La exesposa de Javier Duarte enfrenta un proceso penal por fraude y tiene abiertas investigaciones por posible lavado de dinero y evasión fiscal. Desde su llegada a Reino Unido, ha vivido en Londres y en Oxford.
Luego de casi cuatro años de un largo proceso, en el que
hubo retrasos y fallas de las autoridades mexicanas, la Fiscalía
General de la República (FGR) consiguió que el juez Paul Goldspring de Reino
Unido autorizara la extradición de Karime Macías Tubilla, expresidenta del DIF
de Veracruz y exesposa del que fuera gobernador de dicha entidad, Javier
Duarte.
A Macías Tubilla se le acusa de haber cometido un presunto
fraude de más de 100 millones de pesos luego de que, durante su periodo al
frente del organismo, el DIF de Veracruz autorizó decenas de contratos a una
red de empresas fantasma. El caso fue dado a conocer en un reportaje publicado por Animal Político y
MCCI en 2016.
Sin embargo, el proceso en contra de la exprimera dama de
Veracruz está lejos de terminar. Su defensa apelará la decisión, al tiempo que promueve amparos en
México y una solicitud de asilo político en Reino Unido. Y aun cuando sea
traída a México, al proceso le faltan varias fases antes de llegar a una
posible condena.
Además, existen diversas investigaciones en curso en contra
de Macías por recursos cuyo destino no se ha esclarecido y que superan los 400
millones de pesos.
Desde 2018, Macías Tubilla vive en Reino Unido. Primero
habitó un departamento en un exclusivo barrio de Londres y después una casa
cerca de la Universidad de Oxford, una de las más prestigiosas del mundo. En
una carta difundida ayer, Macías sostiene que “vive al día, sin el más mínimo
lujo”.
A continuación, Animal Político detalla los puntos
clave en torno a este caso.
La acusación… a medias
En mayo de 2018, la Fiscalía General de Justicia de
Veracruz obtuvo una orden de aprehensión de una jueza penal en
contra de Macías Tubilla por el delito de fraude. En específico, se le acusó de
ser cómplice en la asignación de contratos del DIF de Veracruz a seis empresas
fantasma por un monto de 112 millones de pesos.
Los contratos, según reveló en aquel momento el fiscal Jorge
Winckler, eran por equipos médicos, sistemas de purificación de agua, paquetes
escolares, productos multivitamínicos, entre otros, de los que no existe
evidencia de que realmente hayan sido entregados.
Aunque Macías no tenía un cargo remunerado en el DIF pues su
responsabilidad era honorífica, el Ministerio Público concluyó que ella sí
había influido en la asignación de dichos contratos e incluso los había
instruido. De ahí que, aun cuando no se le podía imputar un delito de
corrupción, sí era probable responsable de participar en una presunta trama
fraudulenta que permitió el saqueo del erario.
Los desvíos en el DIF de Veracruz a través de la
contratación de empresas fachada fueron revelados por primera vez en el
reportaje “Las empresas fantasma de Veracruz” publicado en 2016.
Ahí se detalló que se trataba de un modus operandi en el gobierno de
Javier Duarte, que se extendió por múltiples dependencias de su administración.
En 2018, Animal Político y MCCI publicaron
que el desvío total registrado en el DIF de Veracruz durante el periodo de
Macías en dicha institución ascendía a un total de 416 millones de pesos, asignados a
través de múltiples contratos a un total de 33 compañías fachada. El destino de
todo ese dinero sigue sin esclarecerse. La acusación original en contra de la
exprimera dama del estado es de apenas la cuarta parte de ese monto.
Sobre esta situación, autoridades federales indicaron a este
medio que las investigaciones ministeriales han continuado a cargo de un equipo
especial conformado por funcionarios de la FGR, de la Fiscalía de Veracruz y de
la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda. Y que
el monto total del fraude será presentado ante un juez una vez que se pueda
llevar a cabo la audiencia inicial en contra de Macías. Es decir, cuando ella
logre ser efectivamente extraditada a México.
Evasión y lavado… los casos pendientes
Aunque hasta ahora solo existe un proceso penal en curso en
contra de Macías, a nivel federal existen al menos otras dos carpetas de
investigación iniciadas en su contra por otros delitos. Las indagatorias están
a cargo de la FGR y, por ambos casos, se ordenó el congelamiento de sus cuentas bancarias.
Una de ellas es por el delito de posible defraudación fiscal
luego de que el SAT identificó que existían discrepancias por un monto de casi
2 millones y medio de pesos en los ingresos reportados por Macías entre 2011 y
2012. El periodo coincide con la adjudicación de múltiples contratos desde el
DIF estatal a la red de compañías fachada.
Por este caso, el SAT y la Procuraduría Fiscal presentaron
una denuncia formal ante la FGR que dio paso a la apertura de una carpeta de
investigación por delitos fiscales.
A su vez, la UIF presentó ante la FGR una denuncia por
posibles hechos de corrupción y operaciones con recursos de procedencia ilícita
en contra de Macías. El trabajo de inteligencia realizado durante la gestión de
Santiago Nieto en dicha unidad permitió identificar una red de presunta
triangulación de recursos ilícitos en la que estaban implicadas 92 personas,
entre ellas Macías, así como 36 empresas fantasma.
En su denuncia, Inteligencia Financiera reportó que el monto
de las posibles operaciones de lavado de dinero en las que estaba implicada la
exesposa de Javier Duarte alcanzaba los 224 millones de pesos.
En 2022, posible extradición y prisión
En un comunicado emitido ayer, Macías anunció que presentará
una apelación en contra de la decisión de una corte británica de autorizar su
extradición a México. De acuerdo con su equipo de defensa, esto alargará
durante algunos meses más la resolución de su situación jurídica.
Además, está pendiente la resolución de su proceso de
solicitud de asilo político en Reino Unido. Este proceso migratorio lo inició
Macías desde 2018, con la finalidad de tratar de obtener el aval de las
autoridades británicas para residir de manera permanente en dicho país.
Sin embargo, autoridades federales indicaron a este medio
que, aun con los recursos promovidos por Macías, se prevé que antes de que
concluya 2022 se conseguirá que sea extraditada de manera definitiva a México.
De ser este el caso, la ruta será la siguiente: Macías será
remitida ante un juez penal de Ciudad de México para que, en representación de
un juez de Veracruz, encabece la audiencia inicial en la que se formulará la
imputación en su contra y los datos de prueba con los que se cuenta. Sus
abogados defensores podrán rebatir dichos planteamientos con su propia
evidencia.
Si el juez considera que la evidencia inicial es suficiente,
entonces ordenará la apertura de un proceso penal en contra de Macías y
otorgará un plazo de máximo seis meses para que se cierren las investigaciones
y se presente la acusación final.
En dicha audiencia inicial los fiscales solicitarán al juez
que ordene el encarcelamiento preventivo de Macías mientras se desarrolle el
proceso penal. Esto, con la justificación de que cuenta con los recursos
suficientes para intentar darse a la fuga.
De Londres a Oxford
Luego de que Javier Duarte fuera detenido en Guatemala en
2017, Macías decidió salir de manera definitiva de México. En ese momento no
existía una orden de captura que le impidiera cambiar su residencia. Con sus
hijos decidió establecerse en Reino Unido y, concretamente, en Londres.
En mayo de 2018, la administración del gobierno de Miguel
Ángel Yunes reveló detalles e imágenes de la residencia de Macías. En concreto,
se detalló que habitaba un lujoso departamento en el número 10 de Wilbraham
Place en el barrio de Belgrave, uno de los más costosos de la capital
británica. Se trataba de un sitio ubicado a menos de un kilómetro del Palacio
de Buckingham. Televisa, a través de su corresponsal, confirmó que
la exprimera dama efectivamente vivía en ese sitio junto con sus hijos
y que el precio promedio de una renta mensual en ese sitio iba de los 270 mil
pesos mensuales en adelante.
En 2019, Macías decidió cambiar su vivienda y se mudó a la
ciudad de Oxford, concretamente a una zona conocida como Osney Mill, ubicada a
menos de 10 minutos del barrio universitario de la prestigiosa Universidad de
Oxford. Al menos hasta el año pasado, continuaba viviendo en esta zona.
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