· 19 mil 555 nuevos contagios confirmados de COVID-19
· 786 nuevas
muertes para alcanzar 245 mil 476
· ¿Cuál es la
urgencia de llevar a los niños a las escuelas?
Por Miguel Ángel Cristiani González
Ahora sí que no entendemos la lógica de la Secretaria de
Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez quien asegura que existen las
condiciones propicias para retomar las actividades en las aulas a partir del
próximo 30 de agosto, cuando en sentido contrario la Secretaría de Salud de
México informa este martes de 19 mil 555 nuevos contagios confirmados de
COVID-19, para totalizar 2 millones 997 mil 885 casos, además de 786 nuevas
muertes para alcanzar 245 mil 476, en medio de la tercera ola de la pandemia en
el país.
Entonces, ¿Cuál es la urgencia de llevar a los niños a los
salones de clases?
¿Quiénes van a ser los responsables de que se incrementen
los casos de menores con el fatal padecimiento?
¿Existen las condiciones -luego de más de un años y medio de
que las escuelas están cerradas- para volver a trabajar en ellas?
Pareciera que las autoridades de la Secretaría de Educación
Pública no están enteradas de que las muertes reportadas este día, son la mayor
cantidad para un solo día, desde el 16 de febrero cuando se reportaron 760.
Pero hay más aún, México se encuentra en plena tercera ola
de COVID-19, al registrar jornadas consecutivas con más de 20 mil contagios
diarios durante la semana pasada, cifras que no se veían desde el pico de la
segunda ola, en enero pasado.
De esta cifra, 129 mil 468 son los casos activos, que han
presentado síntomas durante los últimos 14 días y que representan el 4% del
total.
Mientras que desde el inicio de la pandemia se han
recuperado 2 millones 360 mil 080 personas.
Con respecto a las defunciones, Ciudad de México, en donde
las autoridades no se ponen de acuerdo si están en semáforo rojo o naranja, el
foco de la pandemia acumula el 19% de todos los decesos a nivel nacional; es
decir, casi una de cada cinco muertes.
Así avanza el plan de vacunación
Hasta ahora el programa de vacunación, que contempla a todos
los mayores de 18 años, ha administrado 72.98 millones de dosis de la vacuna
contra COVID-19, al sumar 497 mil 930 en la última jornada.
Aunque solo son 27.67 millones de personas las que han
completado el esquema de vacunación, de 126 millones de habitantes que tiene el
país.
O sea que todavía faltan de aplicar la vacuna a 100 millones
de mexicanos.
Este martes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador,
informó que el Gobierno de Estados Unidos enviará a México en agosto hasta 8.5
millones de vacunas para afrontar la tercera ola de contagios de COVID-19.
Acá en el terruño veracruzano, al corte de las 19:00 horas
de este martes, la Secretaría de Salud (SS) reporta que son 86 mil 788 (+ 604
nuevos) los casos confirmados de COVID-19 en la entidad, de 192 mil 300 eventos
analizados.
En cuanto a la incidencia de contagios activos, se
consideran positivos 4 mil 887; al ser las personas que iniciaron síntomas en
los últimos 14 días.
Se reconoce que hay mayor probabilidad de propagar el virus.
Desde que comenzó la emergencia van 69 mil 391 pacientes
recuperados y están en vigilancia 6 mil 442.
Los fallecimientos suman 10 mil 955 sumándose 49 casos
nuevos.
Hay 12 mil 402 casos sospechosos acumulados.
Ante estos datos y cifras que son en verdad escalofriantes,
no encontramos ninguna explicación aceptable, de los motivos reales, por los
que las autoridades educativas, están tratando de obligar a que se reanuden las
clases presenciales.
Entonces para que lo del mentado semáforo de riesgos, que
está en rojo para la mayoría de los municipios veracruzanos, indicando que hay
que permanecer en casa, no acudir a sitios públicos, ni realizar actividades
que no sean prioritarias.
Por lo pronto, ya la SEP hace un llamado a los Comités
Participativos de Salud Escolar integrados por maestras, maestros, madres y
padres de familia, directivos y personal administrativo y de mantenimiento de
las escuelas públicas, “a colaborar”, del 11 al 13 de agosto, en las jornadas de
limpieza para un regreso seguro a las escuelas.
Pero acaso ya se tienen los protocolos que se tienen que
seguir en todas las escuelas y lo más importante, los niños habrán de
seguirlos, o se quitarán los tapabocas y no guardarán la llamada sana
distancia.
Los números que comentamos al inicio de esta columna son en
verdad impactantes.
Ojalá y los padres de familia, que al final de cuentas
habrán de ser los que decidan si sus hijos acuden o no a las escuelas, tomen la
decisión correcta, para no poner en riesgo la vida de los pequeños.
Habrá que esperar a fin de mes, cuando se supone que deberán
reanudarse las clases presenciales, para ver hasta donde tenían razón las
autoridades educativas, que ahora están tratando de que se vuelva a una
normalidad que no existe y en cambio hay un creciente riesgo de contagios.
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