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miércoles, 25 de noviembre de 2015

Hablando de Adopción

Lic. en Psicología: Rocío Araceli Verduzco Castañeda
Cuando hablamos de adopción creemos o pensamos que el tema es difícil de tratar porque existen muchas opiniones o controversias sobre ello. Para muchos matrimonios que no pueden concebir, la adopción representa una posibilidad para formar una familia, pero por diversas experiencias de ellos mismos o de otros matrimonios, piensan que es muy difícil adoptar un niño o niña, por todos los trámites que deben realizar para lograr esta posibilidad.
Cuando una pareja desea formar una familia y dicho sueño no se llevaba a cabo, por diversas situaciones como la infertilidad del hombre o la mujer, enfermedad, etc. este anhelo queda frustrado. En muchas ocasiones (o en la mayoría, diría yo), se desarrolla un sentimiento de culpa y el matrimonio no empieza a marchar. Por lo general siempre intervienen terceras personas”, (parientes o amigos), hablando y criticando generalmente a la “mujer”, no a la pareja, culpándola de que debido a ella el hijo, el hermano, el sobrino, el tío, el nieto, etc. no ha podido ser padre.
Cuando señalan constantemente la infertilidad de ella, la mujer experimenta un sentimiento de inferioridad, se siente menos valiosa que las demás, pues la hacen sentir que no existe como mujer puesto que no “sirve“ para dar vida. Y es ahí cuando se empieza a crear un maltrato psicológico irreversible. Esto resulta difícil y frustrante y se necesita de mucho carácter para salir adelante, con o sin la pareja, porque también esto es un motivo de separación.
Muchas veces la familia de “él” no ve la calidad humana de “ella” ni todo lo que ha padecido para poder procrear y solo la señalan, sin darse cuenta de todos los tratamientos tan dolorosos e incómodos a los que se ha sometido sin tener éxito.
Entonces para muchas mujeres surge la palabra mágica de “ Adopción” , y que gracias a esta palabra, a su significado y a todo lo que conlleva, pueden hacer realidad el divino sentimiento de poder ser madres y lo mejor de todo, que un pequeñito les llame “ mamá”. La palabra adopción significa: “te estoy esperando con el corazón, para darte amor, apoyo, cuidados, comprensión y respeto”, porque un hijo es aquel ser humano que se espera con mucha conciencia y con amor, al que se le debe inculcar valores y buenos hábitos para que llegue a ser un hombre o una mujer de bien y salga adelante con responsabilidad, dignidad y aplomo.
Hoy en día los trámites para adopción son mucho más sencillos que antes. A los posibles padres adoptivos se les da una plática, en una escuela para padres, impartida por psicólogos expertos en el tema y a los posibles adoptantes se les aplican algunas pruebas psicológicas para ver si son aptos o no. Los trámites en general son: que toda la familia esté de acuerdo, que el niño o niña tenga un lugar digno en donde vivir, exámenes médicos para saber que la pareja o la persona se encuentra sana, si tiene un trabajo estable al igual que un buen equilibrio emocional para poder tener a su cargo durante toda su vida a una personita y saber que la va a formar y a educar bien. Cuando la pareja o la persona resultan viables quiere decir que son aptos para adoptar y una vez que hay un niño o niña que está en situación de ser adoptado se les permite que convivan con su futuro hijo mediante una supervisión y si hay una buena relación entonces los futuros padres pueden llevarse al menor a su casa.
A este trámite se le llama “ cuidados provisionales” y permite ver si hay una adaptación de la pareja con el menor y viceversa y así concluir con la adopción. En ocasiones cuesta un poco de trabajo esta adaptación por diversas causas pero en sí, la adopción es una de las opciones más maravillosas para poder formar una familia e invito a todas aquellas personas que por un momento de su vida hayan pensado en esa hermosa posibilidad, a que se acerquen a los lugares aptos y por la vía legal para que puedan hacer su sueño realidad: “el de ser padres”.



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