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martes, 8 de junio de 2021

Nextlalpan, el apacible municipio transformado en codiciado botín político y económico

 

Delito electoral que no debe quedar impune 


*  La agresión de violentos grupos de choque

que echaron abajo las elecciones del pasado

domingo, son un aviso de lo que está por

venir en la disputa de tierras y proyectos

colindantes al Aeropuerto de Santa Lucía

 




TEMA LIBRE

 

Por I. León Montesinos

 

La elección del pasado domingo 6 se convirtió en una verdadera jornada de terror para los habitantes del antes apacible municipio de Nextlalpan, que por azares del destino quedó inmerso en el polo de desarrollo del nuevo aeropuerto de Santa Lucía, lo que le ha convertido en un tentador botín de diversos grupos de agitación, que destruyeron e incendiaron casillas y boletas electorales, incurriendo en un grave delito electoral a ser investigado por las autoridades estatales y federales.

El PREP del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), registra cero sufragios para las nueve candidatas que contendían en busca del voto ciudadano, porque la elección fue abortada. Todo indica que por su gravedad, el asunto implicará un proceso extraordinario, pero además una acuciosa investigación judicial para determinar quién o quiénes estuvieron detrás de este cobarde atentado a la democracia mexiquense, que prácticamente mantuvo en vilo a los residente, y pasmados a los escasos elementos policiales tanto del Estado como del municipio. Ambas corporaciones fueron incapaces de realizar una sola detención.

Se habla que los autores, al menos materiales, de los disturbios registrados en la Escuela Primaria Rosario Castellanos ubicada en el Fraccionamiento Ex Hacienda Santa Inés, forman parte de la ultra conocida Antorcha Campesina; organización adherente al PRI desde hace décadas y que se ha ganado a pulso la reputación de violento grupo de choque, especializado en invasiones y despojos por todo el país.


Huellas de la barbarie 


En el vecino municipio de Ecatepec le conocen muy bien porque para evitarse dolores de cabeza algunos alcaldes del tricolor le permitieron erigir colonias en asentamientos irregulares como la conocida zona de La Laguna. Núcleo poblacional que terminó echando por la borda la tranquilidad de los vecinos de Jardines de Morelos.

MILLONARIOS PROYECTOS, DESATAN AMBICIONES

Hasta dónde tenemos entendido, la antes tranquila población que ha basado por generaciones parte de su economía en la producción y explotación de la mezclilla, comenzó a tener problemas con sus límites territoriales cuando se dio a conocer el proyecto del nuevo aeropuerto internacional de Santa Lucía.

Hay ambiciosos proyectos de infraestructura tanto carreteros y urbanos que, como era de esperarse, elevaron de la noche a la mañana la plusvalía de la región, lo que inexorablemente dará al traste con su ambiente provincial.

El asunto es que ante el confuso escenario, a sus habitantes les asiste el derecho a exigir a las autoridades dar con el patrocinio y autoría intelectual de las “manos negras” que echaron abajo la elección del pasado domingo.

ACUSACIONES MUTUAS

Dos de las principales aspirantes se han lanzado acusaciones mutuas culpando a la parte opositora de estar detrás de los violentos hechos. De acuerdo a la dirigencia estatal del PRI la abanderada de la alianza PAN, PRI, PRD, Saira Alejandra Beltrán Juárez, fue incluso amenazada y agredida en su domicilio por estos grupos.

En contraparte, la alcaldesa con licencia de Morena y que busca su reelección, Elizabeth Mendoza, denunció que fueron precisamente antorchistas ligados al PRI quienes reventaron los comicios siendo responsables del evidente delito electoral, pues a su decir, las casillas que se encontraban fuera de la zona violentada daban ya un amplio margen a su favor y al de otros candidatos de su partido.

Por supuesto que no solo para los simpatizantes de Morena, de la Alianza o de cualquier otro partido existe el justificado temor de que Antorcha Campesina asiente su bandera “pirata” en este municipio. En otras demarcaciones mexiquenses como Chimalhuacán, los antorchistas han prohijado una terrible descomposición social, a través de estructuras de poder violentas y caciquiles como las de María Guadalupe Buendía, “La Loba” y Jesús Tolentino Román.

Nadie puede negar que estos personajes crecieron y se desarrollaron bajo el cobijo del PRI, al cual pagaban su lealtad con miles de votos cautivos en cada elección. Y quiénes los conocen saben que sus dirigentes son expertos en detectar nuevos filones para sus chantajes, invasiones y abusos.

Si Antorcha está detrás del atentado electoral en Nextlalpan, no hay la menor duda que desarrolladores habitaciones y otra serie de inversionistas le han echado el ojo al provincial poblado para hacer redituables negocios en la colindante y privilegiada zona de la magna obra sexenal.


Una afrenta a la democracia mexiquense 


De ser así, adiós a la tranquilidad de los nextlalpenses y bienvenidos los problemas mayúsculos a quien resulté la alcaldesa ganadora en la elección extraordinaria, porque con el paso del tiempo los antorchistas han perdido todo sentido de la lealtad y no será ninguna garantía a la paz social de sus habitantes si una priísta está al frente del ayuntamiento.

Las sirenas de alertas ya se encendieron en ese municipio y sin importar colores partidistas, su población debe mirar con lupa lo que venga de ahora en adelante porque su cotizado territorio ya no volverá a ser el de las típicas tierras labrantías que conocieron sus padres o abuelos.

Sus dolores de cabeza apenas comienzan y pueden acabar en tortuosas migrañas si no establecen con certeza el origen de la pasada agresión.

 

 

 

 

 

 

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