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lunes, 12 de agosto de 2013

Jóvenes en la inopia

Están igual que hace 12 años

Especialistas alertan que los recursos públicos dedicados a este sector se han derrumbado y son casi inexistentes.

México, DF.- En la última década el número de jóvenes que no estudian ni trabajan sigue igual en nuestro país, lo cual demuestra que las instituciones públicas se han olvidado de ese sector de la población mexicana, porque “no están mejorando en absoluto y no estamos construyendo políticas públicas que les sirvan”, alertó Carlos Rojas Gutiérrez, director general del Instituto Nacional de la Economía Social (INAES).

Las cifras históricas indican que en 2001, 24.6 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años de edad no estudiaban ni trabajaban, porcentaje que no disminuyó con el paso de 10 años, sino que mantuvo la misma tendencia, ya que para 2011, 24.7 por ciento de los jóvenes tampoco estudian ni trabajan.

El Panorama de la Educación 2013 de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) muestra que de 1997 a la fecha esa población que no cursa ningún nivel académico ni tampoco tiene un empleo ha permanecido inamovible, revelando que las instancias gubernamentales han ignorado atender al que es considerado el bono demográfico que podría detonar el desarrollo de México.

MIGRAN A EU. Cuatro de cada 10 personas que buscan trabajo en Estados Unidos son jóvenes menores de 24 años.

Frente a ese “panorama desolador”, los jóvenes mexicanos tienen pocas razones para celebrar el Día Internacional de la Juventud que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró conmemorar cada 12 de agosto.

De hecho, los datos nacionales revelan que uno de cada cuatro jóvenes vive en extrema pobreza, de modo que prácticamente ese 25 por ciento está excluido del sistema educativo, no cuenta con un empleo que le brinde protección social y es muy probable que padezca desnutrición.

Pero lo más grave es que cuatro de cada 10 migrantes mexicanos hacia Estados Unidos son jóvenes menores de 24 años, con lo que “el valor agregado de la fuerza de trabajo, en buena medida saludable y educada, se traslada a ese país”, lamentó Rojas.

POBRES. 

De acuerdo con datos de instituciones nacionales, uno de cada cuatro jóvenes viven en pobreza extrema y están desnutridos.

Al respecto, José Antonio Pérez Islas, coordinador del Seminario de Investigación en Juventud de la UNAM, afirmó que los jóvenes de hoy tienen más limitaciones que sus papás para convertirse en adultos, es decir, las pocas alternativas que tienen de educación, empleo y desarrollo, a su vez les reduce la posibilidad de dar el paso a ser adultos.

En el marco de la celebración de la Juventud, el sociólogo de la UNAM especializado en políticas de juventud por las Naciones Unidas alertó que “no sólo estamos haciendo mal las cosas por los jóvenes, sino que además estamos hipotecando el desarrollo de este país y tenemos un problema muy serio en ese sentido, porque esos jóvenes que no tienen oportunidades van a tener todavía menos cuando sean adultos y será un conflicto social muy grande”.

Como ejemplo de que las instancias gubernamentales se han olvidado de los jóvenes, Rojas Gutiérrez señaló que el mismo Presupuesto de Egresos de la Federación evidencia que los recursos directos para los jóvenes “son modestísimos y casi inexistentes”, pues el recurso dirigido a la población mayor de 18 años y menor de 29 “se derrumba”, porque la inversión que hace el Estado en los jóvenes es inexistente.

Entrevistados por Excélsior, ambos especialistas advirtieron que de no atender a los jóvenes aumentará la pobreza en México, porque unos migrarán, mientras que la mayoría no tendrá alternativas de desarrollo personal.

El problema actual, explicó Pérez Islas, es que cada vez se reduce la facilidad que antes tenían los jóvenes de tomar decisiones de vida, porque en la actualidad “ya no tienen ni opción A ni opción B”, lo cual los limita, ya que si deben salirse de la escuela, no tienen alternativa, o si tienen un empleo que les paga poco o los pueden despedir de inmediato deben soportarlo, porque “no tienen posibilidades de crecer”, lamentó.

“No les estamos dando ninguna oportunidad, entonces la única que tienen son las puertas de salida fáciles, es decir, las tentaciones hacia las puertas falsas”, alertó el director del INAES, añadiendo que por ello han aumentado los jóvenes procesados por delitos del fuero común y del fuero federal.

Ante la pregunta de qué está haciendo el gobierno por el bono demográfico, ambos entrevistados señalaron que “nada”, y “si dejamos que sea la inercia la que busque una salida, el horizonte es poco promisorio (…) y ojalá que no lamentemos las consecuencias de no aprovechar esa oportunidad”, atajó Rojas.

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