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martes, 10 de octubre de 2023

Complican a AMLO cierre con gasolina barata

Ya no importa si López Obrador cumplió o no con el asunto de las gasolinas baratas, a decir de las encuestas que le favorecen con una sólida aprobación.



Jonathan Ruiz Torre

 

Muchos votos los consiguió con lógica. Los gobiernos priistas y panistas se concentraron en cuidar a Hacienda y se olvidaron de hacer lo mismo con la gente, con los votos.

Entonces, ahí, en denunciar los ‘gasolinazos’, el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador vio una oportunidad.

Prometió un alivio a los automovilistas en caso de ganar la presidencia. Ya no importa si cumplió o incumplió en ese rubro como presidente, a decir de las encuestas que le favorecen con una sólida aprobación.

La cosa es que se asoma 2024, una fecha límite que él impuso para dejar de depender de gasolina extranjera, una fecha que debería significar que los mexicanos pagarán gasolina barata.

Y justo en estos días regresa la guerra en una región que suele pesar en los precios de la materia prima de la gasolina, el petróleo: Medio Oriente. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advierte que la respuesta a los ataques terroristas perpetrados por Hamás dejará huella “por generaciones” en los habitantes de Palestina y pidió al mundo prepararse para una guerra larga.

En un solo día los principales indicadores del mercado petrolero: el WTI y el Brent brincaron 5 por ciento.

Esos precios tienen una repercusión casi inmediata en los de la gasolina que compra México al extranjero y que supera la producción nacional.

¿Por qué debe ocupar eso a los habitantes de un país con su propia producción petrolera, como México?

Vean los datos que el equipo de AMLO reporta al presidente desde Pemex:

La empresa produce menos petróleo que cuando comenzó este sexenio.

En el 2019 extrajo 1.66 millones de barriles diarios y este año el promedio contado hasta febrero es de 1.57 millones de barriles.

La producción de gasolina sí aumentó de 203 mil barriles diarios, a 267 mil barriles diarios.

Este gobierno batalló con el abandono de la administración de Enrique Peña Nieto a las inversiones en Pemex, pero ahora habrá que ver si los cálculos de recuperación de producción no están fuera de orden.

Hasta julio, el esfuerzo del equipo de la petrolera nacional no había reducido la dependencia de ese combustible proveniente de Estados Unidos.

La Administración de Información Energética de la nación vecina al norte (EIA, por sus siglas en inglés) informa que México aún importaba hasta julio 458 mil millones de barriles diarios, lo que representa una baja respecto al récord del año pasado, pero es un número que sigue siendo superior a los 452 mil barriles diarios de los primeros siete meses de 2019.

A toda máquina

El 1 de septiembre el presidente López Obrador avisó que la Refinería de Dos Bocas inició su producción de combustibles. La expectativa gubernamental es que pueda entregar unos 300 mil barriles diarios.

Considerando lo que importa México, eso dejaría un déficit de unos 152 mil barriles diarios que no solo compra Pemex, sino también el resto de las compañías que ahora ofrecen el combustible.

En diciembre, dijo AMLO durante su Quinto Informe, terminarán la planta coquizadora de Tula, Hidalgo, y en julio de 2024, la de Salina Cruz, Oaxaca. Eso debe elevar también la producción de la petrolera mexicana.

¿Cuál va a ser la narrativa que siga el presidente en lo que resta de su mandato?

Estamos a meses de saber si el presidente consiguió no solo el cumplimiento de una promesa de campaña, sino de un sueño que tuvo cuando joven habitante de una región en la que la única prosperidad la entregaba Pemex. Esa empresa ya no está en sus mejores días, que difícilmente regresarán.

¿Pero será capaz AMLO de devolver a México la gasolina más barata de Norteamérica? En medio de un ambiente de guerra en Medio Oriente, depende de la eficiencia de su equipo.

 

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