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miércoles, 13 de abril de 2022

En Chichimeca no murió Zapata; 'murió Jesús Salgado': mitos y datos

 


“En Chichimeca murió Jesús Salgado, por las balas disparadas por Jesús M. Guajardo. Todos nos reíamos cuando veíamos el cadáver. Nos codeábamos, porque el jefe fue más listo que el gobierno. A ese muerto no le faltaba el dedo, ni tenía el lunar y tampoco tenía la cornada en la nalga.”

Trampa y muerte a Zapata.

Emiliano Zapata Salazar nació el 08 de agosto de 1879 en Anenecuilco, Morelos. Una región que, desde tiempos de la Conquista española vivió tiempos de lucha por sus tierras y su autonomía. En 1909 Zapata fue nombrado por los pobladores presidente de Comité de Defensa.

Su pueblo natal, Anenecuilco, se vio devorado por el sistema de haciendas que México, donde sus habitantes fueron despojados de sus tierras u obligados a trabajar en sus propios terrenos. En 1910 en ejército campesino de Zapata emprendió un golpe contra los hacendados de Morelos.

 EL INICIO DE LA LUCHA

Bajo su lema de ‘Libertad, justicia y ley’, el zapatismo se sumó al frente de batalla emprendido por los norteños Pascual Orozco y Francisco Villa a favor de Francisco I. Madero, quien buscaba un cambio democrático en el país mediante la consigna de “sufragio efectivo, no reelección”, abanderado por el Plan de San Luis, promulgado en 1910. Aunado al avance de los ejércitos del norte, la toma de Cuautla por parte del movimiento rebelde zapatista ocasionó la renuncia a la presidencia de Porfirio Díaz el 25 de mayo de 1911.

 “En tal concepto, respetando, como siempre he respetado la voluntad del pueblo, y de conformidad con el artículo 82 de la Constitución Federal vengo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de la República, con que me honró el pueblo nacional; y lo hago con tanta más razón, cuanto que para retenerlo sería necesario seguir derramando sangre mexicana, abatiendo el crédito de la Nación, derrochando sus riquezas, segando sus fuentes y exponiendo su política a conflictos internacionales”, refirió Díaz en su carta dirigida a la Cámara de Diputados.

Casi un mes después, Madero entró a la capital del país como ‘Jefe de la Revolución triunfante’, convirtiéndose en presidente al ganar las elecciones en ese mismo año. Por su parte, la revolución campesina de México encabezada por Zapata reclamó al presidente Madero la restitución de tierras a los campesinos afectados. El nuevo mandatario respondió que había que resolver el asunto mediante una vía legal. El caudillo del sur rompió sus relaciones con Madero de inmediato y llamó ‘una revolución a medias’ a su movimiento.

 EL PLAN DE AYALA

De inmediato Zapata promulgó el Plan de Ayala en el que desconoció a Madero y lo llamó traidor por no cumplir con las causas iniciales del levantamiento revolucionario. La lucha armada se desató nuevamente, los zapatistas arremetieron por todos los frentes contra el gobierno establecido.

Tras el derrocamiento de Madero por el régimen de Victoriano huerta, el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza tomó las riendas de los ejércitos del norte y pasó a ser el líder de los constitucionalistas, sin embargo, Zapata trató de imponer el Plan de Ayala como principio ideológico de unidad revolucionaria. El caudillo del sur se negó a reconocer a Carranza como principal candidato a tomar la presidencia del país si este no se adhería a su manifiesto.

 Las tres facciones, constitucionalistas, villistas y zapatistas, se reunieron en la llamada Soberana Convención Revolucionaria, en Aguascalientes como terreno neutral para todas las partes. Zapata envío a un grupo de delegados en su representación con la finalidad de lograr la separación de Carranza del poder, la aceptación del plan de Ayala y el nombramiento de un presidente por parte de la Convención.

Los enviados de Zapata lograron los acuerdos necesarios y durante la asamblea se eligió al villista Eulalio Gutiérrez como presidente provisional de la República. Lejos de arreglar los problemas que ya existían entre cada bando, villistas y zapatistas rompieron con Carranza, quien se vio obligado a retirarse hacia Veracruz. 

Villa y Zapata aprovecharon para reunirse en la Ciudad de México en 04 de diciembre de 1914. Su entrada triunfal apoyó al presidente Gutiérrez antes nombrado por la Convención de Aguascalientes. La alianza del norte con el sur se consolidó en ese momento, aunque de manera efímera debido al choque de intereses que cada uno perseguía. Los ideales de Zapata comenzaban a tomar forma.

EL FINAL

El triunfo constitucionalista sobre los ejércitos villistas repercutió directamente en el zapatismo. El general constitucionalista Pablo González, se concentró en combatir al ejército zapatista en Morelos mediante una violenta afrenta contra el movimiento del sur. Después de una larga lucha, territorio de Morelos fue blanco de asesinatos contra campesinos zapatistas.

Las fuerzas de Zapata se vieron mermadas ante los embates de González. Situación que llevó al caudillo del sur a buscar nuevas alianzas militares para seguir en el combate. Entonces apareció el coronel Jesús Guajardo, fiel subordinado de Pablo González. Guajardo se encargó de ganarse la confianza de Zapata prometiéndole luchar de su lado, le regaló un caballo realizó una serie de acciones a favor de los hombres del sur como prueba de su lealtad, según consta en la correspondencia que ambos revolucionarios sostuvieron.

 La cita para la entrega de un arsenal y municiones se dio en la hacienda de Chinameca en Morelos, donde según información de Excélsior, “La muerte de Emiliano ocurrió cerca de las dos de la tarde, del 10 del actual. Emiliano se acercó a donde estaba Guajardo, montando un magnífico caballo, que le había regalado el mismo coronel. El clarín de las fuerzas de Guajardo lanzó el primer toque para hacer los honores al jefe rebelde, y de acuerdo con lo convenido los soldados del gobierno dispararon sus armas, entablándose el combate. Varias balas hicieron blanco en Zapata y el caballo que montaba”.

En encabezado de la edición de Excélsior 11 de abril de 1922, dice, “Murió Emiliano Zapata: El zapatismo ha muerto”.

 “Anoche a las once y media, un telegrama de nuestro corresponsal en Cuautla, nos trajo la sensacional noticia: Emiliano Zapata: la bandera de la revolución primero y la de la rebelión más tarde, en el Sur, fue muerto por las tropas del gobierno.”

Además, confirmo la identificación del cuerpo de Zapata, y mencionó la forma en que se llevó a cabo la emboscada en contra del caudillo revolucionario. “Las tropas del gobierno para lograr acercarse hasta el cabecilla, que siempre rehuyó todo encuentro, que siempre estuvo lejos de las balas de los soldados de la Federación, hubieron de simular que se levantaban en armas. Y ese plan concebido por la Jefatura de las operaciones en el Estado de Morelos, y que es al mando del general Pablo González, dio los resultados que se esperaban. El grupo rebelde que encabezaba Zapata cobró confianza y las tropas que seguían representando su papel de infidentes, lo obligaron a combatir, logrando darle muerte.”

 Mientras tanto, el telegrama enviado por Pablo González a Carranza, al que Excélsior tuvo acceso y pudo reproducir en sus páginas, dice, “con la más alta satisfacción tengo el honor de comunicar a usted que en estos momentos (9.39 p. m.), deba de llegar a esta ciudad el ciudadano coronel Jesús Guajardo con sus fuerzas trayendo el cadáver de Emiliano zapata que por tantos años fue el jefe de la revolución del Sur, y la bandera de la irreductible rebeldía de esta región”.

El cadáver fue exhibido en las instalaciones de la Policía durante varias horas; un gran número de personas llegaron al lugar para contemplar al caudillo revolucionario. Muchos conocidos de Zapata se negaban a aceptar que era su cuerpo debido a una serie de señas particulares que el extinto presentaba en vida como un lunar y la falta de una falange del dedo, situación que generó dudas y, a posteriori, una serie de mitos acerca de la muerte del también llamado “Atila” del sur.

 restos de Zapata fueron inhumados en Cuautla, Morelos, a las 6 de la tarde del 12 de abril. Al cortejo fúnebre asistieron cientos de personas, vecinos, familiares y partidarios del revolucionario del campo.

LA MUJER QUE PUDO IMPEDIR LA PUERTE DE ZAPATA

La confianza que Zapata depositó en Guajardo estuvo a punto de desplomarse cuando por un momento una mujer se acercó al caudillo del sur para advertirle que el coronel constitucionalista lo engañaba y pretendía emboscarlo para matarlo.

Por ello, Zapata y sus lugartenientes intentaron ponerle una trampa a Guajardo citándolo en un lugar cercano a Cuautla donde lo matarían con todos sus jefes y oficiales. Sin embargo, el coronel se reportó enfermo de gravedad y no se presentó en el lugar acordado. Guajardo volvió a ganarse la confianza del general sureño hasta lograr su cometido final de asesinarlo.

MITOS Y DATOS

Emeterio Pantaleón, general zapatista

El exgeneral zapatista, Emeterio Pantaleón, afirmó en una entrevista para Excélsior en 1996, que Zapata no murió, sino que fue el militar Jesús H. Salgado quien asistió en su lugar a aquella cita con Jesús Guajardo.

“En Chichimeca murió Jesús Salgado, por las balas disparadas por Jesús M. Guajardo. Todos nos reíamos cuando veíamos el cadáver. Nos codeábamos, porque el jefe fue más listo que el gobierno. A ese muerto no le faltaba el dedo, ni tenía el lunar y tampoco tenía la cornada en la nalga.”

Según la versión narrada por Pantaleón, familiares y allegados a Zapata pudieron percatarse que el cuerpo no correspondía al del revolucionario debido a que no contaba con algunas señas particulares. A decir del relato del exrevolucionario de casi cien años para ese momento, después de permanecer escondido en una cueva alejada durante algún tiempo, Emiliano zarpó desde un puerto de México rumbo a Arabia Saudita en compañía de un amigo, donde murió a finales de la década de los sesentas.

Por otra parte, durante las conmemoraciones del 60 aniversario luctuoso y centenario del nacimiento de Zapata, en 1979, se planteó el traslado de los restos del icónico caudillo al mausoleo del monumento a la Revolución en la Ciudad de México junto con los de Venustiano Carranza, Pancho Villa, Plutarco Elías Calles y Francisco I. Madero, lo que provocó la molestia de familiares y pobladores de Cuautla, lugar donde se encuentra la tumba de Zapata.

 El gobierno propuso 500 millones de pesos en obras para algunas regiones de la zona a cambio de los restos de Zapata. Incluso los pobladores hicieron guardias con hombres armados en las inmediaciones del panteón porque “¡Nadie, ni el ejército, podrá sacarlos de allí!”. Dijeron que su caudillo no saldría de su pueblo, y se negaron a que sus restos permanecieran junto a los de Madero y Carranza, este último quien habría de perseguirlo hasta su muerte.

 

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