Así como Diego Fernández de Cevallos perdió su ‘momentum’, Xóchitl Gálvez tuvo una irrupción impresionante en la escena política, pero su presencia se ha apagado.
¿Se acuerda usted de lo que sucedió tras el debate realizado
en 1994 entre Ernesto Zedillo, Cuauhtémoc Cárdenas y Diego Fernández de
Cevallos?
Era el mes de mayo de aquel año tormentoso y por primera
ocasión en la historia se realizaba un debate televisado entre los candidatos a
la presidencia de la República.
No hubo duda del resultado: Diego Fernández de Cevallos
se impuso en la discusión.
Las elecciones se realizaban tres meses después y existía la
impresión de que el candidato panista podría despuntar tras su desempeño en el
debate.
No fue así. Diego desapareció de la escena y dejó
que Ernesto Zedillo recuperara la ventaja perdida.
En las elecciones del 21 de agosto de 1994, Zedillo obtuvo
el 48.9 por ciento; Diego, el 25.9 y Cárdenas el 16.6 por ciento.
En los procesos electorales hay circunstancias que
definen el curso de los acontecimientos futuros. Diego perdió su
‘momentum’, como gustan en llamarlo los estrategas.
Refiero estos hechos ocurridos hace ya 29 años por lo que ha
sucedido recientemente con la futura candidata del frente opositor, Xóchitl
Gálvez.
Ella tuvo una irrupción impresionante en la escena
política al convertirse en aspirante a la candidatura presidencial, pero
desde hace unas semanas su presencia se ha apagado.
Una de las formas de observar ese hecho son los indicadores
de Google Trends, que miden el nivel de interés que despierta una
persona o algún tema.
El nivel máximo de interés por Xóchitl Gálvez se produjo en
la semana del 2 al 8 de julio, cuando arrancaba el proceso del frente
opositor, con un registro de 93 puntos en las mediciones.
Previamente, Claudia Sheinbaum había generado mucho
interés en la semana del 11 al 17 de junio, días después de la célebre cena del
restaurante ‘El Mayor’, con un registro máximo de 63 puntos.
No solo era una impresión, las búsquedas en internet
revelaban la gran expectativa que estaba obteniendo la campaña de Xóchitl.
En la semana del 3 al 9 de septiembre nuevamente
la senadora hidalguense volvió a tener un salto en el nivel de interés, con un
registro de 76 puntos frente al de 100 puntos que obtuvo también por
esas fechas la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.
El nivel de interés de las dos aspirantes ha bajado en las
últimas semanas respecto a sus niveles previos, pero Sheinbaum ha logrado
mantener la delantera.
El promedio de los últimos siete días marca 45 puntos para
Sheinbaum y 39 puntos para Xóchitl.
Faltan aún 214 días para las elecciones y faltan aún 32 días
para que comiencen las precampañas electorales. Es mucho tiempo.
Sin embargo, en la política el tiempo marcha a ritmos
diferentes, según los momentos.
Creo que con el paréntesis que se hizo luego de su
designación como coordinadora del Frente, Gálvez perdió el impulso.
No es irremediable, pero no será tan sencillo que vuelvan a
crearse las condiciones que permitieron su irrupción en la contienda nacional.
El frente opositor y su candidata deben afrontar dos
hechos que convierten su carrera en algo muy desafiante.
El primero es que enfrentarán lo que muchos denominan una
“elección de Estado”.
Morena y sus aliados van a echar mano de todos los recursos
a la mano para no perder el poder, incluso desafiando, si fuera necesario, a la
autoridad electoral.
El segundo es que la conciliación entre las visiones de
la coordinadora del Frente, que será candidata, y de los diversos intereses de
los partidos y organizaciones que la respaldan, pueden hacer tortuoso y
accidentado el avance de la candidatura.
La única posibilidad de que Xóchitl Gálvez gane la elección
presidencial es que construya un movimiento ciudadano tan poderoso que
no pueda ser frenado por el poder del Estado y que desborde las fronteras de
los partidos políticos que serán formalmente quienes la postulen.
Para ello, se tendría que haber aprovechado de la ventajosa
posición que tenía todavía hace poco más de un mes, como tendría que haberlo
hecho Diego tras aquel debate de 1994.
¿Podrá remontar el terreno perdido? Lo veremos pronto.
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