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lunes, 28 de diciembre de 2015

Padres, enseñen a orar y perdonar




CIU­DAD DEL VA­TI­CA­NO, 27 de di­ciem­bre (OEM-EFE).- El Pa­pa Fran­cis­co ce­le­bró hoy el Ju­bi­leo de la Fa­mi­lia en el Va­ti­ca­no, jun­to con mi­les de fa­mi­lias ca­tó­li­cas de to­do el mun­do, a las que pi­dió que sean el lu­gar en el que ex­pe­ri­men­tar "el per­dón", du­ran­te la ce­le­bra­ción del Año San­to.

"Que en es­te Año de la Mi­se­ri­cor­dia, to­da fa­mi­lia cris­tia­na sea un lu­gar pri­vi­le­gia­do en el que se ex­pe­ri­men­ta la ale­gría del per­dón. El per­dón es la esen­cia del amor, que sa­be com­pren­der el error y po­ner re­me­dio", afir­mó el Pa­pa Fran­cis­co.

Jor­ge Ber­go­glio ofi­ció es­ta mi­sa, que se ce­le­bró en la Ba­sí­li­ca de San Pe­dro del Va­ti­ca­no y que es­tu­vo de­di­ca­da a las fa­mi­lias, den­tro de los ac­tos or­ga­ni­za­dos por el Ju­bi­leo Ex­traor­di­na­rio de la Mi­se­ri­cor­dia, que co­men­zó el 8 de di­ciem­bre y que con­clui­rá el 20 de no­viem­bre de 2016.

An­te fa­mi­lias pe­re­gri­nas, ve­ni­das de to­das par­tes del mun­do, Fran­cis­co pro­nun­ció una ho­mi­lía cen­tra­da en el pa­pel que de­sem­pe­ñan los pa­dres cre­yen­tes en la edu­ca­ción de sus hi­jos y su­bra­yó que "la vi­da de las fa­mi­lias es­tá com­pues­ta de pe­que­ños y gran­des mo­men­tos de pe­re­gri­na­ción".

Pi­dió no per­der "la con­fian­za en la fa­mi­lia" y se­ña­ló que "don­de hay amor, allí hay tam­bién com­pren­sión y per­dón".

Pa­ra Fran­cis­co es esen­cial que los pa­dres mues­tren "pe­que­ños ges­tos" a dia­rio con sus hi­jos, que les en­se­ñen a cre­cer co­mo cris­tia­nos, y ci­tó dos ejem­plos: ben­de­cir a los hi­jos al co­mien­zo y al fi­nal de la jor­na­da, y orar con ellos an­tes de las co­mi­das.

"Qué im­por­tan­te es pa­ra nues­tras fa­mi­lias ca­mi­nar jun­tos pa­ra al­can­zar una mis­ma me­ta. Sa­be­mos que te­ne­mos un iti­ne­ra­rio co­mún que re­co­rrer; un ca­mi­no don­de nos en­con­tra­mos con di­fi­cul­ta­des, pe­ro tam­bién con mo­men­tos de ale­gría y de con­sue­lo", sos­tu­vo Ber­go­glio.

"¿Qué pue­de ser más be­llo pa­ra un pa­dre y una ma­dre que ben­de­cir a sus hi­jos al co­mien­zo de la jor­na­da y cuan­do con­clu­ye? Ha­cer en su fren­te la se­ñal de la cruz co­mo el día del bau­tis­mo (...) Ben­de­cir­los, es de­cir, en­co­men­dar­les al Se­ñor, pa­ra que sea él su pro­tec­ción y su apo­yo en los dis­tin­tos mo­men­tos del día", aña­dió.

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