Las cuentas bancarias son necesarias porque te ayudan a
tener control sobre tu dinero, pero una vez que haces depósitos o te hacen
transferencias de dinero, el SAT se mantiene alerta de tus movimientos.
Una de las situaciones más comunes es que una persona decida
tener dos cuentas bancarias, cada una suele tener una función distinta, pues
los ingresos percibidos pueden tener diferentes objetivos.
Conoce los detalles.
En algunos casos, una de las cuentas tiene los ingresos que percibe el Servicio de
Administración Tributaria (SAT) y en la otra hay entradas que no son
registradas formalmente.
Es importante considerar que todas las cuentas son
fiscalizadas y si no están registradas de manera formal, hay
circunstancias que las hacen parecer sospechosas.
Las fiscalizaciones se basan en la cantidad de dinero que
recibe una cuenta y esto se debe a que el SAT solicita y recibe
información de todos los movimientos bancarios que realiza un individuo.
Así que la institución se mantiene al tanto de los
depósitos y transferencias, ya que es una forma de saber si lo que gasta
el contribuyente va de acuerdo con lo que gana.
Toda la información que recibe o solicita el SAT, va de
acuerdo al Código Fiscal de la Federación (CFF) en el artículo 32-B, el cual
señala que todas las entidades financieras y sociedades cooperativas de ahorro
tienen la obligación de compartir todo lo referente a servicios, depósitos,
préstamos, créditos y fideicomisos que sean solicitados.
A pesar de esto, el SAT presta atención a aquellas
cuentas que rebasan los 15 mil pesos, ya que si no queda claro cual es la
procedencia del dinero, el contribuyente se enfrentará a consecuencias legales.
Es recomendable buscar diferentes formas para hacer un pago,
pues si no tomas en cuenta las medidas que solicita el SAT puede que debas
pagar por una alta penalización.
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