El INM detalló que, de más de 400 migrantes de ese
campamento, unos 80 aceptaron ir a espacios del INM.
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México
aclaró este jueves que los más de 400 migrantes que fueron desalojados el miércoles de
un campamento ubicado en el centro de la capital del país fueron trasladados a
diversos albergues y espacios de la institución.
“El INM realizó labores de convencimiento para trasladarles a albergues y espacios de esta
institución (a los migrantes), con el objeto de atender sus necesidades, así
como para regularizar su situación migratoria”, informó la dependencia en una
tarjeta informativa.
El INM ratificó así las declaraciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien la
mañana de este jueves negó que su gobierno haya endurecido las deportaciones
de migrantes tras la llamada de esta semana con su homólogo
estadounidense, Joe Biden, y la nueva orden ejecutiva de Washington para
restringir el asilo en la frontera.
La dependencia recalcó que estableció comunicación directa
con cada una de las 432 personas extranjeras, para lo cual contó con el apoyo
de agentes migratorios especializados en traducción.
“De este conjunto de personas, 83 aceptaron de manera
voluntaria su traslado a los espacios migratorios del INM en los estados
de Morelos (76) y México(7)”, detalló.
La nota abundó que otros nueve fueron trasladados a las
oficinas de regularización del INM en la Ciudad de México y siete se quedaron
en un albergue también en la capital mexicana, entre ellos, 3 menores de edad.
También informó que 99 personas aceptaron recibir una Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH),
la cual regulariza por un año su situación migratoria en el país, mientras que
el resto decidieron retirarse “por su propio pie”
Asimismo, explicó que las personas extranjeras refirieron
que pagaban una cuota a un dirigente territorial para tener un lugar en el
campamento, que oscilaba entre los 200 y 600 pesos.
Señalan racismo en caso de migrantes desalojados
La plataforma Racismo MX condenó el desmantelamiento del
campamento, que se encontraba en la plaza Giordano Bruno.
Defensores de derechos humanos señalaron que no hubo
representación de organizaciones civiles para revisar que las autoridades
respetaran la dignidad de las personas migrantes desalojadas.
El desalojo y la falta de empatía hacia las personas
migrantes es un reflejo del racismo aún presente en nuestra sociedad.
Los hechos ocurren mientras la migración irregular
interceptada por México se triplicó en el primer trimestre del año hasta
un récord de casi 360 mil personas.
Biden y López Obrador acordaron en abril “trabajar juntos
para implementar de inmediato medidas concretas con el fin de reducir
significativamente los cruces fronterizos irregulares”.
El presidente mexicano prometió ahora cooperar con Estados
Unidos ante la nueva orden ejecutiva, incluyendo los vuelos para deportar a
migrantes, pero insistió en su petición de retornar “de forma directa” a los
extranjeros a sus países, en lugar de a México.
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