Hoy se conmemora su nacimiento, hay quien dice que fué un tirano, otros, los pocos, un héroe, ¿pero quién es éste hombre en realidad desconocido para todos los que nacimos después de la revolución?, un mito tal vez, el hombre que pagó la deuda externa, el hombre que trajo el primer superávit después de que México no tenía dinero para nada, el hombre de la paridad peso dólar, el creador de la Castañeda, el mejor hospital de enfermos mentales en América en su época, Lecumberri, la mejor cárcel, el primer programa real de alfabetización, la creación de la ahora UNAM,el que puso a México en el progreso y la revolución industrial, el verdadero héroe del 5 de Mayo, el héroe del 2 de abril, el hombre que derrotó 32 veces al mejor ejército del mundo y que no aceptó firmar el armisticio por el cual le respetarían la vida, a cambio de no combatir al invasor Francés, el hombre que se fugó de sus cárceles para seguir combatiendo, el hombre de familia que siempre vio por su madre y hermanas, inventor, ganadero, el que jamás tocó un peso de las arcas nacionales, el que donó su pensión antes que cualquier otro lo hiciera, el joven que se alistó a los 15 para combatir al invasor norteaméricano, el hombre que renuncia en 1911 para que los mexicanos no entraran en guerra civil, despedido con 21 cañonazos en Veracruz y con gente de las más variopintas clases rogándole que no se fuera. Después de él, el caos del que nunca hemos salido por completo. Villano o héroe.
Feliz
cumpleaños General José de la Cruz Porfirio Díaz Mori. 190 años de su
nacimiento.
Algunos
autores narran que nació la noche del 14 de septiembre de 1830 y fue el día 15
cuando fue bautizado en Oaxaca. Hijo de Jose Fernando Faustino Díaz y Petrona
Mori.
El
hombre que es héroe para muchos, villano para otros. Para nosotros,
simplemente, un hombre clave en la historia de México, un hombre que la
historia oficial quiere borrar y olvidar, un hombre que soñó con un país de
primer mundo, un hombre que ofreció dar su vida en varias ocasiones por la
patria, un hombre que quería que el nombre de México, fuera conocido en el
mundo como el nombre de una nación próspera, a la vanguardia, transformada,
educada, una nación de nombre México.
Muchos
de estos logros llevaron grandes sacrificios humanos, esclavitud, incluso para
algunos. No se justifican tales actos, pero se entienden. Un personaje
duramente criticado, cuando el panorama en ese mundo era el mismo, un personaje
que continuo con la obra del hoy único gran héroe de México, pero esos logros
no se le reconocen. Todos quieren olvidar que la victoria de la república la
logro el general Díaz, pero eso parece nunca haber pasado. Se le criticó de
Dictador, cuando nuestro nuevo personaje del billete de 500, estuvo más de 16
años en el poder y sólo lo dejó porque lo alcanzó la muerte. El único villano y
chivo expiatorio de todos los males de México fue el general Díaz, para la
historia oficial.
A pesar
de todos los intentos de borrar su legado, los vemos todos los días en México.
Todas sus obras arquitectónicas, la máxima casa de estudios de México, el mayor
símbolo de la ciudad de México y más. El General Porfirio Díaz siempre vivirá
en México, les guste o no. Ojalá pudiera regresar a descansar a su querida
Oaxaca.
El 25 de
mayo de 1911, firmó su renuncia como presidente de México el general Porfirio
Díaz Mori.
El día
26 se dirigió en el ferrocarril al Puerto de Veracruz, donde recibió muestras
de afecto por su partida.
El 31 de
mayo de 1911 se despidió don Porfirio de todos los mexicanos reunidos en el
Puerto de Veracruz; después de despedirlo con 21 cañonazos y entonar el Himno
Nacional, este gran patriota, agitando un pañuelo en su mano, no pudo evitar
que sus ojos se humedecieren.
Lo
esperaba el Vapor Ypiranga que lo llevaría al viejo mundo (cuando fue
presidente jamás abandonó el país), un lugar extraño para él que era feliz en
su tierra mexicana, en su cuna oaxaqueña.
—Don
Porfirio en el viejo mundo —
A su
llegada a París, por supuesto al lado de su inseparable Carmelita, se instaló
en el Hotel Astoria, mientras encontraba un departamento donde vivir; y así
fue, encontraron un departamento el Avenida del Bosque, hoy Avenida Foch, a
cien metros del Arco del Triunfo.
Era
feliz paseando por el Bosque de Boulogne, montaba a caballo con su nieto
Porfirio y con su hijo Porfirio Díaz Ortega, también era feliz haciendo
caminata al lado de Carmelita, decía que le recordaba el Bosque de Chapultepec.
Dio
instrucciones para que su pensión de militar fuera donada a un estudiante
sobresaliente del Colegio Militar.
Fue
invitado a visitar los países de España, Alemania, Suiza, Austria y Egipto.
En
París fue invitado a visitar el hospital de los inválidos, hoy Museo del
Ejército o Museo de los Inválidos.
El
general Gustave León Niox fue el encargado de acompañarlo en el recorrido, al
llegar a donde se encuentra la tumba del Emperador Napoleón Bonaparte, el
general Niox tomó la espada del emperador de los franceses y la puso en las
manos del general Porfirio Díaz, diciendo esta frase: " En mejores manos
no podría estar ".
En abril
de 1912, fue invitado por el rey Alfonso XIII a visitar España.
El 21 de
agosto de 1912, acudió a un desfile militar del ejército prusiano en Alemania,
al acercarse al palco del Káiser Guillermo II, el general Díaz como
acostumbraba se descubrió la cabeza, (se quitó el sombrero), a lo que el
Káiser dijo: "el que me debo de descubrir soy yo".
En 1913
visitó Egipto, donde se enteró de el asesinato de Francisco Y Madero, lo cuál
le causó tristeza, y dijo que siempre estaba al pendiente de lo que pasaba en
México.
Para
1915, su salud se fue deteriorando, tenía 84 años, aunque siempre fue un hombre
muy sano, atlético, sin vicios, púes, los años pesan, más si se está lejos de
la patria.
El 2 de
julio de 1915 a las 6.30 de la tarde, cerró los ojos para siempre José de la
Cruz Porfirio Díaz Mori.
El niño
que nació en Oaxaca, que apoyó a su madre al quedar viuda cuando él tenía tres
años, el joven que en lugar de cura decidió ser soldado, el hombre que muchas
veces arriesgó su vida por salvar la patria, el presidente que sacó a México
del atraso en que se encontraba, si, ¡murió un gran patriota!
Las
pompas fúnebres se llevaron a cabo en la Iglesia de Saint Honoré d'Eylau,
y en 1921, sus restos fueron depositados en el Panteón Montparnasse, en París,
donde también se encuentran Carlos Fuentes y Julio Cortazar.
Los que
estudiamos la verdadera historia de México, deseamos que todos los mexicanos se
den cuenta del engaño en que han estado desde hace muchos años, también
queremos que el general Porfirio Díaz regrese a la tierra que lo vio nacer, que
regrese a su patria.
Al
General Porfirio Díaz se le podrá acusar de lo que quieran y manden, menos de
tres cosas:
—De su
Valentía, de su Honradez y de su Amor por México—
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