Pemex invirtió 6 mil 977 millones de dólares en la reconfiguración de las refinerías de Minatitlán, Cadereyta y Madero, que actualmente tienen paralizado parte del equipo que compraron con ese dinero.
Hoy la producción de estas plantas que iniciaron sus procesos de reconfiguración en 1998 en el caso de Cadereyta, en 1999 en Madero y en 2001 en Minatitlán, disminuyó contra la de hace 10 años, de acuerdo con el Sistema de Información Energética (SIE).
Cadereyta, por ejemplo, elaboró 206 mil barriles diarios en promedio entre enero y agosto de 2005, mientras que en el mismo periodo de este año produjo 157 mil barriles diarios, una caída 23 por ciento.
Además, el Tercer Informe de Gobierno del Poder Ejecutivo reportó que del primero de septiembre de 2014 a junio de 2015, se procesaron mil 076.5 miles de barriles diarios de crudo, volumen 7.8 por ciento inferior a los mil 167.5 miles de barriles diarios procesados en el periodo 2013-2014. Esto para todo el Sistema, no sólo las reconfiguradas.
FOCOS
El problema. Una tercera parte del sistema de refinación del país está paralizada por la baja en la compra de combustóleo de CFE a Pemex.
Los datos. La capacidad del sistema de refinación fue de 63% en julio de este año, la más baja en todos los países de la OCDE.
Fermín Narváez, quien fuera gerente general de la Refinería Cadereyta hasta la década pasada, admitió que como lo publicó El Financiero ayer, la drástica caída en las ventas de combustóleo a CFE orilla a procesar menos crudo porque no hay a quién venderle ese combustible.
Pero destacó que adicional a este problema existen fallas mecánicas que limitan el mayor aprovechamiento de refinerías ya reconfiguradas.
“Las plantas coquizadoras en algunas refinerías ya reconfiguradas como Madero, en algunas ocasiones Minatitlán y en otras Cadereyta en diferente proporción cada una han estado fuera de operación”, expuso.
Eso trae como consecuencia una sobreproducción de combustóleo obligando a bajar el proceso de crudo y por lo tanto la ocupación de la refinería, explicó previamente Miguel Tame, director general de producción de Pemex Transformación Industrial.
Las coquizadoras son torres en las que el residuo del crudo al final del proceso de refinación, se ha convertido en un combustible parecido al carbón, muy útil para las cementeras.
“Realmente al estar fuera esos procesos, como bien comenta el ingeniero Tame, no conviene producir productos de bajo valor comercial”, señaló Narváez.
En Minatitlán se ejerció una inversión de 3 mil 559 millones de dólares; en Madero mil 800 millones de dólares y en Cadereyta mil 618 millones de dólares. Estas inversiones se hicieron para todo el proyecto de reconfiguración, pero las fallas se han presentado primordialmente en las plantas coquizadoras, aunque de igual manera se afecta el proceso por lo que se generan altos niveles de combustóleo, como señaló Narváez.
Se buscó la opinión de Pemex al respecto, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.
Las inversiones de la década pasada no son las únicas, pues para el presupuesto de 2016 el rubro “Optimización de la Reconfiguración de la Refinería Francisco I. Madero”, contempla una inversión de mil 737 millones de pesos, de los cuales se ejercerán 488 millones el próximo año, si es autorizado el Proyecto de Egresos.
En tanto en Cadereyta está en marcha el nuevo tren de Refinación que costaría 2 mil millones de pesos, de los cuales se asignarían 352 millones 559 mil pesos en 2016. Mientras que en Minatitlán el mantenimiento costará 9 mil 306 millones de pesos.
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