mineros que siguen muriendo en los socavones por falta de seguridad ante la complacencia de las autoridades.
Recuerdo que hace unos años se puso de moda un cartelón utilizado en las marchas de protesta en nuestro país en donde se leía: “SALARIO MÍNIMO AL PRESIDENTE, PARA QUE VEA LO QUE SE SIENTE”. Ahora, sería propio elaborar otro que rezara: “SALARIO DE SIETE PESOS A LOS LEGISLADORES, POR TRAIDORES”.
En el terreno del sentido común, hay una frase que dice: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti mismo”. Pero esto no fue tomado en cuenta por los legisladores de los perdularios partidos que dieron luz verde a la Reforma Laboral, por lo que ahora todo el pueblo de México debe preguntar a los diputados que cómodamente alzaron el dedo para afectar a millones de familias, si estarían dispuestos a que ellos, sus hijos y familiares trabajen, en aras de la supuesta productividad, bajo las condiciones laborales impuestas por ellos mismos. Por supuesto que no lo aceptarían pues es muy cómodo tener una dieta superior a los 100 mil pesos mensuales, más viáticos, compensaciones, pago de asesores y otras jugosas prestaciones, olvidándose de que millones apenas y subsisten con los micro salarios vigentes.
Difícilmente nuestra economía saldrá adelante con una sociedad más empobrecida, sin capacidad de consumo, y orillada por la marginación y la desesperación, a los linderos de la delincuencia organizada. Lamentable saber que los ciclos históricos se repiten y ahora los trabajadores del nuevo milenio habrán de iniciar una nueva lucha, cuesta arriba, en la defensa de sus derechos, como lo hicieron sus antepasados, hace un siglo. El sinsentido político que va prohijando los grandes y cruentos movimientos sociales como los que se gestan ya en naciones como España. Que no se quejen los legisladores de “violencia parlamentaria” cuando ellos son los responsables de engendrar una de mayores dimensiones como lo es la violencia social.
COMENTARIOS A UN ECATEPEC EN LLAMAS.- Lo publicado por Mexiquense hace unos días, debe ser motivo de honda reflexión por parte de quiénes, en breve, habrán de tomar las riendas de la nueva administración municipal. La inseguridad amenaza con paralizar a Ecatepec, donde se repiten cuadros de violencia cotidiana antes vistos en municipios como Neza, donde la influencia y control de La Familia Michoacana, han convertido en un auténtico infierno la vida cotidiana de miles de habitantes.
Ecatepec ya se sitúa en el nada honroso lugar de competir en la nota roja de los medios con Nezahualcóyotl; la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ubica a nuestra demarcación como uno de los sitios donde más se cometen abusos policiacos, y en contrasentido, aumentan los hechos violentos, los robos en el transporte público y a casa habitación.
Las células del narco no sólo van en aumento en sus labores de distribución sino en otros delitos como las extorsiones. Los ecatepequenses han perdido la tranquilidad al extremo de pedir que el ejército patrulle las inseguras calles del municipio como ya sucede en otras zonas de la entidad. Las tétricas sirenas de alerta ya rezumban por todos sus pueblos, barrios y colonias.
No hay vuelta de hoja: el reclamo mayor de la sociedad es la atención al problema de la inseguridad. ¿Qué estará pasando por la mente de Pablo Bedolla cuando reflexiona sobre tan grave problemática? ¿Cómo pensará enfrentar a esta hidra de mil cabezas que se reproduce geométricamente?
Agradecemos sus comentarios a nuestro correo electrónico: garrasleo6@yahoo.com.mx
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