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jueves, 6 de mayo de 2021

'Tifus murino', enfermedad que mató a Ignacio Zaragoza meses después de Batalla de Puebla

 





¿Mito o realidad?

Ignacio Zaragoza murió apenas unos meses después de que se alcanzó la victoria en el estado de Puebla.

Como cada año, el cinco de mayo se celebra la victoria que el Ejército mexicano tuvo sobre los invasores franceses en Pueble en 1862, uno de los grandes héroes de esta conmemoración es Ignacio Zaragoza, a quien no sólo se le recuerda por el nombre de la avenida al oriente de la Ciudad de México, sino por tener una estrategia contra los enemigos.

Lo que casi no se habla en la historia es que Ignacio Zaragoza murió apenas unos meses después de que se alcanzó la victoria en el estado de Puebla y que en Estados Unidos se hace un magno festejo como si se tratara de nuestra independencia.

De acuerdo con el investigador Raúl González Lezama del Instituto Nacional de Estudios Históricos sobre la Revolución Mexicana (INEHRM), desde aquella fecha, Ignacio Zaragoza no había tenido un día de descanso, recorría las posiciones de sus tropas y los campamentos donde se atendía a los heridos y los numerosos soldados azotados por una terrible epidemia de tifoidea

Todo comenzó en septiembre cuando Ignacio Zaragoza fue atacado por un fuerte dolor de cabeza y altas temperaturas, el general no se preocupó y lo atribuyó a que ese día había llovido y se había empapado varias veces, pero lejos de recuperarse, la salud del militar se deterioró. Su secretario y el jefe de su Estado Mayor, sospechando que había caído víctima del tifo, determinaron trasladarlo a Puebla. 

Durante su viaje al lugar donde sería trasladado fuertes aguaceros lo sorprendieron y al día siguiente por la noche, el dolor de cabeza y la fiebre fueron insoportables. 

"A las 11 de la mañana del día 6 de septiembre, comenzó a ser presa de delirios que lo llevaron a imaginar que se desarrollaba una batalla, por lo que demandó sus botas de montar y su caballo. Los médicos y ayudantes del general debieron sujetarlo para evitar que abandonara el lecho en su deseo de salir a dirigir sus tropas. Al verse impedido, increpó a quienes trataban de auxiliarlo, llamándolos traidores", escribe el investigador.

El autor del libro Cinco de Mayo: las razones de la victoria explica que en la Ciudad de México ya se sabía de la enfermedad del general, por lo que su madre y su hermana salieron rumbo a Puebla acompañadas por el doctor Juan N. Navarro, quien fue enviado por órdenes de Benito Juárez.

Un día antes de su muerte, el 7 de septiembre, el mal fue en aumento. Ya no podía reconocer a su madre ni a su hermana; de nuevo fue víctima de alucinaciones. El médico enviado por el presidente Juárez dijo que no había nada que hacer para salvarlo. La habitación de Ignacio Zaragoza se llenó de jefes, oficiales y amigos del general que deseaban tenerlo en sus últimas horas.

El 8 de septiembre un nuevo ataque de alucinación se llevó consigo toda la esperanza, el general Ignacio Zaragoza se creyó preso de los franceses.

Un telegrama del doctor Juan N. Navarro anunció a la capital la terrible noticia: “Son las diez y diez minutos. Acaba de morir el general Zaragoza. Voy a proceder a inyectarlo”.

¿Qué sucedió con la familia de Ignacio Zaragoza?

Sebastián Lerdo de Tejada pidió declarar Benemérito de la Patria al general, que le fuera otorgado el grado de general de división y que se concediera un donativo de cien mil pesos para su única hija, pero México vivía tiempos de falta de dinero y no se pudo cumplir esta disposición, pero se sugirió que se le asignara una pensión de tres mil pesos anuales a su hija, al igual que a su madre y sus hermanas.

El 13 de septiembre fue el día fijado para la inhumación de Zaragoza. Todos los establecimientos comerciales de la Ciudad de México permanecieron cerrados y la mayoría de los habitantes de la capital vestían de luto riguroso.

¿Qué es la tifus murino?

De acuerdo con la revista Medicina Interna en México, el tifus murino es provocado por la bacteria Rickettsia typhi que pertenece al grupo de las que producen fiebres tíficas; el vector es la pulga de la rata (Xenopsylla cheopis); causa cuadros febriles agudos, de alivio espontáneo o fatales si no se establece el tratamiento adecuado. 

Hay pocos reportes de caso de rickettsiosis en México, pero es muy probable que esta enfermedad esté subdiagnosticada. Se comunica el caso de un paciente con tifus murino que padeció ictericia e hiperbilirrubinemia con factores de riesgo que se conjugaron en el paciente

 

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