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sábado, 24 de enero de 2015

Buscan que para 2030 no haya niñas mamás

México.- Bajo la premisa de que todos tenemos que apoyar a millones de jóvenes mexicanos, presente y futuro de la nación, alentarlos a prepararse, a estudiar y trabajar para ser independientes, darles mayor y mejor información y que estén en posibilidad de formar su propia familia con responsabilidad, el presidente Enrique Peña Nieto anunció, en Los Pinos, la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes.

Los datos estadísticos son claros, detalló el Ejecutivo, en 2013, por ejemplo, 467 mil mujeres menores de 20 años tuvieron hijos, uno de cada cinco nacimientos, y lo peor es que de esta cifra 11 mil niñas de entre diez y 14 años se convirtieron en madres.

Frente a esto hay que atacar tabúes y erradicar la cultura del machismo, que participen directamente los varones jóvenes en una sexualidad responsable, dijo el mandatario. Y en la propaganda que el gobierno de la República difunde a partir de ayer se oye y se ve a un estudiante de secundaria proclamar: “¡Que lo caliente… no te quite lo inteligente… que tu juventud no se acabe en diez minutos!”

Estas menores de edad trastocan su vida y su destino. “Literalmente son niñas criando niños, cuando deberían o podrían estar mejor estudiando, divirtiéndose y disfrutando su infancia”, lamentó Peña Nieto.

Por ello, la señalada estrategia pretende que para 2030 se reduzca a la mitad la tasa de fecundidad de las jóvenes de entre 15 y 19 años y que en el caso de las niñas no haya ninguna embarazada para entonces.

A su vez, el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aseveró que los objetivos de este programa a mediano y largo plazo son más que claros: “se trata de que en México no haya un solo embarazo producto del desconocimiento o, peor aún, del abuso, sino de que sean siempre el resultado de una decisión informada y del ejercicio responsable de nuestras libertades”.

Para encarar esta problemática concurren gobiernos, especialistas, instituciones de salud nacionales y extranjeros y surge de la necesidad que hay entre la juventud, sobre todo de la juventud adolescente, de estar mejor informada, de tener mayor acceso a información, a la comunicación entre padres en las escuelas y “abordar temas que parecieran tabú en algún momento y que, sin duda, de no conocer e interiorizarse en estos temas, puede cambiarles la vida una mala decisión”, alertó el Ejecutivo.

Por lo demás, recordó en el acto al que acudieran adolescentes, así como gobernadores, secretarios de Estado, expertos, académicos, funcionarios y legisladores, que del bienestar actual de nuestros jóvenes depende el futuro de nuestro país, comentó.

Si nuestros menores crecen en un entorno de derechos y oportunidades, como ciudadanos podrán desarrollarse plenamente y aportar más a la grandeza de nuestro país”, les refirió y les dijo que “el embarazo no planificado en adolescentes es uno de estos retos que afecta el desarrollo humano de nuestra población”.

Peña Nieto reflexionó sobre lo que dos jóvenes, Rafael y Cristina, le enarbolaron en esta reunión: estos mexicanos que emergen de la adolescencia, lo que quieren es información puntual, son seres inteligentes que quieren y merecen respeto en todo momento y también buscan aportar su desarrollo a partir de una idea clara: “No somos el futuro de México, eso no es cierto, somos el presente de México”, espetó Rafael,

Ante ello, Peña Nieto indicó a los presentes que los embarazos no planificados en adolescentes ponen en riesgo la salud de la madre y de su bebé y en la gran mayoría de los casos, alteran su proyecto de vida, ya que reducen sus oportunidades de educación, trabajo, ingresos y superación personal.

Basa esta estrategia su desarrollo, detalló, en ocho ejes de acción y 90 compromisos: entre estos ejes se encuentran la intersectorialidad; la ciudadanía y la salud sexual y reproductiva; perspectiva de género, “evitar el embarazo no planificado en adolescentes no puede ser sólo una responsabilidad de las mujeres. Los varones también son parte esencial del ejercicio de la sexualidad responsable”, insistió.

Los otros ejes son: curso de vida y proyecto de vida; corresponsabilidad; participación juvenil. La estrategia considera a los jóvenes como sujetos de su propio desarrollo, les reconoce plenamente su derecho humano a participar, no sólo como personas vulnerables, sino como actores centrales de la transformación social.

Investigación y evidencia científica “y un octavo eje es la evaluación y rendición de cuentas. Como toda política pública que busca incidir positivamente en la vida de los mexicanos, la estrategia no será estática, se mejorará de manera continua para incrementar su efectividad”.

Remató: “Nuestros menores tienen varios años por delante para convertirse en madres y padres, antes debemos alentarlos a prepararse, a estudiar y trabajar para ser independientes y estar en posibilidad, entonces, de formar su propia familia con responsabilidad”.

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