Hace tres años, la muerte
masiva de 500 tortugas marinas enmalladas muy cerca del santuario
La Escobilla causó indignación a nivel mundial. Los ejemplares perdieron
la vida al quedar atrapados en una red de pesca en mar abierto sin
poder salir a la superficie a respirar.
Voluntarios de las comunidades de
Santa María Colotepec ayudaron a remolcar los cadáveres hasta Barra de Navidad,
donde cavaron zanjas y los enterraron en la arena para evitar que se
convirtieran en un problema de salud pública.
En agosto de 2018, nos
coordinamos para sacar el trasmallo con las 500 tortugas en estado de
descomposición, sin contar las que se despegaron en el transcurso del
arrastre”, recordó Sergio Ordaz, integrante del Campamento Tortuguero Boca
Barra.
Hoy, a tres años de distancia, la
historia se repite al aparecer 300 cadáveres de tortuga golfina,
pero ahora en Morro Ayuta, la otra playa de anidación masiva, ubicada al
sureste del estado de Oaxaca.
Kelvin García, técnico para la
Conservación de Costa Salvaje, relató que los ejemplares putrefactos
fueron arrastrados por las corrientes hasta la orilla en momentos en que
se registraba la sexta arribada de la temporada en Morro Ayuta.
Detalló que
200 tortugas aparecieron sin vida la noche del 22 de octubre y otras
100 al amanecer del 23 de octubre, acumulándose en tan sólo un kilómetro de
playa, “lo que fue realmente impresionante”.
Según el “Acta Circunstanciada de
Hechos” elaborada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(Profepa), “la causa de muerte de la totalidad de tortugas encontradas
en la playa (300), fue por ahogamiento causado por artes de pesca”.
No fue considerada la necesidad
de llevar a cabo necropsias ni toma de muestras, al ser las evidencias
contundentes y consistentes con ahogamiento de los ejemplares”, subraya el
reporte de tres cuartillas en poder de Excélsior.
Teresa Luna, encargada del
Campamento Tortuguero Morro Ayuta, dijo que al parecer las tortugas se
toparon con una red de enmalle cuando pretendían llegar a la playa a
desovar.
Es muy probable que
las tortugas no hayan podido salir a respirar porque se atoraron en
un arte de pesca, además de que había algunas con heridas de propela de
embarcación”, indicó la bióloga de la Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (Conanp).
Todos los cadáveres eran de
hembras en edad adulta que emprendieron la travesía de regreso al sitio que las
vio nacer para depositar sus huevos y completar el ciclo de vida.
Hay pesca en esta parte, y
conforme llega la arribada y se distribuye por las corrientes, a veces la pesca
la hacen de un lado o de otro, pero sí hay paso de embarcaciones en la zona”,
reconoció Teresa Luna.
Hasta este día todavía se
observan ejemplares muertos en la arena, que el mar sigue expulsando hacia la
playa, en lo que es el mayor varamiento de la historia en Morro Ayuta.
Por lo regular en noches de
arribada salen de 12 o 13 tortugas muertas como máximo y en este caso
aparecieron 300 ejemplares”, comentó Kelvin García.
Ecocidio
En opinión de Sergio Ordaz,
habitante de Santa María Colotepec, dedicado a la conservación de
la tortuga golfina, colocar redes de pesca frente a las playas
de anidación en plena temporada de arribadas es un ecocidio con todas sus
letras.
Consideró que es criminal
atravesar un trasmallo para la pesca de sierra, barrilete o jurel, cuando sabes
que miles de tortugas vienen nadando hacia la orilla para desovar.
Lo que pasó en 2018 y ahora en
2021 demuestra que las autoridades encargadas de la vigilancia e inspección
dentro del mar, no están haciendo lo debido, no han cumplido con la supervisión
de todos los pescadores”, manifestó.
Por su parte, Erika Peralta,
encargada del Santuario Playa La Escobilla, aseguró que es muy triste que sigan
ocurriendo los varamientos, sobre todo por la presencia de redes que
quedan a la deriva.
Falta de regulación
Inexplicablemente Morro
Ayuta no tiene el estatus de área natural protegida, a pesar de su importancia
ecológica, como uno de los sitios con mayor número de nidadas a nivel mundial
de tortuga golfina, especie en peligro de extinción.
Se ha descuidado la parte de los
recursos naturales, no hay economía, faltan apoyos, esta es una playa bastante
conocida que iba a ser santuario, pero desconozco porqué no se logró”, lamentó
Isaac Sosa, comisariado ejidal de Río Seco en el municipio de San Pedro
Huamelula.
En tanto, La Escobilla, que
es un área natural protegida con categoría de santuario, no incluye en su
decreto la zona marina, sólo la superficie terrestre, equivalente a 146.09
hectáreas de playa.
Además, de acuerdo al Sistema de
Información, Monitoreo y Evaluación para la Conservación (SIMEC), La
Escobilla carece de Programa de Manejo desde hace 19 años, tomando en
cuenta que el acuerdo para su creación fue publicado el 16 de julio de 2002, en
el Diario Oficial de la Federación (DOF).
El Programa de Manejo es un
instrumento de planeación y regulación que establece las actividades
permitidas, acciones y lineamientos básicos para la operación y administración
de las áreas naturales protegidas, como es en el caso particular de La Escobilla,
la pesca ribereña con redes de enmalle.
La responsable de este santuario
por parte de la Conanp, señaló que desde 2018-2019, hay una propuesta en
revisión sobre la regulación del polígono de protección para el área terrestre,
pero se tendría que hacer también un planteamiento para la parte del mar.
Tenemos que revisar bien las
normas, hay una distancia en la que se recomienda no colocar redes, pero además
hay que regular el tránsito de las embarcaciones”, advirtió.
Impunidad
Hasta el momento no hay castigo
para los responsables por la muerte de 500 tortugas en 2018 y menos
por los 300 ejemplares ahogados del pasado mes de octubre.
Lo único que dio a conocer
públicamente la Profepa, es que en coordinación con la Secretaría de Marina
(Semar), realizó recorridos de inspección y vigilancia en la playa Morro Ayuta
en seguimiento al varamiento de las tortugas golfinas.
Durante el operativo no se
observaron embarcaciones realizando actividades de pesca, ni artes de pesca
(redes o trasmallos) instalados o a la deriva”, informó en su cuenta de
Twitter.
Sergio Ordaz, integrante del
Campamento Tortuguero Boca Barra, afirmó que por el momento “todas las
dependencias federales van a estar muy movidas, pero en máximo 15 días, van a
dar carpetazo al asunto, como ocurrió hace tres años, a pesar de que todos
saben quienes son los culpables”.
Claro que se conoce a los
responsables con nombre y apellido, ni modo que la red solita se fue a
atravesar ahí o se metió al mar cuando venían las tortugas”, cuestionó.
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