Directorio

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lunes, 17 de septiembre de 2012

TEMA LIBRE

Por I. León Montesinos

Antidoping a políticos y funcionarios

Narcopolítica, la nueva realidad nacional

Calderón finiquita mandato dando tumbos


No sé si usted coincida conmigo pero opino que va siendo hora de que en el nuevo proyecto de reforma política se incluya como requisito insalvable que todo aquel que aspire a ocupar un cargo público de cierto nivel, o de representación proporcional, se someta además de una acuciosa investigación de su persona, negocios y bienes, a la prueba del antidoping. ¿Por qué lo digo? Sencillamente porque las abrumadoras evidencias de la relación de muchos personajes de la política nacional, estatal o local con el narco están a la vista de todos, sustrayendo nuestra capacidad de asombro al convertir las informaciones que a diario se vierten en los medios sobre estos penosos tópicos, en notas costumbristas.

Apenas ayer domingo en que debían tomar posesión en el Estado de Sonora un nuevo alcalde y un flamante diputado, tanto el Congreso Local como el cuerpo edilicio del municipio de Fronteras, se quedaron esperando a políticos como Eduardo Castro Luque, legislador del PRI que fuera acribillado a tiros a las puertas de su hogar en el municipio de Cajeme, sitio en donde se libra una feroz disputa entre el Cártel de Sinaloa y el de los Beltrán Leyva; tampoco tomó posesión el panista Arturo Reyes Trujillo, presidente municipal electo de Fronteras y que fuera detenido hace unos días por agentes de la PGR por una investigación de nexos con el narco realizada por la DEA.

Alcaldes y políticos de todos niveles han sido ejecutados en circunstancias poco comunes y por demás sospechosas, como sucedió también con el ex diputado local del PAN de Nuevo León, Hernán Belden Elizondo, y a quien el alcalde del municipio más rico del país, el de San Pedro Garza García, dijo a los medios que el hoy occiso tuvo tiempo de avisarle que estaba siendo “levantado”. Como declaró a los medios el también edil panista, Mauricio Fernández Garza, Hernán Belden tenía planeado reunirse con él antes de su fatal tragedia.

Ya no son únicamente sicarios rivales y jefes policiacos que intentan jugar “a dos bandas”; es decir, sirviendo a varios cárteles, los que caen en el campo de la desatada guerra, sino políticos de TODOS LOS PARTIDOS, los que pagan el precio de vender su alma y su posición política al diablo, personificado en el crimen organizado.

En la pasada legislatura el país vio asombrado como el narcodiputado del PRD por Michoacán, Julio César Godoy Toscano, nada menos que primo del ex gobernador Leonel Godoy, burló a los agentes federales para ser introducido de contrabando hasta el salón de sesiones de la Cámara de Diputados, donde tomó la protesta que le invistió de fuero legislativo. Como lo demostraron grabaciones filtradas a los medios, el joven narcolegislador resultó tener lazos directos con Servando Gómez Martínez “La Tuta”, su compadre y uno de los líderes mayores de la Familia Michoacana.

Actualmente anda de fuga, como también ocurre con el ex gobernador del PRI en Tamaulipas, Tomás Yarrington, ubicado por investigaciones de las agencias americanas como protector y beneficiario del Cártel del Golfo, el mismo que hasta hace unos días era comandado por Eduardo Costilla Sánchez (a) El Coss, detenido por elementos de la Armada en Tampico.

En materia del evangelio, ningún partido puede darse el lujo de tirar piedras porque ninguno está libre de pecado, y aunque hay sus honrosas excepciones en que algunos políticos han sucumbido al plomo y no a la plata al no prestarse a servir a los intereses de los poderosos capos o de las células que operan en los diversos municipios del país, el común denominador es negativo a la honestidad de la mayoría de los servidores públicos y políticos de los diversos órdenes, seducidos por el dinero, aparentemente, fácil.

Vienen a la memoria de éste columnista la serie de bochornosos hechos suscitados hace unos años en la región de La Laguna, en la zona limítrofe de los estados de Coahuila y Durango cuando en septiembre del 2006, el ex alcalde panista de Torreón, Guillermo Anaya Llamas, bautizó a su hija, Elsa María Anaya Aguirre, siendo los padrinos el ya presidente Felipe Calderón Hinojosa y su esposa Margarita Zavala.

La iglesia de la Encarnación de la colonia Campestre La Rosita, así como el lugar de la fiesta, estuvieron resguardados por un impresionante dispositivo del Estado Mayor Presidencial. Sólo que frente a sus narices pasó como Pedro por su casa, y como invitado especial, nada menos que Sergio Villarreal (a) El Grande, narco que heredó la importante plaza de La Laguna a favor del Cártel de Juárez. Hoy ya detenido.

El capo arribó al exclusivo evento no en calidad de colado ni gorrón de quinta, para nada; lo hizo nada menos que en grado de pariente político del mismísimo Guillermo Anaya, pues su hermano Adolfo Villarreal estuvo casado con su hermana Elsa María Anaya. Pocos después de conocerse la identidad del pariente incómodo del anfitrión y lo comprometedor del asunto a la imagen presidencial, las autoridades trataron de deslindar tanto al mandatario como a su flamante compadre, bajo el argumento de que la presencia los Villarreal obedecía a que operaban una empresa de sonido.

Claro que en La Laguna nadie se tragó el cuento, sobre todo porque “El Grande” había llegado a sustituir para el manejo de la plaza a El Chaky, operador del Cártel de Juárez en uno de cuyos intentos de detención fue capturado Ernesto Herrera Ale, nada menos que hijo del ex alcalde del vecino municipio de Gómez Palacios, Durango y ex diputado federal, Carlos Herrera Araluce, el poderoso dueño del Grupo Chilchota, de filiación priísta.

A Herrera Araluce, considerado el todopoderoso señor de La Laguna, se le ha vinculado con el negocio del lavado de dinero en favor del Cártel de Juárez; de acuerdo a las versiones de inteligencia, la amistad que su hijo Ernesto trabó con El Chaky, no era casual sino de negocios. Se dice que desde los tiempos de Rafael Aguilar Guajardo y Amado Carrillo “El Señor de los Cielos”, el cacique príista les brindó protección al quitar y poner alcaldes a su gusto no sólo en Gómez Palacio sino en el vecino municipio de Lerdo, donde panistas como el ex asesor jurídico de Vicente Fox, Juan de Dios Castro Lozano, y su hermana Rosario, le deben un buen número de apoyos políticos, para ganar, con su consentimiento, dicho ayuntamiento.

A la llegada de los Zetas a la región, hace un par de años, las cosas se le complicaron al dueño del Grupo Chilchota, quien por cierto en el 2003 aspiró a ser candidato a gobernador de Durango por el PRI; en mayo del 2007 el belicoso grupo de narcos que empezó a pelear la plaza al Cártel de Juárez, intentó quitar de en medio al hombre que desde la política lo había protegido por décadas. De no haber sido por el blindaje de la camioneta en que viajaba Herrera Araluce con su esposa, y la intervención de sus escoltas, ambos hubieran muerto. En Durango, todavía comentan que de haberse salido con la suya en la nominación de su partido, don Carlos hubiera sido el primer narcogobernador del estado.

Un servidor considera que estos botones de muestra son suficientes para ilustrar que la narcopolítica ya no es una ficción sino una realidad en nuestro país. Aunque en la mercería de las atrocidades hay todavía un amplio surtido.

Me atrevo a pensar, y hasta a apostar doble contra sencillo, que si en estos momentos se realizará un antidoping a nuestros servidores públicos de altos niveles y varios de nuestros legisladores, descontando a los ya viciados mandos policiacos, la prueba arrojaría resultados aterradores y mostraría el por qué a los barones de la droga les interesa también tener como aliados y adictos a quiénes manejan la conducción política del país.

¿Cuántos estarían dispuestos a pasar por dicho filtro? Sería por demás interesante que alguna de las encuestadoras nacionales se echará a cuestas la inédita empresa. ¿No cree usted?

COMENTARIOS DE UN PRESIDENTE A LA BAJA.- Al final de su sexenio a Felipe Calderón le está lloviendo hasta debajo del paraguas; el último mes ha sido de infaustos desencuentros con su partido al que por cierto deja en franca bancarrota: el ambiente en la celebración de su 73 aniversario fue más de bien velorio que de festejo. No asistieron ni el presidente, ni los gobernadores, vamos, ni siquiera la ex candidata Josefina Vázquez Mota.

Y es que Calderón ha hecho un enredo de tirios y troyanos en las filas de Acción Nacional. Primero acusó de cobarde al legislador Javier Corral, por no haber asistido a la reunión que sostuvo con senadores de su partido, el pasado 28 de agosto; después, en su gira por Rusia, señaló que hubo militantes del PAN que le pidieron apoyar con más recursos a Josefina Vázquez Mota, a lo que, según él, se negó rotundamente. En el pecado llevó la penitencia porque Gustavo Madero, dirigente nacional panista, le exigió que diera nombres, porque eso de tirar la piedra y esconder la mano no se valía; después vino la difusión de la carta que el senador Corral le envío donde niega colgarse el adjetivo de cobarde que le endilgó Calderón, y le recuerda pecados tales como haberse comprometido, como candidato, a aprobar la Ley Televisa, a cambio de que el monopolio le otorgara su apoyo en 2006, cuando su campaña no repuntaba.

Corral, terminó por llevar contra las cuerdas al mandatario cuando expuso en su contestación epistolar: “Los resultados de tu política están a la vista. El duopolio televisivo es hoy más poderoso que hace seis años y Peña Nieto es el Presidente electo”. “Innegable es tu forma de tratar a los panistas, perdiste todo sentido de sensibilidad política. La falta de respeto a varios compañeros y a tus propios colaboradores, una rudeza innecesaria a quienes disienten de tus opiniones”. “Tirar la piedra y esconder la mano, eso sí es cobardía”.

Tan golpeada queda su imagen y tan anémica su popularidad que hasta el Secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván, echó reversa el pasado día 13, en la conmemoración de la gesta de los Niños Héroes, cuando de acuerdo al plan inicial, dos mil cadetes debían mostrar igual número de mosaicos multicolores con la imagen del mandatario a la par de gritar: ¡Viva México¡ ¡Viva Felipe Calderón¡ Vamos, al estilo de los dictadorzuelos como el depuesto Omar Kadafi. Como dicen los chavos fresa: ¡Qué Oso¡

Agradecemos sus comentarios y sugerencias a nuestro correo electrónico: garrasleo6@yahoo.com.mx

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