Peña y los hechizos “proles” de la Ibero
Ecatepec, Edomex. (Elecciones 2012).- Con la autoproclamación de su triunfo como candidato de las izquierdas, hecha a MEXIQUENSE, el ex alcalde, José Luis Gutiérrez Cureño, cierra la lista de los aspirantes a la Presidencia Municipal de Ecatepec que estará en juego en julio próximo.
Sin la intención de descalificar por anticipado al candidato del PAN y dándole seriedad al análisis, podemos decir que la auténtica contienda se cernirá entre el abanderado del PRI, Pablo Bedolla López y el de la coalición de los partidos PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Gutiérrez Cureño.
Interesante ver nuevamente frente a frente a dos políticos que ya se vieron las caras hace seis años y que como en el box, se conocen arriba del ring electoral y saben de sus fortalezas y debilidades. El mismo Cureño acepta que ahora no será tan fácil derrotar a Bedolla, quien al decir de camaleónico perredista (pintado también de petista y de los colores de las tribus que le acompañan), seguramente aprendió de su dolorosa derrota, y ya no será el “confiado e irresponsable” del pasado, que pensaba que ganaría por sí mismo.
No deja de asistirle la razón al ex alcalde, cuando menciona en la extensa entrevista concedida al colega Juan Manuel Padrón, que el PRI cometió el error de incluir en la planilla que acompañará a Bedolla en su nada fácil periplo de campaña, a un buen número de “juniors y desarraigados”. Este columnista dio un informe pormenorizado de ello. Y sí, lo he sostenido: Bedolla es un excelente capitán, pero con una pésima tripulación a bordo. Percepción que, y lo digo de manera abierta, no nace sólo como producto del archivo histórico, sino del sentir de nutridos sectores priístas de Ecatepec, de la vox populi que no se siente reflejada ni representada en dicha fórmula.
Y es claro que la composición de las planillas no sólo tendrá un peso específico en el ánimo del electorado sino que podrá ser utilizada por los contrincantes para abrir fuego en el campo de batalla de las críticas y los cuestionamientos. Cureño lo sabe y tratará, por todos los medios, de enfilar sus baterías hacia las “referencias” personales de los candidatos priístas. Pero resulta paradójico que sea precisamente en éste punto, donde Cureño puede tener su propio punto de inflexión ya que como también lo acepta, se encuentra ante el dilema de ceder la integración de la planilla a Nueva Izquierda –léase el mayoritario PRD—o conceder espacios en la misma a miembros del PT, Movimiento Ciudadano y el resto de las corrientes que, en teoría, deben aglutinarse en la coalición de las izquierdas.
Para dónde se haga, al ex alcade su circunstancia política lo tiene coloquialmente hablando, con las uñas contra la puerta: si decide evitarse enfrentamientos de dimensiones mayúsculas cediendo los espacios a NI, es claro que los demás grupos lo van a dejar colgado de la brocha, pero si no cede, Nueva Izquierda le va a quitar hasta la escalera.
Aquí lo mencionamos hace una semana: su estilo de perdonavidas, de mesías, no le ha generado buenas inercias y menos acuerdos firmes para hacer que la coalición de las izquierdas aterrice en los hechos, como una sólida realidad, y no como un asunto onírico que se discute hasta el cansancio en la sobremesa de los buenos deseos.
Vamos por partes: si bien el ex munícipe, aparece como el ganador de la encuesta de las izquierdas, su triunfo es por una nariz y no por los más de tres cuerpos que él había pregonado. Si el maestro Salvador Ruiz se hubiera inscrito sólo para ver “qué sacaba”, no hubiera ganado en dos de los cinco reactivos de la encuesta. En uno de los cuáles, el de mejor imagen ante la gente, se llevó un 41 por ciento de las preferencias, contra 13 por ciento de Claudia Castello. Aquí, como dicen en las rancherías, es donde a Cureño, “la puerca le torció el rabo”: no logró llegar ni siquiera a un diez por ciento. ¿Qué quiere decir esto? Que si bien en el reactivo sobre el conocimiento del candidato, Cureño ganó por un 17 por ciento contra un 13 por ciento de Claudia y un 9 por ciento de Salvador, esto realmente no cuenta.
Interpretando ambos reactivos podemos concluir que si bien al ex munícipe lo conoce más la gente –obvio, por el cargo que desempeñó--, su imagen ante el electorado es pésima. Y de eso a nada, no hay una gran diferencia, pues no es garantía de triunfo ante una ciudadanía que ubica como una persona deshonesta y poco eficiente al ex alcalde.
Pero es evidente que a Cureño la sencillez, como a los argentinos, no le es inherente a su personalidad. Sin tibiezas afirma que “ha madurado” y que “ha mejorado su perfil”, bueno, casi como si se tratara del Dalái Lama, asegura que “ha reflexionado y estudiado mucho los errores que se cometieron en su momento”. Errores dice el iluminado aspirante que fueron de “forma” pero no de “contenido”. Y “sencillito”, superando en humildad a Maradona y a Messi juntos, comentó a Mexiquense: “Yo me siento ahora un ciudadano pleno, en conciencia de mis facultades físicas, mentales y emocionales” (sic). Estoy en el mejor momento de mi vida y con gusto voy a disfrutar la Presidencia de Ecatepec porque creo que podría hacer un buen papel” (y recontra sic).
Pero quiérase o no, la designación de Cureño va a incidir en la definición que tengan los priístas para dar los últimos detalles a su estrategia de campaña, si consideramos que si bien, como ha trascendido, en la encuesta realizada por las izquierdas hay un dato que por el momento les quita un peso de encima pues en la intención del voto, Cureño alcanzó un 20 por ciento en comparación del 19 por ciento de la señora Castello y el 17 de Salvador Ruiz, al confrontarlo con Pablo Bedolla, el priísta llegó a un 40 por ciento de las preferencias.
Los estrategas del tricolor pueden decir que el arroz no sólo ya se coció sino que está casi servido, pero ojo, si en el remoto caso de que el ex alcalde, el PRD y el resto de los partidos y corrientes alcanzaran la construcción de una planilla realmente de consensos, el porcentaje de preferencias unidas y sumadas para enfrentar a Bedolla podría dispararse, colocando en un posición no muy holgada al priísta.
Para el PRI, y de acuerdo a los tiempos establecidos por el Instituto Electoral del Estado de México, aún hay tiempo de realizar los cambios que sean necesarios en sus candidaturas y planilla de Ecatepec, evitando que sean el blanco de ataques y punto débil de su campaña, pues aunque todo indica que la unidad de las izquierdas en el municipio se antoja de “Misión Imposible”, en política nada está escrito. Y para el tricolor, como partido en el poder en el Edomex, no es momento de correr riesgos innecesarios. Que conste.
COMENTARIOS AL DISTRITO XVII.- ¿Qué tantos beneficios o riesgos pueden traer a los partidos contendientes en el actual proceso electoral las coaliciones o alianzas? Veamos por qué:
Nos llama la atención de manera especial lo que ocurre y puede suceder en el Distrito Electoral XVII donde se disputa una diputación federal, demarcación donde se encuentra prácticamente inmerso el distrito local XLII local. Por el primero va como candidata la ex regidora Mónica Belén Hernández, en la coalición PRI-Partido Verde; por el segundo, va el candidato del PRI-PANAL, y dirigente de la poderosa Sección 36 del SNTE, amigo personal del gobernador Eruviel Ávila, Alberto Méneses, pero también contendiendo por la diputación federal del XVII, está enlistada por el PANAL, la diputada local con licencia y también integrante de la estructura sindical de la 36, la profesora Yolitzi Ramírez Trujillo, cuyo feudo original se asienta en Ciudad Neza.
¿Por qué sentimos que la elección en esta zona del municipio es de pronósticos reservados? Porque a ella convergerán una serie de situaciones dignas de un apartado y exclusivo análisis por todo lo que está en juego. Desde hace años, y no hay que olvidarlo, el distrito XVII se convirtió en bastión perredista a manos precisamente de la familia Cerón, que en esta elección se juegan buena parte de su supervivencia política lo que les hará pelear hasta con los dientes el triunfo en ambas diputaciones.
La pregunta que los priístas deben hacerse es de qué lado la jugaran sus aliados del SNTE, es decir del PANAL. A estas alturas todos saben que los maestros manejados bajo la férula política de la maestra Elba Esther Gordillo se convierten en una poderosa fuerza promotora del voto hacia sus aliados, pero sobre todo a favor de sus propios candidatos. La profesora sabe que no puede perder el registro de Nueva Alianza pues es el brazo político del SNTE, y para eso es urgente y necesaria la inyección del mayor número de votos posible. Y surge entonces la duda: ¿Habrá voto diferenciado del PANAL en el distrito local XLII y en el XVII federal?
En el primero, y no hay duda alguna, los maestros deberán apoyar a morir a su líder seccional, y en el segundo a la candidata de su partido y también compañera de sindicato. Y ante todo esto: ¿Dónde queda Mónica Belén? ¿Acaso atrapada a dos fuegos, el del voto en contra del PANAL y del PRD? ¿Se han analizado en el PRI estos escenarios que puedan afectar electoramente a su aspirante a San Lázaro por el XVII?
De manera intempestiva, la joven política sorprendió a propios y extraños cuando apareció del lado del mostrador priísta, apuntada como candidata a regidora bajo las siglas del Partido Verde, dejando con un mal sabor de boca a los perredistas que le habían dado protección y cobijo. Ahora se apunta como candidata a diputada federal, teniendo, como se aprecia, un reto nada fácil de resolver, pues como señalábamos en el XVII se le ubica como una “disidente” de la izquierda, elemento adverso que será aprovechado por el clan Cerón para bregar en su contra.
¿Qué pasará en estos dos distritos donde hay tantos intereses en juego? Mónica Belén ha demostrado ser una joven entusiasta que sabe llegar a la gente y aunque muchos la califiquen de “acomodaticia”, otros le alaban y admiran su capacidad de adaptación política que más que defecto debe valorarse como una auténtica virtud. Si logra amarrar acuerdos, unir voluntades y salir adelante, seguramente que sus bonos políticos alcanzarán una alta cotización en la bolsa de valores partidista en el Estado de México. Así pues, lo que Mónica Belén parece tener en su contra puede trocarse a su favor.
COMENTARIOS A LA IBERO.- De risa la actitud manipulada que asumieron los así llamados “Chicos de la Ibero”, durante el encuentro que sostuvieron con el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto. Vea usted y examine algo de lo ocurrido y que provocaría el asombro del mismísimo Kafka: en sus cartulinas se leían frases tales como: ¡Yo también soy prole¡ ¡Todos somos Atenco¡.
Nadie en su sano juicio puede dar crédito a la artificiosa belicosidad social de los niños yuppies de dicho campus que por cierto nada tienen de “proles” cuando arriban a su centro de estudios en carros último modelo, de esos que valen del medio millón para arriba: audis, lincons y hasta jaguares, algunos hasta con guaruras incluidos.
¿De dónde sacaron que son “proles”? ¿Cuándo en sus vidas han estado o estuvieron siquiera por asomo en una de las tantas marchas que realizaron los atenquenses durante su lucha de resistencia? ¿Cuándo por descuido han apoyado a los campesinos y a los trabajadores del país? Es más, nos atrevemos a afirmar que ni siquiera conocen Atenco.
Una postal de una protesta surrealista en un país surrealista. Ver para creer. Y como acertadamente les contestó en las redes sociales un estudiante de la UNAM: “Nosotros los pumas y ustedes… ¡los yuppies-proles¡”. De risa.
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