Directorio

Directorio

jueves, 2 de agosto de 2012

Profesionista, no es garantía de empleo

Con esta tercera parte damos por concluido el trabajo de investigación sobre las alternativas de empleo que tienen los profesionistas en México, donde funcionarios de la Secretaria del Trabajo del gobierno federal e investigadores vierten diferentes opiniones al respecto,  pero sobre todo plasman la profunda preocupación de que de cien egresados de las universidades solamente cuarenta logran emplearse y algunos de estos en actividades diferentes a la propia especialidad que tienen certificada a nivel de licenciatura.

Esperamos hayamos hecho una importante aportación sobre el grave problema que significa el desempleo para quienes han concluido una carrera universitaria a nivel de licenciatura aún cuando también se analizó en otros niveles como maestría y doctorado.


Competencia al alza

Entrevistados Jorge Rodríguez Castañeda, subsecretario de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez y la directora de Reclutamiento Estratégico de Manpower Group, Lorena Escobar, coinciden en que sí hay oportunidades laborales para que un profesionista se emplee en lo que estudió, lo cierto es que el número de egresados y la diversidad de carreras acentúan la competencia.

Hoy existen más carreras que concursan para un mismo puesto. Un actuario, un economista, un administrador o un contador compiten por la misma vacante. “Eso complica su inserción en el mercado y para destacar deben tener un plus”, comentó la experta en reclutamiento de personal.

Quien no tenga valor agregado en sus habilidades y competencias será menos favorecido, especialmente si cursó una de las tres carreras con más egresados: administración, contabilidad y derecho.

La especialista de Manpower puntualizó que en la actualidad quienes estudiaron esas tres licenciaturas ya no compiten con cinco o diez profesionistas por una vacante, sino con cien de otras carreras. “Quien busca la mejor vacante pueden hacer un diferenciador con un valor agregado en una habilidad o conocimiento específico que piden las empresas”.

Al respecto, López Esquinca alertó que la presión demográfica actual es muy fuerte en comparación con el pasado. En México y América Latina los profesionistas llegan a la edad de trabajar en una tasa más rápida que el número de plazas de empleo que se generan para ellos.

Eso, añadió Tuirán Gutiérrez, disminuye las oportunidades; así a quien tenga menos experiencia y habilidades adicionales de lo aprendido en la universidad le será más difícil obtener un empleo ligado a su carrera.

Los servidores públicos y la especialista en recursos humanos advirtieron que la serie de obstáculos confrontados por los profesionistas para conseguir un empleo relacionado con su especialidad se acentuará en los próximos diez y 15 años, pues el bono demográfico hará más reñida la competencia.

Para atender esas trabas profesionales, el subsecretario de Empleo y Productividad dijo que urge una reforma laboral, que las universidades mejoren sus planes de estudio y las empresas apliquen nuevas formas de contratación.

Sin lugar para recién graduados

Del total de profesionistas desempleados, 56 de cada cien son menores de 30 años de edad, el porcentaje más alto en los últimos cuatro años, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del tercer trimestre de 2012.

Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) indican que cada año 450 mil jóvenes concluyen sus estudios universitarios; y de ellos, quienes nunca han trabajado previamente en rubros de su carrera son los que más tardan en ser contratados.

“El mercado laboral les cobra la factura de su inexperiencia, comparado con los que ya la tienen”, aseveró el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán
Gutiérrez.

“Los recién egresados siempre concentran el problema del desempleo y el subempleo, con ingresos muy bajos y sin prestaciones”, precisó.

Así lo registra la tasa de desocupación de profesionistas por edad de la citada Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2012, en la que se muestra que 14 por ciento de los profesionistas menores de 25 años no tienen empleo; esa cifra baja a solamente 2.9% entre profesionistas mayores de 30 años, y es de ocho por ciento en jóvenes entre 26 y
29 años.

“Entre los recién egresados hay más inestabilidad laboral que entre los mayores de 30 años, ya que por su inexperiencia obtienen contratos menores a seis meses, con malas condiciones laborales y malos ingresos”, detalló el subsecretario de la SEP.

La precariedad laboral en los recién egresados de las universidades también la demuestra una encuesta de Manpower, empresa de recursos humanos, que señala que tres de cada diez profesionistas no obtienen un empleo por falta de experiencia.

La situación pone a los recién egresados en la disyuntiva de aceptar condiciones laborales menos favorables respecto de quienes ya tienen más de cinco años en el mercado laboral o buscar un mejor empleo.

Las cifras de la misma encuesta indican que 21.8% de los profesionistas con menos de 25 años no cuentan con prestaciones de ley, a diferencia de 8.3 por ciento de los de 30 años o más.

La falta de experiencia obliga a los recién egresados a subemplearse, y la situación se torna más difícil dependiendo de la escuela de la cual egresaron.

“El mercado se cobra qué tan prestigiosa es la escuela de donde viene y qué tan acreditada está la institución para la carrera que estudió.

“La historia de una universidad cuenta en la contratación”, aseveró el funcionario de la SEP, al agregar que también influye cómo se desempeña el nuevo profesionista, qué habilidades tiene y qué tan rápido aprende.

De ese modo, quienes terminan una carrera se enfrentan a una mayor precariedad laboral no sólo porque ganan menos, sino porque “el inicio es cada vez más difícil, pues compiten contra un número cada vez mayor de egresados y eso hace más escasas las oportunidades”, concluyó Tuirán.

No hay comentarios :

Publicar un comentario