Un paracetamol llega a costar hasta 30 veces más en un hospital privado que en la farmacia de la esquina, y a un paciente con seguro de gastos médicos se le prescriben tres o cuatro fármacos, cuando sólo el antibiótico es indispensable, entre otras situaciones.
Además, recientemente, en México están operando supuestos
gestores que tramitan el pago de un seguro de gastos médicos mayores, y al
inflar el costo del tratamiento e, incluso, solicitar operaciones no
necesarias, cobran una cantidad mucho mayor a la aseguradora.
Ante estos abusos, la poca transparencia en los costos de
hospitales privados y los fraudes que se están llevando a cabo entre la
población asegurada en México, la industria está empujando la creación de un
órgano regulatorio, independiente de las aseguradoras, que ayude a tabular y a
regular servicios, reveló Gerardo de la Garza, presidente nacional de la
Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac).
En meses recientes, la salud privada ha protagonizado un
choque entre las clínicas y grupos hospitalarios versus aseguradoras. El
conflicto se produce porque hay fraudes, al inventar enfermedades, cobrar
tratamientos, estudios o análisis innecesarios, lo cual es un delito penal. En
tanto, los hospitales privados ponen las reglas en su cancha y hacen cobros
excesivos.
En el marco del Congreso Amasfac 2024, De la Garza aseguró
que los fraudes y el disparo de costos están generando incrementos desmedidos
en la cobertura de la salud.
Hace dos años le echábamos la culpa a la pandemia de
covid-19, pero ya pasó y sigue subiendo. Con incrementos de entre 15 y 30 por
ciento anuales, la gente ya no va a querer pagar sus seguros de gastos médicos,
alertó el presidente, hasta este viernes, de la Amasfac.
De la Garza reveló que, mediante este esquema de fraude, los
gestores se llevan de 20 mil a 50 mil pesos –con cargo a la aseguradora– y más
aún si convencen al asegurado de atenderse en hospitales específicos.
Ante la saturación del sistema público de salud, tanto el
sector hospitalario privado como las compañías aseguradoras tienen mayor peso y
un creciente protagonismo.
Recuento de daños
Carlos Peña, presidente del comité de daños de la
Asociación, añadió que estas empresas coyotes afectan a la
aseguradora por la siniestralidad, pero quien la paga es el asegurado;
entonces, se tiene que tener mucho cuidado con este tipo de empresas coyotes para
detectarlas, sancionarlas y parar el abuso de los hospitales.
La población con seguro privado contribuye en gran medida a
descargar el sistema sanitario público.
Ante esta situación, las autoridades mexicanas deberían de
tomarse en serio las políticas públicas para apuntalar el uso del seguro en
todo el territorio nacional y, apoyarse de esa manera en las aseguradoras para
la atención a la salud.
Asesores consultados destacaron que esas prácticas (de
fraude) se empezaron a ver desde hace unos tres años, aproximadamente, y se ha
incrementado entre los que no están asociados y certificados, pero resaltaron
que desde 2021 se comenzaron a detectar casos de este tipo, que se han ido
incrementando, pero hasta ahora ninguna aseguradora ha interpuesto denuncias
penal por estas prácticas.
Está en manos de las autoridades y del sector erradicar este
tipo de fraude, pues va en detrimento de la penetración y del entendimiento del
seguro en México, que apenas alcanza 3 por ciento del PIB.
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