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miércoles, 19 de agosto de 2015

La reputación pública de El Chapo Guzmán

Por Elsa Díaz Coria A.




Sería difícil imaginar la existencia de una agencia de Relaciones Públicas dedicada a trabajar para la figura de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, sin embargo por su suerte en la arena pública, pareciera que su trayectoria descansa sobre una gran estrategia de comunicación.
Sus dos fugas le aseguraron un espacio entre los delincuentes míticos de nuestra historia. Pero más allá de estas hazañas, están sus apariciones en las listas de Forbes que lo ubicaron por cuatro años entre los hombres más ricos del mundo.

Fundada en el año de 1917, Forbes es la revista que traza un estándar para ponerle un lugar a las fortunas más grandes del planeta, a los hombres más importantes e influyentes de la economía y a los negocios más relevantes del mundo capitalista.

Las apariciones de El Chapo en las listas de Forbes al lado de figuras emblemáticas de los negocios mundiales, legitimó su cuantiosa fortuna. Le dio además un nombre y un sitio entre quienes dominan los negocios, y reveló la influencia que tiene el narcotráfico en la economía.
Para el año 2012, la lista de Forbes ubicó a El Chapo en el lugar 1,153 con una fortuna de mil millones de dólares. ¿Cómo se pudo llegar a valuar un negocio ilegítimo?

Con la meta de cumplir con sus objetivos editoriales, las listas de Forbes requieren de un método riguroso para sus mediciones, lo que los obligaría a cumplir con informar sobre fortunas probadas, reales y cuantificables, y no con datos estimados o supuestos con los que sólo se pueden medir los negocios ilícitos.

Para incluir a El Chapo en sus listas, los análisis de Forbes debieron recurrir a investigaciones de inteligencia militar y fuentes policiacas que son, por lo general, las que dan cuenta del tamaño del mercado de las drogas en el mundo. Pero esta información también pudo venir de alguna mano experta que logró justificar la existencia de su fortuna.

En los medios de comunicación El Chapo es calificado como un gran escapista, como un genio del transporte, como un capo seductor y como una mente maestra. Esta imagen en realidad debe ser obra de la casualidad y no de un complejo trabajo de Relaciones Públicas. Una suerte de envidia para personajes como la maestra Elba Esther, El Piojo, Napoleón Gómez Urrutia, y otros tantos, que seguro cuentan con asesores de imagen pero no logran superar los tropiezos de su presencia pública.

Correo: ediazcoria@laboladepapel.com
Twitter: @laboladepapel

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