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sábado, 20 de enero de 2018

La sierra de Tonantzin Cuautlicue el culto de nuestra madrecita la tierra, peregrinaciones en el Texaxal –Texalpan época prehispánica.

La sierra de Tonantzin Cuautlicue el culto de nuestra madrecita la tierra, peregrinaciones en el Texaxal –Texalpan época prehispánica.
María de la Asunción García Samper.
Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C.

La sierra de Guadalupe guarda en su interior una gran riqueza de testimonios arqueológicos, que nos hablan de la presencia de los Otomíes-Matlames de la etnia de Tezcoco, grupo que como sabemos se conformó a través de la unión de dos grupos importantes de cuyo mestizaje surgió un grupo nuevo que se ubicó tanto en Tezcoco como la región norte de la cuenca de México, ocupando la sierra de Guadalupe y todo Ecatepec-Hidalgo; en un inicio llegaron los Chichimecas con su Tlatoani Xólotl príncipe de Tula, que había sido pedido a su padre el señor tolteca y entronizado como Tochtli a los 4 años de edad en Tamaulipas y casado con la señora Tomiyauh de solo 2 años de edad y cihualpilli (Señora) de los Huastecos. En la nueva estructura de poder se da el primer mestizaje en los hijos e hijas de esta pareja real donde se unen estos pueblos Tolteca y Huasteco. Cuando ingresan a la cuenca de México y se asientan en Tenayuca, Tezcoco y Ecatepec, casa a sus hijas con los señores de Azcapotzalco, Tacuba y Xaltocan, a su primogénito Nopaltzint lo instala en Tezcoco, y se unen los grupos nahuas, Chalcas, Xaltocanos y de esta forma surgen los Matlames-Otomíes ya nahuatizados que serán los de Tezcoco.
De esta forma vemos que las construcciones cívico-ceremoniales, políticos y la administración pública se distribuyen en pequeños y grandes asentamientos unos localizados en las laderas del Texalpan-Texaxal, en los valles circundantes, cerca de las lagunas o del lago de Tezcoco, a un lado de los arrollo y ríos, otros lugares de ceremonias religiosas tanto al aire libre como en cuevas o abrigos rocosos, así como una serie de manifestaciones simbólico culturales como son los petrogrbados que se ubican en el cerro del Texalpan-Texaxal, cerro gordo o el Ehecatepetl una serie de grandes rocas con símbolos rupestres. Casi cerca de la cima existe una espaciosa cueva que funcionó como temascal en la época prehispánica.
Época prehispánica.
Este santuario al culto a la montaña sagrada femenina contiene una serie de símbolos los cuales representan vulvas abiertas esperando el semen de la lluvia para ser fertilizadas, existen también otros petrogrbados con representaciones del falo, la lagartija, la serpiente, el jaguar o monstruo de la tierra “Cipactli” como símbolo nocturno, piedras preciosas o chalchihuis, hombres cazando o danzando, representaciones del dios Tlaloc, además de otros símbolos relacionados con la fertilidad, la tierra, el rayo y el agua.
Existen evidencias de grabados y pintura en cuevas y esculturas en las piedras, así como evidencias de plataformas y teocallis; en otro cerro que mira hacia el antiguo lago de Xaltocan o Acalhuacan en el municipio de Ecatepec y que tenía el nombre de Ehecatepetl y hoy se llama de las Cruces se localiza una cueva a la que la gente del lugar conoce desde tiempos inmemoriales con el nombre de los Tocotines y que en sus trabajos arqueológicos Du Solier reporta una pintura mural que representa al dios Tlahuizcalpantecuhtli en su dualidad con Xólotl, estrella de la mañana, un poco más abajo de esta cueva se localiza una gran piedra a la que se denomina equinoccial, puede tratarse de un observatorio astronómico, esta tiene grabado un gran sol con rayos, un cráneo y una fecha calendárica, otra piedra de Ehecatl-Quetzalcoatl se localiza entre el cerro Ehecatl o de las Cruces y los cerros de Coacalco, se trata de una piedra triangular con la figura de Quetzalcoatl; en el cerro Gordo entre Santa Clara y Tolpetlac, se encuentran grabados en piedra relacionados con los dioses nocturnos: Un tecolote, una mariposa nocturna y el ocelote.
La Doctora Beatriz Barba de Piña Chan nos dice que, al norte del lago de México, la tierra firme penetraba en una especie de península, y ahí había un cerro llamado Tepeyacac o Tepeaca. Los Mexica construyeron un templete de madera en honor a Toci, de manera rudimentaria, apoyándolo en cuatro grandes troncos, lo que habla de su poca trascendencia. Los Culhuas lo quemaron en un momento de rivalidad y eso fue motivo de una revancha desmedida por parte del rey de México, obligándose por ello a mejorar el templo y darle importancia política y religiosa. A la llegada de los españoles ya se conocía como sitio de peregrinación, y se aprovechó para las apariciones de la Guadalupana, en fecha tan temprana 1531, metamorfoseando el sitio hasta que ha llegado a ser el más destacado de todos los centros de peregrinación latinoamericano.
Bibliografia.

Barba de Piña Chan, Dra. Beatriz 1996 Peregrinaciones. Col cientifica Inah. p. 14,

Fray Bernardino de Sahagún. Historia General de las Cosas de Nueva España. Tomo 1, pg. 254. Edit. Porrúa, S. A. 1977.

Du Solier 1939

Sánchez Lara Rosa María. -Los Retablos Populares Exvotos pintados. UNAM.1990.pg.19.

Torquemada, Fray Juan de. Monarquía Indiana Libro X Cap. VII pag. 357. Róbelo diccionario de 1980 Vol. II, p. 656.



Hermosa foto de una cascada que se le nombra la Virgen y es que aquí muy cerca tenían un santuario a la Tonantzin Coatlicue nuestra madrecita y se sincretizo con la Virgen de Guadalupe por ello se llama de esta manera. Mtro. José Rafael Alvarado, del colectivo Verdeando de la Sierra de Guadalupe

Pintura sobre la sierra de Guadalupe con el santuario.


El cuadro nos muestra desde la sierra de Guadalupe parte del Valle de México, desde aquí diferentes grupos llegaban a Atzacualco y Tola donde estaban dos grandes esculturas de las diosas prehispánicas de la Tonantzin y la Coatlicue y dejaban flores y totolees como parte de la ofrenda a las diosas madres de la tierra. Cuadro del pintor Eugenio Landesio 1810-1879 el Valle de México desde el cerro de santa Isabel Tola. INBA.


Una bella vista del Valle de México al fondo los volcanes y el lago de Texcoco, aquí llegaban todas las peregrinaciones a dar culto a las diosas madres. José María Velasco (1840-1912) Valle de México, Museo Nacional de Arte. INBA.

La hermosa región de los lagos visto desde la sierra de Guadalupe Tonantzin Coatlicue nuestra madrecita. José María Velasco (1840-1912) Valle de México, Museo Nacional de Arte. INBA.


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