Morena alcanzó el tope en cuanto a gubernaturas, en virtud de que viene el desgaste natural de gobernar sin resultados positivos.
Con la victoria en cuatro de seis entidades en disputa,
Morena alcanzó el tope en cuanto a gubernaturas, en virtud de que viene el
desgaste natural de gobernar sin resultados positivos.
Tan solo basta observar cómo le va a los habitantes de los
estados que ganaron Morena y sus aliados en 2021 en cuanto a un solo tema, la
inseguridad pública y la violencia, para de allí, comprender mejor la premisa
que argumentamos.
Los índices delictivos en Zacatecas, Colima, Michoacán,
Guerrero, Sonora, Sinaloa, las Baja California y SLP (Verde) están en niveles
inéditos y por desgracia continuará esta tendencia al alza en los próximos
meses.
De acuerdo al reporte más reciente de la Secretaría de
Seguridad y Protección Ciudadana son nuevo entidades que concentran más del 66%
de los homicidios y de acuerdo a la misma fuente los cinco estados más
peligrosos de México durante marzo de 2022, debido a la incidencia de
homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, son en su mayoría,
territorios que gobiernan Morena y sus aliados.
De enero a mayo se cometieron 10,838 asesinatos en
territorio nacional y buena parte de ellos sucedieron en Michoacán, Colima,
Zacatecas, Sonora, Guanajuato, Baja California Sur, Edomex, Morelos y CDMX.
Existen otros indicadores tanto en temas económicos, de
gobernabilidad, desarrollo social, como de atención médica y en ellos
ocurre exactamente lo mismo; los gobernadores electos de Morena han sido un
desastre.
La alternancia política que ocurrió ahora, por ejemplo, con
los resultados electorales en Oaxaca e Hidalgo responde a varios factores que
van desde la traición de los gobernadores priistas, hasta el desgaste de un
modelo político que representa el PRI y que ya está agotado.
Ahora ya con gobernadores de Morena, la situación en ambas
entidades no mejorará, al contrario, se agudizará la pobreza, marginación, la
inseguridad y en general, el deterioro de la calidad de vida de sus moradores.
La carencia de recursos presupuestales para todos los
gobiernos estatales es una constante que se agudizará con el paso del
tiempo; de hecho, la reducción de la participaciones federales, así como la
limitación de flujos de circulante debido a la caída del IEPS, por el subsidio
a las gasolinas, están poniendo en jaque y en déficit a las arcas de los
estados.
El pago de las nóminas a los maestros y en general a los
trabajadores al servicio del Estado, además de las pensiones, pone en aprietos
cada quincena a los gobernadores, quienes tienen que pedir apoyo a la
Federación o de plano endeudarse para cubrir los emolumentos de la
burocracia.
Sin experiencia suficiente en la administración pública,
bajo perfil profesional y académico, y cuestionable probidad, la mayoría de los
gobernadores morenistas que tomaron protesta el año pasado y este, se han
sacado la rifa del tigre debido a que carecen de la capacidad para gobernar, en
detrimento de los habitantes de los estados que ahora gobiernan.
Otro factor a considerar es que la gestión del
presidente López Obrador presenta más negativos que positivos, por decirlo de
forma mesurada, y ello de suyo, tarde que temprano pasará la factura a
una población vilipendiada por todos los frentes.
Vienen las elecciones en el Estado de México y Coahuila,
ambas entidades gobernadas por el PRI desde “siempre” y en ellas, el presidente
López Obrador pondrá todo su capital político para ganarlas, en especial la
joya de la corona, Edomex, por ser el estado con mayor número de votantes a
nivel nacional.
Por qué decimos que Morena llegó a su tope en las entidades,
pues muy sencillo; la conurbación que tiene el Estado de México con la capital
del país, provoca, en un efecto dominó, el mismo rechazo que tienen los
capitalinos a Claudia Sheinbaum y al propio AMLO, tan solo hay que ver cómo
andan en las encuestas estos personajes, particularmente en el llamado corredor
azul o lo que antes se denominaba el corredor amarillo, gobernado en ese
entonces por el PRD, para sopesar su efecto en los comicios locales.
Los grandes municipios, los más poblados como Ecatepec, en
donde la marginación se ha enseñoreado, las preferencias electorales son
ambivalentes.
Existen innumerables factores entre los partidos
políticos y en el entorno nacional e internacional que influirán en la elección
del 2023, aunque si nos vamos a los más básicos, como la selección de los
candidatos, pues Morena con Delfina Gómez no garantiza una victoria y en
Coahuila, simple y sencillamente, el partido político del presidente no tiene
un suspirante competitivo.
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