Política, cultura... y otros panchos

Ecatepec, Méx.- Entre puntadas, apariciones y colgados, las “suspiraciones” políticas para algunos “candidos” han quedado cortadas , los apasionados discursos, la demagogia rampante, el fotoshop, la lipo y hasta una bonita imagen tipo revista de modas no fueron suficientes en la lucha por el voto mayoritario.

Del barullo mediático de las campañas solo queda el asunto del esclarecimiento de no pocas marrullerías tradicionales que de nueva cuenta se han recargado para que a costa de lo que sea el poder pase de unas manos a otras, esperemos que los tribunales electorales resuelvan con objetividad y transparencia los alegatos de las partes involucradas.

Obscena situación de despilfarro inútil en este México nuestro, ante la compra de un nuevo avión presidencial que costara 750 millones de dólares, de cuatro jóvenes aspirantes a un lugar de estudio en la UNAM o el Poli tres quedan rechazados de un total de 307 mil 23 ¡válgame dios!

Retomando la máxima zapatista de “mandar obedeciendo”, Octavio Martínez diputado local electo en Ecatepec se esfuerza para llevar a cabo una serie de foros con temas de peso social como: comercio, régimen condominal, derechos de minorías LB, Jóvenes etc. En un ambiente de optimismo y amplia participación se espera que con la aportación de ideas, inquietudes, y propuestas desde abajo la agenda legislativa en el Estado de México se ponga al nivel de las necesidades ciudadanas de forma más objetiva y real.

En cuanto a la fiebre olímpica como siempre ínfimamente “salpicados “de medallas, los oportunistas de siempre echando porras lucidoras en el escenario mediático, con todo se reconoce el esfuerzo individual de estos mexicanos ante la ausencia total de una política deportiva que rompa con el circulo mediocre de quienes manejan los presupuestos públicos desde hace un buen rato en este campo.

En asuntos de las artes visuales les comento que el pintor mexicano Gustavo Monroy (1959) abre una exposición en el museo de San Carlos, basándose en un viejo biombo del año 1917, esta puesta lleva por titulo “nuevo biombo de la conquista” con la intención de recrear el ambiente de violencia que viene privando en este casi saliente sexenio panista, de manera integral suma algunos fragmentos del poema de López Velarde “Suave Patria”, a lo cual ironiza para comentar que la suave patria se ha llenado de cadáveres.

Monroy caracteriza a los españoles conquistadores como entes del narcotráfico, la crueldad sembrada entre la sociedad civil y personajes distanciados en cada extremo como el poeta Javier Sicilia y Joaquín Loera mejor conocido como el “Chapo Guzmán”, la violencia que conquista contrastando con la propuesta de paz y justicia. Interesante trabajo de Monroy por rescatar el arte pictórico ante la vacuidad del arte conceptual y una que otra alucinada de bodrios “esnobs” auto catalogados como arte contemporáneo.

Concluyo con la cita del autor “En contraste con la decadencia política que vivimos, la cultura y la pintura tienen un nivel superior. Hay un país moral que esta intacto, que son sus habitantes, sus tradiciones, sus artes y su extraordinaria cultura.