En 1948, Demetrio Vallejo tomó parte activa en un movimiento
social que pretendía independizar al sindicato ferrocarrilero del
corporativismo priista, pero fue derrotado y la agrupación de los trabajadores
del riel quedó convertida en una más de las organizaciones alineadas al partido
oficial.
Demetrio Vallejo nació en el pequeño poblado de El Espinal,
Oaxaca en 1910, en el seno de una familia de campesinos indígenas. Gracias a
los sacrificios maternos pudo cursar estudios elementales y muy joven empezó a
trabajar como telegrafista en el ferrocarril. A los veinticuatro años ingresó
al Partido Comunista Mexicano, con lo que iniciaba una larga militancia
política en la izquierda.
En 1948 tomó parte activa en un movimiento social que
pretendía independizar al sindicato ferrocarrilero del corporativismo priista,
pero fue derrotado y la agrupación de los trabajadores del riel quedó
convertida en una más de las organizaciones alineadas al partido oficial. Pero
Vallejo aprendió de esa derrota y durante diez años difundió entre sus
compañeros la necesidad de recobrar la independencia sindical.
A principios de 1958 la labor de nuestro personaje y sus
compañeros, en el marco del deterioro de los sueldos reales de los
trabajadores, se reflejó en una amplia movilización obrera que exigió un
aumento salarial de emergencia. Llegaron entonces las largas manifestaciones y
una serie de paros escalonados convocados por el grupo de Vallejo, los cuales
rebasaron totalmente a la dirección del sindicato y doblegaron al gobierno, que
terminó por otorgar el alza que los obreros exigían.
En julio del mismo año, los ferrocarrileros eligieron a
Vallejo como secretario general del sindicato. Respaldado por la mayoría de los
trabajadores, el oaxaqueño luchó por democratizar la vida interna del organismo
y purgar a los líderes intermedios que se habían corrompido o burocratizado, al
tiempo que continuaba la lucha contra la empresa Ferrocarriles Nacionales por
el aumento de los salarios.
El gobierno dejó pasar las elecciones de 1958 y la sucesión
presidencial, pero apenas Adolfo López Mateos se asentó en el poder reprimió
con gran energía el movimiento y el 28 de marzo de 1959 el ejército tomó los
edificios sindicales en todo el país; aprehendieron además a Vallejo y a otros
tres mil trabajadores. Casi todos los obreros fueron liberados en los días
siguientes, pero Demetrio, acusado de disolución social –una figura jurídica
que legalizaba la existencia de los presos políticos–, permaneció en prisión
por casi doce años.
A su salida de la cárcel decidió militar en la oposición,
por lo que participó en la fundación del Partido Mexicano de los Trabajadores,
aunque tiempo después lo dejó. Cuando Vallejo falleció, el 24 de diciembre de
1985, militaba en el Partido Socialista Unificado de México, al que
representaba en el Congreso de la Unión.
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