A meses de que concluya el segundo periodo al frente de la Máxima casa de estudios, el anuncio de la tesis plagiada de la ministra Yasmín Esquivel sacudió el periodo del exdirector de la Facultad de Medicina
El periodo de Enrique Graue ha sido señalado por muchas
situaciones al interior de la comunidad universitaria (Infobae México/Jesús
Abraham Avilés Ortiz)
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
cambiará de rector este 2023, por lo que una nueva persona asumirá el poder en
la máxima casa de estudios, luego de que Enrique Graue Wiechers estuviera al
frente de la institución en dos periodos (2015-2019 y 2019-2023).
Sin embargo, en sus casi ocho años al frente de la
Universidad, los escándalos han seguido sus periodos, el cual estaría
concluyendo con el anuncio de que la tesis de licenciatura de la ministra Yasmín Esquivel -que realizó en 1987- es “una copia sustancial” de la que realizó el abogado Edgar
Ulises Báez un año antes.
No obstante, presuntos problemas de narcotráfico,
violencia con grupos porriles, acusaciones de violencia de género y acoso
sexual, se suman a la serie de problemáticas que tuvo que combatir el médico de
profesión para evitar que se profundizaran al interior de la comunidad
universitaria.
Problemas de narcotráficoFue en febrero del 2018 que se destapó un supuesto problema de narcomenudeo al interior de las diferentes instalaciones de la UNAM, luego de que se viviera una balacera en la Facultad de Contaduría y Administración Ciudad Universitaria donde fallecieron dos hombres de 20 y 29 años.
Tras dicho acto, la Universidad decidió aumentar la
vigilancia e iluminación en todos los lugares donde existieron denuncias de
venta de drogas, además de la creación de la campaña ¡Fuera Narcos de la UNAM!
-que fue criticada por la comunicad-; sin embargo, eso no ha evitado que las
denuncias continúen. De acuerdo a datos oficiales y previo a la pandemia por
COVID-19, por año se habían denunciado 347 veces casos de narcomenudeo.
No obstante, previo al estallido de violencia -que no se ha
vuelto a repetir, hasta el momento de publicación de esta nota-, en el Consejo
Universitario ya se habían expresado preocupaciones por el aumento de dichos
casos no solo al interior de las instalaciones, sino en diferentes puntos del
país.
“Nos sumamos, de manera abierta y decidida, a la indignación
de la Universidad expresada en su rector, en la exigencia a las autoridades de
los distintos niveles de gobierno para que no haya impunidad para los
responsables de los ilícitos cometidos contra los universitarios y reiteramos
la exigencia para que cumplan con su labor fundamental, garantizar la seguridad
de todos los universitarios y de todos los mexicanos”, expresó la Comisión
Especial de la UNAM, tras algunas denuncias de venta y consumo de drogas y
alcohol.
Violencia de porros
En ese mismo año, pero en septiembre, las actividades de la
Máxima casa de estudios se pararon debido a que día 3 de aquel mes se presentó
un ataque a alumnos por parte de grupos de choque, mejor conocidos
como porros, lo que provocó que la comunidad pidiera más seguridad y
garantizar un ambiente alejado de dichas agrupaciones.
Aquel día, el enfrentamiento se dio en las inmediaciones de
Rectoría cuando un grupo del alumnado del Colegio de Ciencias y Humanidad (CCH)
Azcapotzalco se manifestaba para solicitar mejoras en las condiciones del
plantel; no obstante, fueron reprimidos al ser atacados con piedras,
bombas caseras y palos.
Cuatro estudiantes resultaron lesionados, de los cuales dos
tenían heridas de gravedad; ante tal reporte, la comunidad se manifestó en el
campus central de la UNAM, donde se reunieron más de 30 alumnos, para pedir la
expulsión de los grupos de choque.
Para apaciguar los ánimos, el rector dio a conocer que
fueron expulsados 18 estudiantes, los cuales tuvieron que responder ante el
Tribunal Universitarios por los hechos que se realizaron en Ciudad
Universitaria: “He firmado ya la expulsión definitiva de 18 individuos inscritos
en la Universidad y están siendo enviadas al Tribunal Universitario para su
ratificación”.
Acusaciones de violencia de género
Estudiantes de la Preparatoria 9 convocaron a una marcha
para reiterar las demandas de castigo a los profesores y alumnos acusados de
violencia de género, por esta razón y otras demandas mantienen un paro de
actividades en el plantel que ya lleva más de dos meses (GALO
CAÑAS/CUARTOSCURO.COM)
Pese a que ocurrían denuncias y casos de abuso sexual desde
años atrás en la comunidad universitaria, fue luego del feminicidio de
Lesvy Berlín Osorio en 2017 -que ocurrió dentro del campus central- que
comenzaron a destaparse y a hacerse cada vez más públicas denuncias sobre dicha
temática, en su mayoría con mujeres como las víctimas.
Dichos casos sobresalieron de la comunidad universitaria,
aunque comenzaron a darse paros de actividades en los diferentes planteles,
también la movilización involucró a la ciudadanía pues se organizaron marchas
pidiendo que se tomaran seriamente los señalamientos de las alumnas.
Lo anterior llevó a las autoridades a comenzar
investigaciones, tanto así que previo a la pandemia, durante 2020, de las 309
personas señaladas como agresoras por violencia de género, la UNAM abrió
294 carpetas de investigación, el resto no pudieron ser investigadas por
la Máxima casa de estudios, debido a que no pertenecían a la comunidad.
De los expedientes que se concluyeron, solo en 62 hubo
sanciones; mientras que en tres casos, la Universidad no encontró
elementos para sancionar; en uno se tuvo “un procedimiento alternativo”; en dos
hubo desistimiento de la persona quejosa; y en otros dos casos, la persona
agresora presentó su renuncia a su cargo.
Plagio de tesis de la ministra
El último problema que tiene registro fue la acusación de
plagio en la tesis de la ministra de Yolanda Esquivel, la cual destapó un medio
de comunicación; sin embargo, tras muchas investigaciones, la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón determinó
que el trabajo de investigación fue una “copia sustancial”.
“El comité ha elaborado un Dictamen Técnico Académico del
cual se desprende que, la tesis elaborada en 1987 es copia sustancial de la
original presentada en 1986 por el exalumno de la Facultad de Derecho”
Pese a que el rector pidió que el caso no involucrara el
prestigio de la UNAM, la máxima casa de estudios determinó que, aunque se
comprobó el plagio, en realidad no existen los mecanismos para poder
quitarle el título a la ministra.
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