Las tierras de los pueblos originarios de San Lucas Xolox, Reyes Acozac, Santa María Ozumbilla y San Pedro Atzompa, producen esta flor
Los campos de cultivo de Tecámac desde el mes de octubre de pintan de naranja, el recuerdo de sus muertos mantiene viva la siembra de flor de cempasúchil en las comunidades de San Lucas Xolox, Reyes Acozac, Santa María Ozumbilla y San Pedro Atzompa, generando una derrama económica de cerca de un millón de pesos por temporada.
Esta flor se comercializa en los accesos a los panteones del municipio, así como la carretera federal México-Pachuca, principales calles y avenidas de la demarcación, en estas cuatro comunidades los núcleos ejidales siembran aproximadamente 40 hectáreas.
En Tecámac el Día de Muertos es ejemplo que la llegada de la modernidad, no afectan las tradiciones y se continúa en los pueblos originarios con la vocación agrícola, muestra de ello es que cada año se siembra la flor de cempasúchil que da colorido y aroma durante esta festividad.
La administración que encabeza Mariela Gutiérrez Escalante, apoya el campo y la vocación agrícola del municipio que impulsan la economía.
Los campesinos cultivan la flor de cempasúchil, que contribuye a mantener viva una de las tradiciones más arraigadas de México que es el Día de Muertos.
La flor no puede faltar en los altares y panteones durante los días 1 y 2 de noviembre; cuenta la leyenda que el dios del sol dejó caer sus rayos sobre Xóchitl, y ella se transformó en una flor de color amarillo, en la que un colibrí posó y esta abrió sus 20 pétalos, liberando un aroma intenso. El amor de ambos permanecerá mientras existan colibríes y flores de cempasúchil.
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