Se enteró con el plan de recaptura ya en marcha. Sandoval temía que las fuerzas estatales entorpecieran el arresto.
El gobernador de Sinaloa Rubén Rocha teme que la recaptura
de Ovidio Guzmán detone una escalada de violencia en la entidad. La oposición a
Rocha ha señalado reiteradamente la buena vinculación del gobernador morenista
con el Cartel de Sinaloa al punto de un supuesto acuerdo entre el mandatario y
esa organización criminal para tener seguridad en la entidad del Pacífico.
Esta tesis ganó fuerza en la elección del año pasado donde
media docena de candidatos opositores padecieron sabotaje electoral por parte
del cartel de Sinaloa. Se trató de una denuncia permanente de la oposición,
tanto en la entidad como a nivel federal.
Fuentes del gobierno estatal dijeron a LPO que el gobernador
se enteró del operativo cuando este ya estaba en marcha. Desde la Sedena, al
tanto de los supuestos nexos de Rocha, optaron por un secretismo total para
evitar que las fuerzas estatales perjudiquen la captura del hijo de El Chapo
Guzmán.
En noviembre del año pasado cuando en una prisión estatal
fue asesinado un integrante del círculo primario de Ovidio Guzmán, el
gobernador Rocha encendió las alarmas porque temía que ese crimen tuviera
consecuencias en la seguridad del Estado.
La segunda señal llegó en diciembre, cuando dos integrantes
del cartel de Sinaloa fueron vinculados a proceso por presunto tráfico de
fentanilo. Otro movimiento donde el gobierno de Rocha fue dejado completamente
al margen.
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