Por primera vez desde que asumió el cargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que cambió de opinión respecto al uso y presencia de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, pues aceptó que ya no tiene más la intención de regresar a estas a sus cuarteles como lo prometió durante su campaña presidencial.
El principal motivo, según acusó, fue el nivel de
inseguridad con el que se encontró al iniciar su mandato. “Sí cambié de opinión
ya viendo el problema que me heredaron. ¿Cómo enfrentar el problema de la
inseguridad? Sí sabía yo desde el principio y estoy absolutamente convencido
que la paz es fruto de la justicia y eso es la base de la política de
seguridad”, sostuvo en conferencia de prensa.
Además, defendió la absorción de la Guardia Nacional (GN) por
parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como estrategia que
él mismo ha impulsado. Señaló los constantes casos de corrupción alrededor de
la extinta Policía Federal como el ejemplo y uno de los principales argumentos
para militarizar en su totalidad a la institución, todavía de mando civil.
“Qué íbamos a hacer con la Policía Federal como estaba,
porque se sabe que de ahí salieron todos los que ahora están en la cárcel,
están acusados o están prófugos por tremendas violaciones a los derechos
humanos. Sí (la GN es lo que esperaba), pero necesitamos que no se eche a
perder como pasó con la Policía Federal. Estoy convencido de que debe de estar
la Guardia Nacional dependiendo de la Sedena, una rama más como lo es la Fuerza
Aérea”, dijo.
Luego de que la iniciativa del Poder Ejecutivo fuera aprobada vía fast track en lo general por la Cámara
de Diputados la madrugada del sábado 05 de septiembre, serán los
Senadores los encargados de rechazar o finalmete dar luz verde al proyecto.
Fueron aprobadas las reformas al siguiente conjunto de leyes: la Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley de la Guardia
Nacional, la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos y
la Ley de Ascensos de las Fuerzas Armadas.
Finalmente y como ya lo ha hecho en diversas ocasiones,
López Obrador negó que el objetivo sea militarizar al país y mucho menos crear
un régimen autoritarista, sino que la Sedena mantenga una vigilancia permanente
sobre la Guardia Nacional para que esta pueda cumplir idealmente con las
labores de seguridad sin corromperse.
“Hablan de que vamos a militarizar al país y eso no es
cierto. Vamos a seguir defendiendo el que la GN, como sucede en Francia,
Italia, España, dependa de las Fuerzas Armadas. Nosotros tomamos la decisión de
que se reformara la constitución para que se contara con el apoyo del Ejército
y la Sedena en labores de seguridad pública porque es un problema muy sentido
por la población”, comentó.
El cambio de parecer de AMLO
“Tenemos que ir sacando al Ejército de las calles. El
Ejército no está preparado para esta función, es otro su encargo: es defender
la soberanía nacional y no debe seguir exponiéndose al Ejército, es una
institución que debemos cuidar todos. No socavar al Ejército”, dijo el entonces
candidato presidencial en 2017 en una postura que se contrapone totalmente a la actual.
Además, también afirmó que cuando fuera presidente tardaría
alrededor de medio año en regresar a los cuarteles a militares mientras la
“nueva policía” era formada. “Tenemos que ir regresando al Ejército en la
medida en que se va profesionalizando la policía, ese es mi plan. Nos
va a llevar seis meses en ir regresando el Ejército para que sea la
policía, la nueva policía federal, la que se haga cargo de garantizar la
tranquilidad y la seguridad pública”.
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