Secciones de Chiapas, CDMX y Oaxaca se rebelaron contra el modelo educativo de la 4T, por carecer de elementos científicos, aseguraron
La polémica sobre los nuevos libros de
texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) no cesa. Y es
que la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación (CNTE), en Oaxaca, informó que no hará uso de dicho material para
el ciclo escolar 2023-2024.
Jenny Aracely Pérez, lideresa del sindicato de
profesores, adelantó que harán valer su propio modelo educativo y
calendario alternativo, al cual le llaman “Plan de Transformación de
Educación”. Sin embargo, este primero deberá ser aprobado en los próximos días
por el Congreso estatal.
En este sentido, entregarán a las 13 mil
escuelas de educación básica de la entidad sus cuadernillos educativos
elaborados por sus propios pedagogos.
En cuanto al calendario, se contemplan 200
días de clases, festejos y asuetos diferentes al oficial. Este iniciará
cuatro días antes que en el establecido por la SEP, el 28 de agosto.
Además, se tiene previsto periodos
vacacionales en diciembre, enero, marzo y abril del 2024.
También, se conmemorarán fechas
relevantes para el magisterio oaxaqueño como el 14 de junio, día de la
revuelta social del 2006, y las “batallas épicas”, como un día para recordar la
masacre de Nochixtlán.
Por su parte, este 1 de agosto, Pedro
Hernández, líder de la sección 9 de la Ciudad de México, explicó que
están en contra de dichos libros porque estos deben contener los elementos
científicos y de formación para los estudiantes, y aseguró esto no
ocurre actualmente.
Afirmó que representan una “imposición”,
pues señaló que para modificarlos debieron participar maestros, padres de
familia y especialistas en pedagogía.
“Falta conocer más de fondo la dinámica que
plantean ahora con estos libros que cambian radicalmente la concepción que se
tenía de libros por asignatura. Ahora se privilegia lo que se señala como
proyectos de aula, escuela, comunitario”, dijo.
De igual forma, Isael González Vázquez,
líder de la Sección 7 en Chiapas, dio a conocer que en los próximos
14, 15 y 16 de agosto, se realizará en ese estado una Comunidad Pedagógica
Crítica y Popular, en la que determinarán si se entregan o no los libros a los
estudiantes de dicha entidad.
“Si el análisis arroja que hay que rechazar
los libros lo tendremos que hacer”
Sostuvo que en gobiernos anteriores, también
se excluyó a los maestros en la construcción de los contenidos de los libros de
texto:
“Con esto, se repitieron patrones de
gobiernos: no consultar directamente a los principales agentes educativos, como
los maestros, estudiantes y a los padres de familia”, subrayó.
Padres de familia en incertidumbre
A un mes de iniciar el ciclo escolar, padres
y madres de familia han manifestado su preocupación por lo que pasará con
las clases si la distribución de los libros se cancela.
La incertidumbre tiene origen en la resolución
de una jueza federal que ordena a la SEP suspender la entrega de los
ejemplares si no comprueba que siguió el procedimiento legal para su
creación y que los contenidos se basan en los planes de estudio vigentes.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel
López Obrador declaró que no existe impedimento legal para continuar la
distribución de los libros y la SEP informó que ha atendido las solicitudes
judiciales.
Sin embargo, las familias y los docentes
mantienen las dudas, pues el juicio de amparo que llevó a la suspensión,
promovido por la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), no ha concluido.
Pero el fallo de Yadira Medina Alcántara,
jueza del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de
México, subraya que el amparo no impide que las y los alumnos reciban los
materiales educativos.
“No suspende ni debe impedir la edición y
entrega oportuna de los libros de texto para el periodo 2023-2024 que sean
acordes con los programas y planes de estudio”, expone en la resolución
judicial.
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