Por Juan Manuel Padrón Lara
Ecatepec, Edomex. (Asesinatos).- Miguel Ángel Barrera López fue ejecutado, no cabe duda.
Es doloroso y muy preocupante decirlo, pero fuentes oficiales de la policía judicial capitalina así lo afirman.
Sin embargo, esta versión, que se acerca a una vendetta; a un pleito de intereses políticos, no descarta una venganza de delincuentes.
No se puede dejar al margen que unas horas antes de su asesinato, su gran amigo y jefe político José Luis Cruz Flores Gómez, actual candidato del PRI a diputado federal haya sido víctima en una de sus bodegas donde almacenaba utilitarios de una agresión con bombas molotov, que generaron un incendio.
Lo delicado del asunto es que estas situaciones están llevando a los investigadores a expandir su trabajo a personajes del ámbito político, desde para buscar proteger la vida de quienes hoy son candidatos o actores destacados en este ámbito.
Miguel o simplemente Barrera como algunos que lo conocimos le llamamos, era un hombre tranquilo y respetuoso, no se le conocieron escándalos de ningún ámbito.
Su presencia en el servicio público se inicia en la administración municipal de Don Alfredo Torres Martínez, pero su vínculo personal era al lado de José Luis Cruz Flores Gómez, que fue su jefe inmediato, siendo éste Director de Gobierno en aquel periodo.
Se recuerda que en el último año de esa administración, a propuesta de su amigo es nombrado Jefe de la oficina de Mercados, Tianguis y Vía Pública.
Al concluir este mandato colabora con el ahora gobernador Eruviel Ávila Villegas en la Subsecretaria de Gobierno del Estado en la región de Nezahualcóyotl.
Para luego, en el primer periodo como presidente municipal de Ecatepec, lo haga responsable de dirigir la oficina Técnica.
En el segundo mandato de este, es inicialmente el encargado del control del comercio en la Vía Pública, siendo su amigo Flores Gómez, director de gobierno nuevamente.
Al pasar José Luis Cruz a la Dirección de Seguridad Pública y Vialidad, le hereda el cargo y se queda como director de gobierno.
A la solicitud de licencia definitiva a la alcaldía del doctor Ávila Villegas y darse el ascenso de Indalecio Ríos Velázquez como presidente municipal sustituto, inicialmente nombran al doctor Noé Gómora Colín secretario municipal, pero al salir por motivos al parecer de salud, Miguel Ángel Barrera López es llamado para que atienda la secretaría municipal.
Desde este cargo, se especula, se le asigna el control político no solo de la administración, sino también en el exterior y es ahí cuando se asegura tuvo un rompimiento con su amigo y jefe por muchos años.
El distanciamiento, mas no pleito, cabe aclarar; tal vez ocurre por las encomiendas que cada uno tenía, se dice, que cuando el hoy candidato del PRI a diputado federal por el Distrito 10 sale intempestivamente del mando de seguridad pública y vialidad, su gran colaborador se queda en el gobierno municipal, donde crece y se consolidada.
Recuérdese que Flores Gómez es enviado a presidir el comité municipal del PRI, donde nuevamente, por razones que se desconocen, se desaparece e inclusive durante la campaña electoral de Eruviel Ávila Villegas al gobierno del estado, no se le ve por ningún lado, aspecto que dio mucho que hablar, porque se presume que entre él y el actual gobernador les une una profundad amistad y compromiso político. Una muestra es que le dejó la presidencia municipal sustituta cuando se va como candidato a diputado local por el distrito XXI.
Miguel Ángel Barrera López, desde la secretaria municipal, opera, actúa y le autorizan, sea el responsable del control político del municipio.
Su consolidación en base a buenos resultados en la encomienda, lo llevan a ubicarlo como candidato a primer sindico de la planilla priísta que lleva a la cabeza al hoy doctor Pablo Bedolla López, presumiblemente para seguir operando políticamente.
Pero, cuando todo auguraba un promisorio futuro político, ocurre la maldita desgracia, que hoy nos tiene a todos conmocionados, con gran pesar.
Pistoleros lo ejecutaron en la colonia Lindavista del Distrito Federal, cuando acompañado de su chofer, al parecer se dirigía a su domicilio.
Los asesinos, según versiones de la policía capitalina, además con sustento en las declaraciones que hizo su chofer que resultó también mal herido, lo siguieron, se le acercaron y tiraron a matar; su muerte, según el parte médico, fue inmediata.
Las balas malditas le segaron la vida, hoy queda la incógnita, ¿Cual fue la razón que tomaron para matarlo?
Un joven de apenas 45 años de edad, en plenitud de su vida, se suma a las estadísticas del crimen.
Desde estas líneas mi pésame a su estimada familia.
Descanse en paz.
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